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El Betis inventa la palanca emocional

Sin poder inscribir jugadores, acuerda la venta de parte de sus ingresos por abonos

Betis
Angel Haro, el presidente del Betis, durante la presentación de Luiz Henrique como nuevo jugador del Betis.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)
Rafael Pineda

Al Betis no le ha valido clasificarse dos veces seguidas para Europa y ganar la Copa para no sufrir dificultades económicas. El club andaluz ya reconoció en junio una deuda apremiante de 30 millones de euros del pasado ejercicio. En el Betis pensaban que con la venta de algunos jugadores después de un año deportivo de éxito esta deuda quedaría saldada. No ha sido así. Las ofertas que han llegado por futbolistas como Fekir, William Carvalho o Álex Moreno no satisfacen las exigencias de los directivos verdiblancos.

Sin ofertas importantes por sus jugadores, el Betis se encuentra además con que tiene superada de manera amplia su límite salarial. Por eso, en estos momentos, no puede inscribir a los fichajes de esta temporada. Son los brasileños Luiz Henrique, Luiz Felipe y Willian José, por el que se ejecutó su opción de compra con la Real Sociedad por 8,5 millones de euros. Tampoco puede inscribir a los renovados Bravo, Guardado y Joaquín.

El Betis, ante la necesidad de conseguir un dinero extra para fichar e inscribir a estos jugadores, ha decidido también organizar su propia palanca financiera, como ha hecho el Barcelona a lo largo del verano. Sin la tremenda capacidad comercial del equipo catalán, y sin tocar unos derechos televisivos ya en parte hipotecados a través de LaLiga con el fondo CVC, el Betis ha buscado un nuevo caladero de valor que poder empeñar, su enorme masa social.

De esta forma, si no llegan las ventas deseadas, el Betis ha alcanzado un acuerdo con un fondo de inversión para vender un porcentaje de sus derechos de abonos y entradas por los próximos cinco años, según adelantó Relevo y confirmó este periódico. El Betis anunció precisamente este martes que ha alcanzado los 60.000 socios, de los que 50.000 tendrán asiento en el Benito Villamarín. Los socios proporcionarán este curso al Betis 17,5 millones de euros. A esa cifra hay que añadir lo que se obtenga por la venta de entradas, que se espera sea superior a los 7,5 millones logrados en la pasada campaña, en la que hubo aún restricciones a la entrada de aficionados por la pandemia del coronavirus, algo que se notó, por ejemplo, en la visita del Real Madrid a Heliópolis.

El objetivo de la palanca emocional es recaudar 20 millones este agosto. A esta cifra se añadiría alguna venta que permita alcanzar los 30 millones necesarios para inscribir a los fichajes y los jugadores renovados. Además, se podría cerrar la plantilla con alguna de las operaciones que el club está perfilando, como las de Dani Ceballos, Aouar o Héctor Bellerín.

El Betis, al igual que ocurre con el Barcelona, necesita la aprobación de LaLiga para ejecutar esta palanca. En principio, las primeras tomas de contacto entre la cúpula del Betis y la patronal han sido positivas en este sentido. Ángel Haro, el presidente verdiblanco, mantiene muy buenas relaciones con Javier Tebas, el presidente de LaLiga. Haro trabajó con Tebas para la llegada al fútbol español del fondo de inversión CVC. Lo que ha ocurrido es que el Betis ya gastó el año pasado todo lo que le correspondía para su primera plantilla a través del acuerdo por el que, como casi todos los clubes de Primera y Segunda, cedía a cambio de dinero un porcentaje de los derechos televisivos durante 50 años. “El fondo CVC lo agotamos el año pasado en cuanto a la inversión en fichajes”, reconocen fuentes del Betis. El club verdiblanco sí empleará parte de este dinero en la construcción de su nueva ciudad deportiva y en mejorar algunos aspectos del Benito Villamarín.

Capitalizar los ingresos por abonos supone una oportunidad para un club como el Betis, con una masa social muy amplia y bastante fiel. Según datos de la web Transfermarkt, el equipo andaluz fue el cuarto en cuanto a socios de toda la Liga en la pasada temporada, solo superado por Barcelona, Atlético y Real Madrid.

Además, el precio de los abonos es competencia exclusiva de los clubes, así como el importe de las entradas. Si el Betis lo necesitara, aumentaría el precio de los abonos y confía en que su fiel infantería volvería a dar la cara. No ocurre lo mismo con los derechos televisivos, que son vendidos de manera conjunta y bajo el paraguas de LaLiga, que negocia en nombre de todos los clubes. Para el Betis, la joya es su gente.

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