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Monchi busca otra reconstrucción en el Sevilla

Vendidos Diego Carlos y Koundé, Lopetegui pide fichajes para un bloque que el directivo ve apto para jugar la Champions

Sevilla FC
Marcâo, durante su presentación como nuevo jugador del Sevilla.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)
Rafael Pineda

Marcâo, único fichaje del Sevilla, desgranaba ayer en su presentación el drama que le supuso la muerte de su hermano, también profesional del fútbol, a los 25 años y por un infarto fulminante. El central brasileño fichado por 12 millones al Galatasaray viene a cubrir uno de los dos grandes huecos dejados en la zaga del club andaluz después de la venta de sus dos futbolistas más regulares de los tres últimos años, Diego Carlos y Koundé. Monchi, director deportivo del Sevilla, ha logrado un fijo de 81 millones en dos operaciones que sustentan el modelo de gestión de un club que vive de las revalorizaciones que obtiene por la venta de jugadores.

El Sevilla tiene un coste anual de plantilla de 198 millones de euros en una entidad que solo tiene capacidad para generar unos 200. Es un club en manos de un directivo que ha emprendido ya varias reconstrucciones para mantener al Sevilla en la élite del fútbol español durante los últimos 20 años.

La planificación de este verano presenta múltiples aristas. Después de tres años sin grandes ventas, a excepción de la de Bryan Gil al Tottenham el pasado curso por 25 millones, más la llegada de Lamela, el Sevilla presentaba pérdidas en su última junta de accionistas (41 millones). “Tenemos un problema económico y hemos tenido que vender, creo que muy bien, a Diego Carlos y Koundé. No pasa nada por reconocer los problemas económicos”, afirmaba el propio Monchi a los medios del club el pasado sábado. Las derrotas del fin de semana ante el Arsenal (6-0) y el Leicester (1-0) han hecho saltar las alarmas del sevillismo. Sobre todo, porque la idea inicial de Monchi es la de realizar una revolución tranquila en el Sevilla. En concreto, se había planteado el fichaje de otro central y de un lateral izquierdo, donde solo figura Acuña. “Tenemos una plantilla competitiva para pelear por el objetivo de la cuarta plaza con la llegada de un central más y un lateral”, afirmaba el ejecutivo.

Pero el domingo por la noche, y tras la doble derrota de la gira inglesa, ahora contra el Leicester, Julen Lopetegui se expresó con una enorme claridad: “Es importante que la plantilla se vaya completando. Seguro que la mejoraremos de aquí a poco tiempo. Ante la ausencia de alternativas nos apoyamos en los chavales del filial y miramos si alguno se puede quedar, aunque es algo muy difícil”, argumentaba el entrenador en un mensaje directo al director deportivo. Monchi y Lopetegui mantuvieron dos reuniones antes de plasmar la continuidad del entrenador vasco en su cuarta temporada. En la primera saltaron chispas. La segunda, casi al inicio de la pretemporada, fue mucho más afable. En ella, Lopetegui entendió la salida de los dos centrales por los apuros económicos de la entidad. Pidió, lógicamente, recambios de garantía. El vasco y Monchi entienden, más o menos, que la plantilla es apta para el duro reto que tiene por delante de repetir por cuarta vez la clasificación Champions vía Liga. Monchi entiende que en este curso jugadores como Fernando, Suso, Rekik y En-Nesyri, lesionados de la larga duración en el pasado, aumentarán mucho su rendimiento en beneficio del grupo. Sin embargo, ante el Arsenal y el Leicester el equipo repitió los mismos defectos que le hicieron caerse de la pelea por la Liga en la segunda vuelta del campeonato. Falta de pegada, intensidad y juego muy lento.

Perdida la autoridad en defensa de Diego Carlos y Koundé, los aficionados empiezan a tener algunas dudas. “Los refuerzos llegarán, pero tenemos muy buena plantilla”, argumenta el presidente José Castro. No es fácil sacar jugadores del Sevilla, un equipo que paga bien y en donde muchos de sus elementos rozan y pasan la treintena de años, en especial en el centro del campo. Monchi, que descarta que el Sevilla esté en condiciones de pelear por la Liga, debe resistir la presión de un entorno que le pide más fichajes y valorar si hacerlos o no. Los datos lo avalan: fichó a Diego Carlos y Koundé en 2019 por 35 millones y los ha vendido en 2002 por una cantidad fija de 81 millones.

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