Los españoles rozan el pleno a semifinales en los 800 metros del Mundial de Atletismo de Oregón
Pasan de ronda Álvaro de Arriba y Mariano García. Se queda fuera Adrián Ben, que corría en la serie más difícil
Se habla de que el 800 metros español vive uno de los mejores momentos de su historia. Las finales del campeonato nacional están entre las más difíciles cuando se trata de predecir el ganador, dada la elevada densidad de atletas de nivel en la distancia. Esa enorme igualdad en casa, donde Álvaro de Arriba, Adrián Ben y Mariano García, los tres elegidos para Oregón, libran en cada competición una batalla, son un buen prolegómeno para las competiciones internacionales, donde la igualdad es máxima: sin un David Rudisha que domine la prueba, se presenta como una de las más abiertas, sino la que más.
En ese vacío de poder querían los españoles manejarse con inteligencia, ir pasando rondas sin hacer demasiado ruido y meterse en la final, donde todo puede pasar a una carrera. Este miércoles dieron el primer paso con suerte desigual: el salmantino Álvaro de Arriba y el murciano Mariano García, lograron clasificarse para semifinales, pero el gallego Adrián Ben, que cayó en la serie con los rivales más complicados, quedó eliminado a las primeras de cambio.
Tener unos u otros compañeros de serie tiene un componente de suerte. Y Álvaro de Arriba, el primer español en correr, tuvo de la buena: el británico Max Burgin, que llegaba con la mejor marca de la serie (1m 43,52), no participó por lesión. Eso le dejaba el panorama despejado, pero a la vez planteaba una trampa: sin el favorito en liza, nadie asumió la responsabilidad de ir en cabeza, y la carrera languideció, muy lenta, 56,80 al paso del 400m.
Eso suponía descartar cualquier clasificación por tiempos, y tener que acabar entre los tres primeros para no dejar Oregón antes de lo previsto. El salmantino sufrió para lograrlo: en un final apretado, fue tercero (1m 49,30s) sacando solo seis centésimas al etíope Ermías Girma, 17 años, un talento por pulir. Y aunque reconoció que la primera ronda suele ser la de más nervios, se mostró satisfecho por avanzar, incluso con el peor tiempo de los 37 clasificados, mera estadística que no influye en lo que está por venir. “Ha sido más lenta de lo que pensaba y corriendo ese último 300m muy fuerte, con cambios de ritmo, jugándonos todo en ese final apoteósico pero que nos deja buen sabor de boca”, dijo al acabar.
A continuación fue el turno de Mariano García, que desde el principio asumió la cabeza de su serie, más animada (52,24s el 400m), y se clasificó como tercero, controlando a sus rivales mirando a un lado y otro justo antes de meta. “Las sensaciones en carrera han sido espectaculares. He llegado en buen estado de forma al Mundial”, recalcó al acabar.
El pleno español estaba casi hecho. Solo faltaba por saltar a la pista Adrián Ben, un competidor que sorprendió en Doha 2019 cuando fue 6º del mundo y confirmó que su éxito no había sido casualidad con un quinto puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio. Acudía Ben con la cuarta mejor marca del año entre los participantes de su serie, con rivales de altura como el argelino Djamel Sedjati (1.43,69s) o el holandés Tony Van Diepen. Y la carrera se envenenó.
El guion previsto por Ben tras estudiar a sus contrincantes se basaba en que el estadounidense Brandon Miller tiraría. Pero no lo hizo. Y el paso por el 400m fue lento (54,46s). Eso ponía muy difícil la clasificación por tiempos, y obligaba a estar entre los tres mejores. Ben se asomó entonces a la cabeza, y atacó a 200m del final, pero aunque entró primero a falta de 100m, fue sobrepasado por Sedjati, Van Diepen y el tunecino Abdessalem Ayouni. Su tiempo: 1m 46,71, fue insuficiente. “He lanzado el ataque a falta de 200, no sé si tenía que esperar un poquito más, al 100, pero he decidido hacerlo así esta vez y no ha salido como queríamos”.
Sara Gallego, eliminada en el 400m vallas
La otra actuación española del día, la de Sara Gallego en el 400m vallas, se saldó con la eliminación de la atleta catalana. Integrada en una serie complicada, la plusmarquista nacional firmó 54,49s, pero fue quinta, lo que la dejó fuera automáticamente. Acaba su participación en Oregón como duodécima del mundo y tercera europea.
Sara Gallego logró su segunda marca de siempre 54.49, que también es la mejor marca de una española en la historia de los mundiales, e igualó el mejor puesto histórico.
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