La Superliga, una oportunidad única para la Unión Europea
Aunque la UEFA ha tratado de retratar a la competición como un proyecto egoísta, en realidad se trata de una lucha para garantizar que otras perspectivas sean posibles y se debatan democráticamente
Los días 11 y 12 de julio el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) albergará dos vistas cruciales para el futuro de la gobernanza del deporte en Europa.
Por un lado, escuchará a las partes en el caso de la Unión Internacional de Patinaje (ISU) en el cual se impidió a dos patinadores participar en una competición que no se organizó bajo el paraguas de la ISU. En caso de haber participado en dicho evento, ambos patinadores hubieran sido excluidos de las competiciones de la ISU, potencialmente de por vida, y solo podrían impugnarlo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en Suiza, permitiendo a las federaciones deportivas internacionales evitar el cumplimiento de la legislación de la Unión Europea.
El TJUE también examinará el caso de la Superliga Europea para responder a las siguientes preguntas: dado que la legislación de la UE garantiza la libertad de competencia, ¿qué podría justificar que la UEFA y la FIFA, entidades privadas establecidas en Suiza, tengan el derecho de mantener un monopolio absoluto en todas las competiciones internacionales, y de sancionar fuertemente a aquellos que se aventuren a proponer nuevas competiciones? ¿Por qué debería permitirse este tipo de comportamiento en el fútbol, cuando sería ilegal en cualquier otro sector?
Como seguidores del fútbol europeo, comprometidos con garantizar la sostenibilidad del deporte, pero sobre todo como ciudadanos de la UE, buscamos arrojar luz sobre las realidades de este caso.
No se pide al TJUE que juzgue si el formato de competición propuesto inicialmente por la Superliga es adecuado. Y recordemos: ese formato inicial era solo un punto de partida, destinado a entablar un diálogo con la UEFA y, por lo tanto, llamado a evolucionar. La agresividad de la respuesta de la UEFA, que incluyó la apertura de procedimientos disciplinarios contra tres clubes, refleja la obsesión de la UEFA por perpetuar su monopolio e hizo imposible cualquier debate.
Los monopolios no son bienvenidos en la Unión Europea y, en general, son perjudiciales para cualquier economía. Los tratados de la UE consideran que el deporte es un sector especial, pero los legisladores de la UE nunca definieron realmente el significado de esa especificidad. Esto ha creado un vacío, actualmente llenado —de una manera autoproclamada— por la UEFA y la FIFA, mezclando, entre otras cosas, el fútbol amateur y el fútbol de clubes europeos de máximo nivel.
El sistema actual carece de transparencia y depende de actores con sede fuera de la Unión Europea, en Suiza. Esto también significa que la UE no se está beneficiando del potencial del fútbol. El peso económico del deporte equivale al 2% del PIB de la UE y 3% del empleo. Delegar la gestión de nuestros mayores eventos deportivos a organizaciones fuera de la UE significa que estamos renunciando al control sobre el impacto económico creado por las competiciones.
Además, el fútbol es también un fuerte catalizador de la identidad europea. Nacido y criado en Europa, es un poderoso impulsor de la conectividad física y virtual en todo el continente, así como, cada vez más, un producto de exportación que genera ilusión y es atractivo a nivel mundial. El fútbol se percibe como un instrumento de integración europea y como un vínculo para la difusión de principios y valores (juego limpio, lucha contra el racismo, igualdad y respeto a los adversarios) dentro y fuera de las fronteras de Europa. Es por eso que la sentencia del TJUE es tan importante para nuestro continente.
Tres clubes europeos históricos están tratando de cambiar el statu quo. Dos son propiedad de sus socios (ciudadanos de la UE); el tercero ha estado al cuidado de la misma familia durante un siglo, un caso único en Europa. Entre ellos, tienen cientos de millones de seguidores en Europa y el mundo.
Aunque la UEFA ha tratado de retratar a la Superliga como un proyecto egoísta donde “los ricos que quieren hacerse más ricos”, en realidad se trata de una lucha para garantizar que otras perspectivas para el fútbol, y de hecho el deporte, sean posibles y se debatan democráticamente.
Suponemos que el Tribunal de Justicia de la UE señalará lo obvio: la ley es la misma para todos, e impide que una entidad privada combine los roles de regulador y operador económico para impedir arbitrariamente cualquier iniciativa con el argumento de que pone en peligro su monopolio.
La decisión del TJUE sobre este caso es una oportunidad extraordinaria para el mercado único de la UE y, como consecuencia, para los ciudadanos de la UE. También podría marcar un punto de inflexión para miles de millones de amantes del fútbol en todo el mundo.
Escriben este artículo: Paolo Bertinetti, Profesor Emérito, Universidad de Torino; José Ignacio Conde Ruiz, Profesor, Universidad Complutense de Madrid; Juan José Ganuza, Profesor, Universidad Pompeu Fabra; Gimede Gigante, Profesor, Universidad Bocconi; Juan Francisco Jimeno, Profesor, Universidad de Alcalá; Jerónimo Maillo González-Orús, Profesor, Universidad CEU San Pablo; Valerio Mancini, Profesor, Escuela de Negocios de Roma; Alessio Postiglione, Profesor, Sociedad Italiana de Organizaciones Internacionales; Roberto Vallina Hoset, Abogado especialista en Derecho de la Competencia.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.