La UEFA se blinda contra la Superliga
El organismo aprobó en junio un cambio regulatorio para intentar controlar posibles nuevas competiciones europeas de clubes
El proceso de la gran batalla legal desatada entre la Superliga, representada por la European Superleague Company, S.L., la UEFA y la FIFA comenzará el próximo lunes con la vista ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que se prolongará hasta el día siguiente. Lo que se dirimirá en Luxemburgo es si el rupturista proyecto que aún sostienen en primera línea Real Madrid, Barça y Juventus —los otros nueve clubes renunciaron públicamente pero no han firmado su salida—, quebranta las directrices del desarrollo del deporte en la Unión Europea, como defienden UEFA y FIFA, o si ambas organizaciones futbolísticas incurren en monopolio y abuso de posición como organizadores de las competiciones internacionales, tal y como denunció la Superliga ante la justicia española y posteriormente elevó como cuestión prejudicial ante el TJUE.
Ambas partes, para asegurarse el éxito, se han preocupado de enmendar los puntos que cuestionaban los informes previos de la Comisión de Cultura y Deporte del Parlamento Europeo. A la Superliga le achacaban su carácter cerrado y elitista y, ante esto, sus impulsores anunciaron que tendrán más en cuenta los criterios deportivos para poder participar, aunque aún no han hecho público ese nuevo formato más aperturista.
Más contundente ha sido la UEFA, que ha establecido un marco regulador que puede influir en los procesos abiertos en España y Luxemburgo, y que es un guiño a las autoridades europeas para poder erigirse como el gran guardián de las competiciones internacionales de clubes que se disputen en su territorio, definido este por el compuesto por todas sus federaciones miembro.
El documento con el que el organismo rector del fútbol europeo trata de blindarse ante la Superliga o similares es una batería de requisitos de carácter no retroactivos aprobada el pasado 10 de junio por su Comité Ejecutivo y publicada recientemente en la librería de su web. Bajo el título de Normas de autorización para la regulación de las Competiciones Internacionales de Clubes de la UEFA, la legislación reflejada en 20 folios impide cualquier proyecto parecido a la Superliga en las formas y en el fondo. Para que esto sea posible la entidad presidida por Alexander Ceferin ve necesario que se le permita que como organismo rector del fútbol europeo [LA UEFA] ”controle el desarrollo del fútbol internacional de clubes en Europa y realice una supervisión regulatoria de todas Competiciones Internacionales de Clubes disputadas en el Territorio de la UEFA y/o en las que participen clubes afiliados a Asociaciones Miembro”.
La UEFA también impone una serie de criterios de autorización que van desde lo administrativo y financiero, lo ético y el mérito deportivo que, de no cumplirse, abortarían los intentos de una competición al margen de ella. El proceso de autorización es un campo de minas para la Superliga o futuros proyectos equivalentes. Entre otros muchos requerimientos en lo administrativo y financiero, el organizador deberá informar sobre “su composición y fondos y garantizar que el nombre de la competición y sus logotipos/marcas comerciales no infringirán ningún derecho de la propiedad intelectual de la UEFA”. Además de ser aprobada la solicitud de la competición, que debe ser presentada 12 meses antes de su inicio, “un organizador que se plantee ser una Combinación o Alianza [términos definidos en el documento] requiere una autorización separada antes de su formación del Comité Ejecutivo de la UEFA y no se formará antes de que haya sido autorizada por el mismo”.
En cuanto a los criterios deportivos y técnicos, aparte de tener que garantizar la participación por méritos, la normativa incide en cuestiones cruciales como que el organizador debe garantizar que los clubes participantes “presentan a su equipo más fuerte a lo largo de las competiciones de clubes de la UEFA y las competiciones de clubes nacionales y cualquier otra Competición Internacional de Clubes autorizada por la UEFA”, además de “ceder a sus jugadores a las selecciones nacionales”. En relación con los árbitros, se exige información al organizador sobre qué organización los proporcionará, quién y cómo los designará, y si estos no pertenecen al sistema actual bajo el paraguas de la FIFA, deberá dar detalles sobre su formación, carrera y experiencia al nivel de los clubes que participan en la Competición Internacional del Clubes.
Entre las razones que aduce la UEFA para justificar el cambio regulatorio se encuentran “promover la equidad y la apertura de en las competiciones del fútbol”; “redistribuir los ingresos con el principio de solidaridad y apoyo a la reinversión en favor de todos los niveles en el ámbito del fútbol”; o “garantizar que las Competiciones Internacionales de Clubes se organicen de acuerdo con el mérito deportivo y que los valores deportivos prevalezcan siempre sobre los intereses comerciales”.
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