El equipo de Iniesta, último de la Liga japonesa, destituye a Lotina

Había llegado tras la primera semana de abril y se marcha en la última de junio. Miguel Ángel Lotina, que acaba de cumplir 65 años, ha sido destituido por el Vissel Kobe, el equipo japonés en el que prolongaba una carrera que parecía finalizada tras una trayectoria de cinco años en otros tres destinos nipones. Pero la ilusión de dirigir a Andrés Iniesta le incitó a dar un paso adelante y hacerse cargo del colista de la J-League. Tras nueve jornadas poco cambió, apenas dos triunfos, un empate y seis derrotas laminaron al técnico vasco del que diversos medios japoneses apuntan que no habría logrado conectar con el vestuario. El equipo, en el que también juegan Bojan Krkic y Sergi Samper, aunque este último se encuentra lesionado, no sale de la cola, último y a seis puntos del puesto de promoción cuando queda media liga por jugar. La temporada pasada había terminado tercero en la liga japonesa.

“Es mucha responsabilidad, pero también un regalo”, había apuntado Lotina en su presentación. En Japón se hizo un nombre. Lotina dejó de entrenar en España después de que sus tres últimos equipos perdiesen la categoría. La Real Sociedad cayó a Segunda en 2007 después de que el entrenador se incorporase una vez iniciada la temporada. En A Coruña firmó tres meritorias campañas. Pero dispuso cada vez de menos recursos y en la cuarta, en 2011, el Deportivo descendió con 43 puntos, a apenas cuatro puntos de la novena posición en la tabla. Un año después, en 2012, el entrenador aceptó una oferta del Villarreal para dirigirlo en las 11 últimas jornadas. Apenas perdió en tres, pero volvió a quedar señalado por una nueva caída tras una rocambolesca concatenación de resultados.

Tras 21 temporadas consecutivas siempre presente en banquillos de equipos españoles, Lotina se detuvo. Pasó una campaña en blanco en su feudo de Munguía antes de hacer las maletas y hacerse cargo del Omonia Nicosia, donde apenas estuvo poco más de un mes. Aceptó entonces una oferta de Qatar, donde logró ascender a Primera División al Al-Shahaniya. Y en noviembre de 2016 se marchó a Japón. Allí dirigió a Tokyo Verdy, Cerezo Osaka y Shimizu S-Pulse, jugó la Liga de Campeones asiática y se acomodó a un estilo de vida diferente. Pero en Kobe apenas tuvo opción.

El Vissel Kobe juega en la máxima categoría desde el año 2005 y el vínculo con Iniesta se extiende por lo que resta de campaña y una más. Está por ver qué sucedería en caso de descenso.

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