Rubi convenció al jeque para devolver al Almería a Primera
Tras seis entrenadores y 62 millones de euros en fichajes desde 2019 por parte de Turki Al-Sheikh, el conjunto andaluz regresa a la élite siete años después
El Almería ya es de Primera. El conjunto andaluz ha empatado contra el Leganés (2-2) en Butarque, pero la derrota del Eibar ante el Alcorcón (1-0) hace que suba el Almería. Había 2.000 aficionados rojiblancos en las gradas de Butarque para consumar el tercer ascenso de su historia después de los conseguidos por Unai Emery en 2007 y Javi Gracia en 2013. Siete años después, el Almería regresa a la élite para ocupar la plaza del recién descendido Granada en el fútbol andaluz, ejerciendo un contrapeso con respecto a la zona occidental de la amplia Andalucía, donde se mantienen Sevilla, Betis y Cádiz. 412 kilómetros separan Sevilla de Almería, una capital de 200.000 habitantes que vuelve a situarse en la élite del fútbol español. Potente foco económico de la comunidad gracias a su industria agrícola, Almería vuelve a tener un equipo en Primera para orgullo de una afición fiel, que ha logrado fidelizarse con su equipo después de una travesía en el desierto.
La clave del ascenso del Almería radica en que Rubi ha roto todos los esquemas en el banquillo del Almería. El dirigente Turki Al-Sheikh, presente en las gradas de Butarque, compró el club por 20 millones de euros en el verano de 2019 y desde entonces se esmeró por colocar al equipo andaluz en Primera. En el curso 2019-20, el Almería quedó en cuarta posición y cayó en las semifinales por el ascenso ante el Girona. En la pasada temporada, el equipo andaluz volvió a quedar en la cuarta posición para de nuevo disputar las eliminatorias por el ascenso y caer otra vez frente al Girona en las semifinales. En este camino en búsqueda del ascenso, el jeque ha contado con los servicios de hasta seis entrenadores (Óscar Fernández, Pedro Emanuel, Guti, Mario Silva, José Gomes y Rubi). Además de los 20 millones de euros que invirtió en la compra del club (más asumir siete de deuda), Turki Al-Sheikh ha gastado 62 millones de euros en fichajes en estos tres cursos según los datos aportados por la web especializada Transfermarkt.
El Almería comenzó la competición como un tiro, ejerciendo durante 13 jornadas consecutivas el liderato de la categoría. Las dudas llegaron en el mes de enero, cuando el equipo enlazó cinco partidos sin ganar. A diferencia las dos anteriores temporadas, Rubi no fue destituido. La dirigencia del club apostó por el técnico catalán, a quien ya sostuvo en verano a pesar de caer en las eliminatorias por el ascenso con el Girona. “El jeque y su entorno entendieron que Rubi era su entrenador perfecto. Garantiza un equilibrio en el juego de defensa y ataque, haciendo al Almería competitivo, y, además, es un técnico ideal para dar confianza y formar a jugadores a los que luego se pueden vender para obtener beneficios”, aclara Pedro Nogueira, ex entrenador del Ejido y analista de Canal Sur. Fue también muy importante que el jeque y, en especial, su hombre de confianza, Mohamed El Assy, entendieran que el bajón del Almería en ese mes de enero se debió a varias bajas por la incidencia del coronavirus en la plantilla y la imposibilidad añadida de poder preparar bien los partidos.
Rubi mantuvo el equilibrio en todo momento y sus formas sedujeron a unos dirigentes que aprendieron a tener paciencia. Rubi se había estrellado en el Betis después de triunfar con el Espanyol en Primera, pero en Segunda División siempre había obtenido buenos resultados. Jugó las eliminatorias por el acenso en 2013 con el Girona y con el Valladolid en 2015 sin éxito, hasta lograr subir de manera directa con el Huesca en 2018. “Ha sabido mantener la calma y tranquilizar a los dirigentes con su buen trabajo. Empezó fuerte y el Almería siempre estuvo arriba. Eso tranquiliza a unos jefes impacientes por subir”, añade Nogueira.
Otra de las virtudes de Rubi fue saber llevar de la manera correcta al que muchos consideran el mejor futbolista de la categoría, el delantero Umar Sadiq (18 goles en esta campaña). Un prodigio físico de 1,92 metros que el Almería fichó en 2020 procedente del Partizán de Belgrado después de una mala experiencia en el fútbol italiano. Sadiq es un futbolista complicado de llevar por su carácter. Rubi ha sabido alimentar el ego de un delantero que se siente especial sin que el resto de sus compañeros se vieran afectados por un trato preferencial hacia el goleador. Todos los componentes de la plantilla, ya sean actores principales o secundarios, se han sentido importantes con Rubi. “El impacto de Sadiq es tremendo en la categoría. Es el mejor jugador de la Segunda División”, añade Nogueira.
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