Suzuki abandona el Mundial de Moto GP

Suzuki no participará en el Mundial de MotoGP la próxima temporada. Así lo comunicó ayer la directiva del equipo a toda su escudería, desplazada a Jerez, donde el fin de semana se llevó a cabo el Gran Premio de España, sexta parada del calendario y que se llevó Pecco Bagnaia (Ducati).

Según adelantó Motorsport.com, fue durante el ensayo colectivo, el primero de los tres que se reparten a lo largo del curso, que los ejecutivos del fabricante, con Shinichi Sahara a la cabeza, reunieron a la tropa para anunciarles la decisión tomada, que deja completamente abierto el futuro de Joan Mir y Alex Rins, la pareja titular de pilotos. Se espera el constructor de Hamamatsu mande una comunicación oficial en las próximas horas, por más que varios integrantes de la estructura confirmaron dicha información a EL PAÍS.

Este portazo llama la atención, sobre todo, si tenemos en cuenta la buena dinámica de Suzuki, que hace dos años reconquistó el título en la categoría de las motos pesadas de la mano de Mir, veinte años después de que Kenny Roberts Júnior lo hiciera en 2000, cuando todavía se corría en las antiguas motos de 500cc. Hasta la carrera del pasado domingo en Jerez, Suzuki colideraba la clasificación general de pilotos con Rins y sigue al frente de la tabla reservada a los equipos. A pesar de la dimensión de la empresa, que hace dos años, por ejemplo, vendía a nivel global unos tres millones de coches y llegaba al millón de motos, su división de MotoGP es mucho más pequeña que la de Honda o Yamaha, por ejemplo.

Esta es la segunda vez que la compañía japonesa abandona el campeonato, después de hacerlo a finales de 2011. Ese primer receso se alargó hasta 2015, año en que la marca volvió al Mundial, con Maverick Viñales y Aleix Espargaró como corredores. La espantada, en cualquier caso, recuerda mucho a aquella y a la que anteriormente protagonizó Honda en la Fórmula 1, de la que desapareció abruptamente en 2008.

Este mazazo abre una infinidad de incógnitas que deberán resolverse con el paso de las semanas. En una etapa en la que el mercado está en completa erupción, tanto Mir como Rins deberán buscar acomodo en alguno de los equipos que todavía no tienen cerrada su alineación con vistas a 2023. De ello ya no deberá encargarse Livio Suppo, el director italiano contratado este invierno para reemplazar a Davide Brivio, que abandonó la formación a finales de 2020, para firmar por el equipo Alpine que compite en la Fórmula 1.

En este sentido, el entorno de Mir ha reconocido en las últimas fechas haber estado en contacto con Yamaha y con Honda. En el caso de la marca de los diapasones, todo apunta a que Fabio Quartararo, el actual campeón del mundo, ampliará su vínculo otras dos temporadas, mientras que Franco Morbidelli, su vecino de taller, lo tiene algo más complicado, consecuencia de sus pobres resultados hasta ahora —ocupa la 16ª plaza en la clasificación—. Si Mir o Rins recalaran en Honda tendrían que hacer que equipo con Marc Márquez, cuyo acuerdo con el fabricante del ala dorada expira en 2024.

Preguntado ayer por su futuro, Mir, que muy probablemente desconocía la noticia que iba a recibir poco más tarde, el mallorquín se mostraba tranquilo y con el panorama bajo control. “Por el momento dejo esto en manos de Paco [Sánchez, su agente]. Espero tener noticias pronto”, concluyó declaró el piloto de Palma.

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