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El Manchester City y el Liverpool rotan para la Champions League y mantienen su pulso en la Premier

Separados por un punto a falta de cuatro jornadas para finalizar el campeonato, los equipos ingleses de referencia suman sendas victorias mientras preparan su viaje a España a jugar las semifinales

Premier League
Gabriel Jesus, en la visita del Manchester City al Leeds.PHIL NOBLE (REUTERS)

Con cuatro jornadas por disputar en la Premier League y sendas semifinales por sustanciar en la Champions, el Manchester City y el Liverpool dieron continuidad a su pulso en la cabeza de la competición doméstica con triunfos a domicilio, en Leeds (0-4) y en Newcastle (0-1), respectivamente. El equipo dirigido por Pep Guardiola mantiene su ventaja de un punto sobre los reds. En la próxima jornada, tras los viajes al continente para cruzarse con Real Madrid y Villarreal, el City recibirá al Newcastle y el Liverpool al Tottenham, que está en la pelea por finalizar el campeonato entre los cuatro primeros.

La jornada del sábado estuvo precedida por las rotaciones. Ni LIverpool ni City presentaron sus mejores selecciones. Los dos equipos mostraron fondos de armario y expusieron el vuelco que se ha producido en el fútbol de las Islas en lo que va de siglo. Cuando en 2004 el Liverpool le abrió las puertas de Anfield a Rafa Benítez, el técnico español instaló un modo de gestionar la plantilla que disparó la polémica en algunos sacrosantos cenobios del entorno del club. Por ejemplo en el poderoso lobby de los exjugadores, que no entendían como el equipo jamás repetía el once, una estrategia que el técnico madrileño ya había explorado con éxito en el Valencia.

“Si insistes en decirle a los jugadores que están cansados, te acabarán creyendo”, lamentaba Kenny Dalglish. “Los mejores tienen que estar siempre en el campo”, zanjaba uno de los iconos del club, el mediocentro escocés Graeme Souness, que argumentaba además que los futbolistas contemporáneos disponían de mejores herramientas tanto para prepararse como para recuperarse.

El fútbol ha evolucionado hacia un juego en el que se cubren grandes distancias y se realizan esfuerzos más continuados. La exigencia se ha disparado y las rotaciones están instaladas en un escenario, el de la Premier, en el que son mayoría los técnicos llegados del continente, menos apegados a la tradición. El Liverpool puso esta jornada en juego gran parte de sus opciones de ganar la Liga con un grupo de titulares en el que también había hasta cinco cambios respecto al duelo del pasado miércoles contra el Villarreal. El martes volverán a verse en el Estadio de la Cerámica, así que Jürgen Klopp guardó de inicio a Salah, Thiago, Fabinho, Alexander-Arnold y Konaté. Los tres primeros tuvieron minutos en la victoria en Newcastle, un desplazamiento que no semejaba amable: el equipo inyectado por capital árabe había ganado sus seis últimos partidos como local y no caía en su feudo de St Jame’s Park desde el pasado mes de octubre.

Pocas horas después, en Elland Road, templo del Leeds United, Pep Guardiola tomó el mismo camino. Cancelo, Gündogan, Grealish, Sterling y Aké, que cerró con un gol el triunfo de su equipo, entraron respecto al equipo que abrió el partido el martes pasado frente al Real Madrid. El City resolvió tras dos acciones a balón parado. En el amanecer del partido, Rodri anotó el primer tanto tras una falta lateral y al poco del reinicio, tras el descanso, Aké se avivó tras un córner, siempre con el buen pie de Foden en el origen. Gabriel Jesus y Fernandinho firmaron la goleada ya en el epílogo.

“Las rotaciones son la principal razón por la que estamos vivos en todas las competiciones”, predicó Klopp tras su partido. Lo hace desde el púlpito del guía que aspira a llegar a un póker inédito en las islas, el de ganar Champions, Premier, FA Cup y Carabao Cup, la Copa de la Liga que ya alzó tras derrotar al Chelsea. “Los jugadores creen en este planteamiento”, incidió el estratega alemán, aclamado tras renovar contrato hasta junio de 2026.

La profundidad de plantilla sostuvo el plan del Liverpool en Newcastle, arrollador para rematar 24 veces y permitir apenas cuatro intentos del rival, pero nada sobrado de puntería porque apenas obtuvo réditos por un gol de Keita mediada la primera parte después de que un tackling de Milner en un balón dividido frente al central helvético Schär. Los dos refrescos que introdujo Klopp en la medular no solo resultaron decisivos en esa acción, sino que fueron los mejores de su equipo. Milner, con 36 años de edad, fue el motor del equipo y su entrenador se animó a situarle a la par de Luka Modric: “Son de la misma edad. Es una gran generación de jugadores”.

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