El último pase es de Trejo

“Tiene el talento de los grandes enganches argentinos y el carácter que casi siempre ha caracterizado a los jugadores de esa nacionalidad. Es muy competitivo. Con el tiempo está mejorando. Antes se activaba sobre todo cuando tenía el balón y veía la jugada personal, ahora piensa mucho más en el equipo y es el primero en la presión. Se desconecta menos de los partidos. En el Rayo siempre fue mi ojito derecho”.

Quien así se expresa es Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, actual técnico del Girona y que durante dos temporadas dirigió a Óscar Trejo (Santiago del Estero, Argentina, 33 años) en el equipo de Vallecas. Paradojas del destino. Criado en las inferiores de Boca Juniors, donde llegó a jugar un partido en el primer equipo (el 3 de julio 2005) con gol incluido, el mediapunta argentino ha alcanzado su plenitud futbolística en un club que viste la franja roja en diagonal, como su eterno rival por naturaleza, el River Plate, y con el que además el Rayo está hermanado emocionalmente en la distancia.

Los colores no parecen confundir a este creativo futbolista que desde la responsabilidad del brazalete de capitán es el líder silencioso de un vestuario acosado por los problemas internos que no parecen afectarle en su rendimiento individual. Andoni Iraola pisa sobre las huellas de Míchel y tampoco entiende un Rayo sin Trejo. Es él quien mueve los hilos de gran parte del caudal ofensivo del equipo y quien tiene a bien ser el futbolista que más pases de gol ha dado en lo que va de Liga: nueve en 20 partidos, 17 como titular. Los mismos, por ejemplo, que Mbappé en el PSG (9 asistencias en 21 citas) y Salah en el Liverpool (9 y 20), aunque lejos de los 18 del rey europeo del último pase: Thomas Müller en el Bayern, en 21 encuentros. En la Liga, en este apartado asistente le persiguen Benzema (7 pases de gol en 21 duelos), Parejo (6 y 19) y Fekir (6 y 21). Con Trejo al frente, el Rayo recibe este miércoles (21.00, Dazn y Telecinco) al Betis en la ida de las semifinales de la Copa.

Completa el argentino sus estadísticas del curso con tres tantos ligueros en 10 remates; más uno en la Copa, secundados por otros dos pases de gol. Sorprenden, sin embargo, sus ocho amarillas, solo una menos que los jugadores más tarjeteados del campeonato, lo que viene a demostrar que tiene un punto canchero de agresividad bien entendida, no muy común en los jugadores de sus características técnicas.

Míchel ratifica que es en lo que más ha mejorado. “Está más enchufado que nunca. Es el primero que salta a la presión tras pérdida y la lleva al límite. Se le ve totalmente involucrado y su juego tiene mucha más continuidad que antes. No me extrañan ni sus asistencias, ni sus tarjetas. Su calidad no le resta competitividad”. Con el balón en los pies y la cabeza alta, Trejo tiene rasgos del mejor Juan Ramón Riquelme. Domina una amplia zona de influencia y su visión de juego se clarifica cuando está cerca del área contraria. Personalmente siempre tuvo un ídolo, Carlos Tévez, por quien profesa una admiración especial desde que, de niño, cuando estaba en la cantera de Boca, le regalara una camiseta en un acto publicitario. “Se la pidió mi padre porque a mí me daba vergüenza”, recuerda.

Convertido desde hace tiempo en el jugador extranjero con más partidos en la historia del Rayo, 212 (37 goles), desde su regularidad aspira ahora a subir al podio absoluto de futbolistas con más encuentros. Está a tiro de superar a Alcázar (213), Trashorras y Cota (219) y Piti (222), con lo que solo tendría por delante a Tito (240) y Míchel (300), el entrenador que tanto le valora.

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