Diez minutos separan a Joan Barreda del sueño de ganar su primer Rally Dakar
El de Honda recorta distancias con el líder a tres días y 900 kilómetros del final: “Todavía tenemos opciones de luchar”, dice tras lesionarse en la quinta etapa
Diez minutos separan al piloto español Joan Barreda del sueño de ganar su primer Rally Dakar. El piloto de Honda afronta los últimos tres días de competición con esperanzas. Y un hombro izquierdo maltrecho, con una fractura sin desplazamiento en la clavícula desde el jueves pasado. Después de una novena etapa, con una especial en bucle y muy rápida en torno a Wadi Ad Dawasir de 287 km, en la que no hubo grandes sorpresas aunque sí acusó el hasta ayer líder de la general, Sam Sunderland (GasGas), el tener que abrir pista por delante de sus rivales.
El británico se dejó ocho minutos respecto del ganador de la etapa, el chileno José Ignacio Cornejo (Honda). Y la general dejó los tiempos todavía más apretados: los seis primeros clasificados están separados por poco más de 10 minutos.
“Había navegación en algunas zonas, pero era difícil cometer grandes errores. Esperábamos que fuera una etapa algo más complicada”, concedió el ganador del día, Nacho Cornejo. “Todos han ido muy rápido hoy, el ritmo era muy alto, y además los de delante no han cometido errores. Yo he mantenido un ritmo constante, sin apretar demasiado, controlando la navegación”, explicaba Barreda. La cronometrada, efectivamente, no dejó demasiadas noticias: ninguno de los aspirantes al podio final se perdió, ninguno se accidentó, ninguno sufrió ninguna avería. De modo que lo que podría haber sido una jornada para salir al ataque –así figuraba en la mente de Barreda, por ejemplo, que salía décimo y aspiraba a dar algún bocado más en la general– quedó casi casi en tablas.
🏍💨 The gold (medal) rush. 🏅#Dakar2022 pic.twitter.com/jFIBgHDmDl
— DAKAR RALLY (@dakar) January 11, 2022
Los candidatos este martes son los mismos seis pilotos que figuraban ayer entre las primeras posiciones del Rally Dakar, que finalizará este viernes con una última y corta especial camino de Yedda, en la costa oeste de Arabia Saudí, a orillas del Mar Rojo. Pero las distancias hoy son menos que ayer. Y eso aviva la competencia y la intriga. Quedan tres jornadas y poco menos de 900 kilómetros para intentar la machada. El día clave debería ser el de este jueves, cuando se espera la especial más larga y compleja de las tres, justo antes de la jornada final, para la que la organización se ha reservado una cronometrada de solo 163 kilómetros.
La general la lidera ahora el piloto de KTM Matthias Walkner, que adelanta a Sunderland por poco más de dos minutos. A casi cuatro está Van Beveren (Yamaha). Y a 4m41s el piloto de Honda Pablo Quintanilla. A 10m22s, su ex compañero de equipo y ganador de la carrera el año pasado Kevin Benavides, hoy en KTM. Y a 10m57s, Barreda, ganador de dos etapas en este Dakar antes de romperse al final de la primera semana de competición.
Cualquiera de los seis podría acabar el viernes en lo más alto del podio en Yedda.
Así lo cree Barreda, el sexto. “Lo positivo es que todavía tenemos opciones de luchar, estamos intentando recuperar el físico trabajando con los fisios cada día para llegar de la mejor manera al final”, añadía el piloto de Torreblanca. Sigue corriendo con dolor. Especialmente después de la etapa de este lunes, cuando tuvo un accidente, otro, y se le cayó la moto encima. “Fue un día durísimo, con la caída se me volvió a desplazar la clavícula”. Eso supuso más inflamación, más dolor. Tuvo que hacer algunos kilómetros sin apenas sentir la mano, que la tenía dormida. “Este martes, por suerte, ha ido todo mejor y el dolor ha ido de menos a más. He podido recuperar”.
A Barreda la carrera el Dakar se le complicó desde el primer día, porque perdió mucho tiempo por un fallo de navegación. “Desde entonces he tenido que apretar. Luego tuve la mala suerte de esta caída, que me está condicionando bastante”, confiesa. Pese a ello, ha sido capaz de recuperar aquellos 40 minutos de la primera etapa. Y ahora ya solo piensa en llegar a Yedda. “Puede pasar cualquier cosa. Lo mejor es tener la sensación de que hemos dado el máximo y que la clasificación final demuestre lo que me merezco, no hay más”.
Al-Attiyah persigue su cuarto Touareg
En coches, nada ni nadie incomoda al líder Nasser Al-Attiyah, que sigue controlando la carrera con velocidad y acierto. El catarí, piloto de Toyota, un proyecto bien asentado desde hace años, también se equivoca y sufre averías, como le ocurrió este lunes, cuando pinchó y tuvo un problema con su coche, pero la buena fortuna y su buena cabeza le han aupado a la primera plaza de la general desde primeras de cambio. Especialmente, desde que en la primera etapa, aquella que dejó a múltiples rivales dando vueltas como pollo sin cabeza en busca de un punto de paso, él fuera uno de los pocos que no dudó y encontró el camino. Compite durante todo el año en el Mundial con el mismo coche y con el mismo copiloto, Mathieu Baumel, y eso, cuando uno llega al Dakar, se nota. La experiencia y el hecho de que sus dos principales rivales, a saber: Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel, perdieran toda opción de pelear por la carrera en aquella primera etapa le han quitado la presión a Al-Attiyah, que compite sin prisa pero sin pausa. Y llega a las últimas jornadas de competición con una ventaja de más de 39 minutos sobre el segundo clasificado, el francés Sebastien Loeb (Prodrive), el único que podría alejarlo de su cuarto Touareg.
La etapa de este martes la ganó el compañero de Al-Attiyah, Giniel de Villiers, que terminó con un tiempo nueve segundos más rápido que el del otro miembro del equipo Toyota Henk Lategan. Tercero fue el catarí, que se dejó poco más de un minuto mientras Loeb cedió dos minutos.
Clasificación del Rally Dakar. Novena etapa.
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