El vasco Hamid ben Daoud, que llegó a España en los bajos de un camión, iguala el récord de maratón
El atleta esprinta en Valencia como si fuera Bolt: 2h 6m 35s, misma marca que Ayad Lamdassen en 2020
Al final, en cuesta abajo y con el viento de espaldas, en la moqueta azul cielo vuela y bota sobre sus altas zapatillas Hamid ben Daoud, el maratoniano de Zamudio (Bizkaia). Esprinta como si fuera Bolt, no por la victoria final, pues marcha el duodécimo y hace más de un minuto que cruzó la meta el primero, el keniano Lawrence Cherono, sino por una plusmarca. Pelea en Valencia contra un reloj que gotea segundos como una tortura malaya. 30…31…32…33… Apenas le quedan unos metros, los últimos de los 42.195 de su sexto maratón.
El récord de España son 2h 6m 35s. Da un paso y cree posible parar el cronómetro antes del segundo 35; da otro y duda. Al final lo consigue y no lo consigue. No logra detener el tiempo antes de los 35, pero sí lo hace antes de los 36. No cae el récord que consiguió Ayad Lamdassen hace justamente un año en el mismo maratón, el de Valencia, pero Ben Daoud, de 25 años, lo iguala, lo que nunca antes había ocurrido en la historia de la plusmarca en España.
Menos de minuto y medio antes, en la misma orilla del Turia enmoquetada de azul, y también al sprint, Cherono (2h 5m 12s), segundo el año pasado, se imponía al etíope Chalu Deso y a su compatriota Philemon Cacheran en el octavo maratón de su vida. Cherono, de 33 años, es un estajanovista, un profesional buscavidas del maratón, que en apenas siete años de carrera ha disputado 18 maratones, a una media de más de dos por año, y algunos años, como en el 16, corrió hasta cuatro. Suya es la octava mejor marca mundial de la historia (2h 3m 4s), conseguida el año pasado en una Valencia más generosa con la prueba, más apacible, menos ventosa; suyo fue, hace cuatro meses, un cuarto puesto en la maratón olímpica de Sapporo, y suyas son siete victorias anteriores en algunos de los más prestigiosos maratones del mundo, Sevilla (2015), Praga (2016), Ámsterdam y Honolulú (2017), Ámsterdam (2018) y nada menos que Chicago y Boston en 2019.
En categoría femenina se impuso la keniana Nancy Jelagat (2h 19m 30s), que corrió en un nutrido pelotón bien protegida del viento molesto por un muro de liebres masculinas a quienes marcaba el ritmo Miguel Indurain en bicicleta.
También buscó buena protección del viento, y en compacto grupo pasó la media maratón en 1h 3m 3s, Ben Daoud, quien emigró de Marruecos en 2010, un niño de 14 años, en los bajos de un camión hasta Algeciras, donde los servicios sociales españoles se hicieron cargo de él. Vivió en el centro de menores Zabaloetxe, en Loiu, en el País Vasco, donde el entrenador Hassan Reddad había puesto en marcha un proyecto de integración y formación a través del atletismo y el estudio.
En el mismo centro estudiaba Abdelaziz Merzougui, de 30 años, campeón de Europa júnior de cross, en 2010, y sub 23 de 3.000m obstáculos, en 2013, y a su lado está también en el maratón de Valencia, distancia en la que debuta con una magnífica marca de 2h 8m 52s, mínima para el Mundial de Eugene 22. Para Ben Daoud, el nuevo rey del maratón español, la especialidad que hizo campeones del mundo a Martín Fiz y Abel Antón el siglo pasado, el del récord igualado es el quinto de su joven carrera. El primero lo corrió muy joven, a los 21 años, en 2017, también en Valencia, la ciudad referencia para las carreras de asfalto en España y casi en el mundo. Lo terminó en 2h 12m 31s. Y también junto al Turia, hace un año, había logrado 2h 7m 3s, su mejor marca hasta el momento en un trayecto que parece no tener más límite que su ambición.
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