Heurtel: “En el Madrid sí me quieren. El Barça no me respetó”
Antes del comienzo de la ACB y con la Supercopa ya en la vitrina, el base francés analiza con recelo su pasado azulgrana y con ambición su presente de blanco
Thomas Heurtel (Béziers, Francia, 32 años) pudo llegar al Madrid en diciembre, pero el Barça, que le había instado a buscarse equipo, entendió la negociación con los blancos como una traición, le apartó y le abocó a hacer una escala de unos meses en Villeurbanne para acabar convirtiéndose, en diferido, en jugador madridista. Antes del comienzo de la ACB y con la Supercopa ya en la vitrina, el base francés analiza con recelo su pasado azulgrana y con ambición su presente de blanco.
Pregunta. ¿Cómo está siendo la adaptación al Madrid?
Respuesta. Está yendo todo muy bien. Tener conocidos y compañeros de selección en el equipo facilita mucho las cosas siempre, dentro y fuera de la pista. Especialmente Fabien [Causeur], que lleva cinco años aquí, me explica la filosofía del club y también aspectos más prácticos como los entrenamientos o los viajes. Cada vez que tengo alguna duda le pregunto a él.
P. ¿Haber analizado tanto al Madrid como rival también ayuda para integrarse rápido?
R. Seguramente sí. Ha habido muchos enfrentamientos directos en estos años y también llevo casi 10 temporadas en la ACB. Todo eso da mucho conocimiento. Espero que cada vez que juguemos contra el Barcelona también ayude el haber estado unos meses trabajando con Jasikevicius y conocer sus ideas.
P. Dijo en su presentación con el Madrid que uno de los objetivos en su carrera era trabajar con Pablo Laso.
R. Sí. Porque su filosofía y el estilo de juego que plantea se corresponden con mis características. Quiere un juego agresivo y rápido en ataque, y eso me favorece. Haciendo repaso, todos los bases que han pasado por sus manos han jugado genial, desde el comienzo con Sergi [Llull] y Sergio Rodríguez hasta el Facu [Campazzo]. Los bases han marcado siempre el estilo del equipo. Laso deja bastante libertad a los jugadores para expresarse y exprimirse en la cancha. Nos conocemos desde hace tiempo. Hemos hablado bastante antes de llegar aquí. Nos entendemos y entendemos igual el baloncesto. Él me deja ser yo mismo en la pista.
P. En poco tiempo le han dirigido dos grandes bases como Jasikevicius y Laso.
R. Esa conexión entre bases ayuda bastante. La diferencia es que uno no me quería y Pablo [Laso] si me quiere. Por eso lo mejor para mí es que esté aquí trabajando con él. Desde que llegué, tanto el club como el entrenador me hicieron sentir que estoy en un sitio en el que sí me quieren. Eso es fundamental.
P. ¿Quiénes fueron sus ídolos de infancia?
R. Casi todos mis pósters eran de jugadores de la NBA… Steve Nash, Jason Williams, Allen Iverson. Pero de eso hace ya mucho tiempo (risas). Después, ya siendo profesional te fijas en muchos para aprender. Me gusta mucho la manera de jugar de Sergio Rodríguez por ejemplo.
P. “Ha sido larga la espera pero ya estoy aquí para disfrutar y ganar”, lanzó como mensaje a los aficionados del Madrid cuando llegó. ¿Cómo fue esa espera?
R. Fueron meses muy duros para mí y para mi familia. Jamás esperábamos tener que vivir una situación así, pero el final ha sido perfecto. Es lo mejor que nos podía pasar. Para cualquier profesional es un sueño estar en un club como el Madrid.
P. ¿Cómo vivió aquel día en el aeropuerto de Estambul cuando el Barça le dejó fuera de la expedición de regreso del equipo?
R. Lo pasé mal sobre todo por la preocupación de mi familia. Fueron momentos difíciles. El Barça no me respetó. Llevaba varios años allí como para recibir ese trato. Pero hay que transformar todo lo malo en cosas positivas. Ahora, tras superar aquello, estoy en el lugar perfecto.
P. En 2019, cuando una lesión le impidió disputar el Mundial, Llull le mandó un mensaje de ánimo que fue muy elogiado y además habló de lo importante de dejar a un lado los forofismos y mirar más allá de los colores. ¿Está de acuerdo?
R. Sí. Somos compañeros antes que rivales. En el caso de Sergi, he jugado muchas veces contra él, tanto en clubes como en selecciones, y alguien que sabe además lo que se siente al estar lesionado supo apoyarme. Debería ser normal esa deportividad, pero la gente se suele dejar llevar por otros criterios.
P. ¿Qué les dice a aquellos que le acusan de defender poco?
R. No le puedes gustar a todo el mundo, pero lo cierto es que la gente llena los pabellones para ver canastas y jugadas que les hagan felices.
P. Llegó a la liga española, casi al tiempo que Pablo Laso comenzaba su etapa de entrenador en el Madrid, ¿Cómo ha visto la evolución del proyecto del Madrid desde fuera?
R. Al principio les costó. Pero cuando fichas un buen entrenador y tienes paciencia y una base de grandes jugadores a los que les das continuidad, las cosas salen. La estabilidad siempre funciona.
P. ¿Faltó esa estabilidad en el Barça?
R. Sí. Cambiaron tres veces de entrenador, la plantilla entera otras tres veces… Así es muy difícil conseguir cosas. Si no apuestas por la misma plantilla durante unos años...
P. Le quitó dos Copas al Madrid, pero ya ha ganado un título en un mes.
R. No se puede empezar mejor. Hemos cambiado cuatro o cinco jugadores, pero la base siguen siendo los jugadores que llevan aquí muchos años y nos transmiten esa mentalidad ganadora que tienen. Cuando ves el partido que hizo Sergi Llull en la final de la Supercopa, y su manera de dar un paso al frente y asumir responsabilidad en los momentos importantes, te das cuenta del valor de esa mentalidad.
P. ¿Qué puede aportar Heurtel al Madrid?
R. El sueño y el objetivo es ganarlo todo, la Euroliga sobre todo. En ello pondré todas mis ganas. Intentaré dar lo mejor de mí en cada partido. Soy un jugador ofensivo, que hace de todo, y que no tiene miedo de asumir responsabilidades. Vengo aquí para ganar. He vivido grandes batallas ante el Madrid y he visto como los aficionados les apoyaban a muerte y ahora tengo muchas ganas de que me apoyen a mí también.
17 ‘traspasos’ entre los grandes en 40 años, tres de ellos este verano
En los últimos 40 años, que abarcan toda la era ACB, se han producido un total de 17 traspasos de jugadores entre Madrid y Barça. Tres de ellos han llegado en este verano en un inusual puente aéreo. A finales de julio, Nicolás Laprovittola puso rumbo al Palau procedente del Madrid. Días antes, Thomas Heurtel (previo paso por el Asvel) y Adam Hanga habían cambiado la camiseta azulgrana por la blanca.
El trasvase se inauguró en 1990 con el cambio del puertorriqueño José Piculín Ortíz, que tras un curso como madridista jugó dos temporadas en el conjunto culé. Posteriormente, Dejan Bodiroga ganó la Recopa con el Madrid en 1997 y lideró también al célebre Barça del triplete (Euroliga, Liga y Copa) en 2003. El polaco Maciej Lampe pasó de joven promesa madridista a comienzos de siglo a quitarle la liga de 2014 a los blancos en el Palau. Y Nikola Mirotic y Ante Tomic formaron pareja interior en el Madrid entre 2010 y 2012, primero con Messina y luego con Laso, y se reencontraron en 2019 en el Palau tras el sonado fichaje del hispano-montenegrino procedente de los Milwaukee Bucks. Del Barça al Madrid, antes que Heurtel y Hanga, se fueron Santi Abad, José Luis Galilea, Zoran Savic, Sasha Djordjevic, Derrick Altson, Alain Digbeu, Pepe Sánchez y Ioannis Bourousis, aunque el paso del pívot griego por el Palau en la 2005-2006 fue igual de efímero que el de Michael Hawkins en ambos clubes entre 2001 y 2002. En total, seis viajes del Madrid al Barça y 11 del Barça al Madrid. Con ocho cambios directos de camiseta sin transición ni otros clubes de por medio.
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