Sheriff Tiraspol, de un país que ‘no existe’ a la Champions League
Un equipo de Transnistria, región independizada de Moldavia no reconocida internacionalmente, será la gran novedad de esta Liga de Campeones en la que se enfrentará al Real Madrid en la fase de grupos
El fútbol se sostiene en la creencia de que todo es posible. En esta edición de la Champions League, el fútbol de Moldavia contará por primera vez en la historia con un equipo entre los 32 mejores del continente, pero por extraño que parezca, su representante no se reconoce como moldavo. El Sheriff Tiraspol superó al Estrella Roja y al Dinamo de Zagreb en la fase preliminar y es la gran sorpresa de la fase de grupos en la que ha quedado encuadrado en el grupo del Real Madrid, junto con el Inter y el Shakhtar Donetsk. Se trata de un equipo que pertenece a la región de Transnistria, uno de los puntos calientes en Europa del Este desde la desmembración de la URSS.
Transnistria, situada en la ribera izquierda del río Dniéster, en la frontera oriental de Moldavia con Ucrania, es una región reconocida como parte del Estado de Moldavia por la comunidad internacional (incluida Rusia), pero se autoproclamó independiente en 1990. Tras un conflicto armado que duró unos meses, se pactó un alto el fuego. El Gobierno moldavo no reconoce actualmente la autonomía de Transnistria, a pesar de que cuentan con una bandera (con la hoz y el martillo), un ejército, una moneda y un sistema de gobierno propios. Rusia es el mayor apoyo de Transnistria tanto a nivel económico como político y militar.
En su capital, Tiráspol, con medio millón de habitantes, nació el Sheriff, fundado por dos exagentes de la KGB. Viktor Gushan e Ilya Kazmaly crearon una empresa de seguridad llamada Sheriff, que fue haciéndose cada vez más importante en el país hasta que, a día de hoy, se ha convertido en un macroconglomerado que cuenta con medio de comunicación, supermercados, gasolineras… En 1997 decidieron dar el siguiente paso y fundaron el equipo con el mismo nombre que la compañía y como escudo, una placa como las de los jefes de policía en el Salvaje Oeste. Su éxito ha sido el mismo que sus otros negocios. Al no contar con un campeonato propio en Transnistria, compiten en la Divizia Nationala (la liga moldava), que dominan con puño de hierro desde prácticamente su primer día.
De las 21 ediciones del campeonato que se han disputado en el presente siglo, el Sheriff se ha alzado como campeón en 19 de ellas; conquistó además otros tantos títulos de Copa y Supercopa. Su presupuesto resulta insignificante al lado de los grandes colosos de Europa, pero les ha sido suficiente para conformar el mejor equipo de su torneo con una mezcla de nacionalidades de lo más variopinta. La escuadra la componen desde brasileños y peruanos hasta griegos, bosnios y moldavos. Una torre de Babel que funciona bajo la batuta de Yuriy Vernydub, un entrenador con poca experiencia, pero las ideas muy claras. El técnico ucranio asumió el mando del equipo la temporada pasada y lo convirtió en el mejor campeón de la historia de la Liga moldava: una sola derrota en 36 partidos, 99 puntos, 116 goles a favor y solo siete en contra.
“No podría estar más orgulloso de mis chicos, son un ejemplo para Moldavia y Transnistria”, señaló Vernydub después de superar al Dinamo de Zagreb y conseguir el primer billete para la Champions de su historia. Allí se enfrentarán a la élite del continente, siendo el equipo más humilde de los 32 participantes. Según el portal Transfermark, el valor de la plantilla del Sheriff es el más bajo de la Champions, solo 13 millones entre todos sus jugadores. La escuadra del Manchester City, la más lujosa de Europa, supera los 1.000 millones de valoración y todos sus jugadores a excepción de Fernandinho (dos millones), tienen una tasación superior a la de toda la plantilla del Sheriff.
Pero para ellos solo cabe la ilusión. Su sueño no ha hecho más que empezar y ahora podrán pasear la bandera de Transnistria por algunos de los campos más importantes de Europa como son el Bernabéu o San Siro, enseñando geografía y geopolítica con fútbol.
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