Lluís Cortés, el técnico del triplete, deja el Barcelona femenino

Lluís Cortés no continuará como entrenador del Barcelona femenino. Un mes y medio después de haber conquistado la primera Champions League de la historia para el fútbol español ante el Chelsea en Gotemburgo (4-0) y tras cerrar la temporada con el triplete, el Barça invitó al técnico a dejar el banquillo. El club azulgrana no encontró la fórmula para reconducir la relación entre el entrenador y una parte de la plantilla, desgastada desde hace meses, rota después de que algunas jugadoras le pidieran al director deportivo, Markel Zubizarreta, su destitución. La decisión ya era un secreto a voces en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y, antes del duelo ante el Eibar, el último de la temporada, Cortés se lo comunicó a sus futbolistas. Nada cambió en el andar del Barça: apabulló al conjunto vasco (9-1) y finalizó la Liga con 99 puntos.

Un título más en el impecable legajo deportivo de Cortés, de 34 años, técnico del Barcelona desde enero de 2019. Conquistó siete títulos: dos ligas, dos Copas de la Reina, una Supercopa de España, una Copa de Cataluña y la Champions. Un total de 103 partidos (92 victorias, cuatro empates y siete derrotas), con un saldo de 397 goles a favor y 53 en contra. “Ahora mismo me siento con muy poca energía para seguir liderando este equipo. El mejor equipo del mundo necesita a un entrenador capacitado para arrastrar, contagiar y transmitir fuerza al grupo y yo ahora mismo siento que no puedo. Ha sido un año de mucho desgaste y, la verdad y el único motivo, es el tiempo: lo desgasta todo”, explicó el técnico en la web del club.

Cuando todavía jugaba en el juvenil de Lleida, Cortés comenzó a trabajar en el femenino del club catalán. “Chutaba a la portera, ponía conos…”, recuerda. Después pasó a la Federación Catalana. Estuvo en la selección sub-12, sub-16 y sub-18 hasta que Fran Sánchez lo sumó al cuerpo técnico del Barcelona en 2017. Un año y medio después, Sánchez dejó el club azulgrana. Las jugadoras, desconformes con los métodos de trabajo del técnico, pidieron su destitución a María Teixidor, en aquel momento la directiva responsable del femenino. Cortés pasó de tercer entrenador a liderar el banquillo. La sintonía entre cuerpo técnico y el vestuario era total.

Esa misma temporada, el Barcelona alcanzó la primera final de Champions en Budapest. El Lyon lo pasó por arriba: 4-1. “Nos han ganado todas las disputas y todos los choques”, le comentaron las capitanas al Cortés tras el duelo ante el cuadro francés. Las futbolistas se entregaron al técnico. “Las jugadoras creen y se dejan ayudar”, explicaba Cortés. “Entrenamos más y mejor”, contrastaban las líderes del vestuario. El trabajo tuvo recompensa.

Los títulos, sin embargo, no regaron de paz a un grupo que hace tiempo se había comenzado a resquebrajar. “Lo que necesita este grupo para seguir ganando y compitiendo son diferentes cambios y tengo clarísimo que uno de ellos es que haga un paso al lado y que ponga al club y al equipo por delante de todo”, añadió Cortés. Desde el club se intentó mediar. No resultó posible.

Cortés, que su vínculo se había renovado automáticamente hasta 2022 con opción de prolongarlo una temporada más, pactó con el club su salida. “Sé que me voy del mejor club. Sé que es la mejor decisión para todos porque creo que cuando se vuelva a arrancar se necesita de ideas y energías nuevas. Es la decisión más adecuada. Sé también que no es un adiós, sino un hasta pronto. Sé que nuestros caminos con el club se volverán a cruzar en algún momento, estoy seguro”, dijo el técnico. Se cerró la etapa de Cortés en el Barça. El vestuario, en cualquier caso, no se conforma. “Hicimos historia y la seguiremos haciendo”, concluyó Jenni Hermoso, tras la goleada ante el Eibar.

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