Muere Luis del Sol, leyenda del Madrid, Juventus y Betis
El mítico ‘siete pulmones’, un referente de la historia verdiblanca, pasó a la historia con Di Stéfano en el equipo madridista y es muy recordado en Turín
Luis del Sol Cascajares, el mítico siete pulmones, ha fallecido en Sevilla a los 86 años. Del Sol es uno de los grandes de la historia del fútbol español, donde formó parte del gran Madrid dirigido por Alfredo Di Stéfano después de su eclosión en el Betis, donde es considerado un mito. Del Sol fue un pionero porque en 1962 fue adquirido por la Juventus, que pagó 35 millones de pesetas al Madrid por su fichaje. Con ese dinero, el club blanco construyó su antigua ciudad deportiva. Del Sol jugó en el Betis en dos etapas, de 1954 a 1960 y en la temporada 1972-73. En 1960 fichó por el Madrid, donde militó solo dos campañas y media, pero logró ganar una Copa de Europa, dos Ligas, una Copa y una Intercontinental. En 1962 fue traspasado a la Juventus, donde jugó ocho temporadas, ganando una Liga y una Copa para poner fin a su periplo italiano con tres cursos más en la Roma. En 1972, con 37 años, regresó al Betis, donde disputó una campaña más en la que no pudo evitar el descenso del equipo verdiblanco a Segunda División. Fue internacional con España en 16 ocasiones, haciendo tres goles. Se proclamó campeón de la Eurocopa de 1964 y participó en los Mundiales de Chile 1962 e Inglaterra 1966, en los que el combinado español, a pesar de su calidad, no pudo pasar de la primera fase.
Luis del Sol fue un centrocampista que desplegaba un fútbol total. Era técnico, veloz, fuerte e incansable, hasta el punto de que en su etapa en Italia se le apodó como siete pulmones por su gran resistencia física. Nació en Arcos de Jalón, Soria (6-4-1935), por la profesión de ferroviario de su padre, para asentarse luego en Sevilla. Precisamente en un barrio edificado para ferroviarios, San Jerónimo, donde Del Sol empezó a ser conocido como el gordito del empalme (ferroviario) en el fútbol modesto sevillano. Su calidad hizo que el Betis lo fichara en categoría juvenil, siendo cedido al Utrera. Su impacto en el club bético fue enorme, puesto que los aficionados verdiblancos acudían en masa al estadio bético para ver a un chaval de 19 años que debutó con el Betis en la temporada 54-55, con el equipo en Segunda. En el Betis jugó cuatro temporadas más, siendo el alma de un equipo que volvió a Primera en 1958 después de pasar la peor época de su historia, con siete años de estancia en Tercera División (de 1947 a 1954). El Betis, de la mano de Luis del Sol, subió en 1958. Disputó una temporada y media más en Primera con el Betis, hasta que en 1960 fue traspasado al Madrid por el presidente Benito Villamarín. Santiago Bernabéu pagó seis millones y medio de pesetas al Betis y reforzó a un Madrid que buscaba la victoria en la Copa de Europa.
Del Sol llegó a Madrid y se hizo amigo de Alfredo Di Stéfano, que lo adoptó para vivir una amistad que siempre perduró entre ambos. En uno de los mejores equipos de la historia, Del Sol deslumbró con su velocidad, clase y potencia. Nada más llegar fue parte importante en el triunfo de la Copa de Europa de 1960 en la recordada final de Hampden Park, en Glasgow, donde el Madrid de Santamaría, Gento, Puskas, Di Stéfano y Del Sol ganó 7-3 al Eintracht de Fráncfort. Del Sol jugó dos temporadas más en el Madrid hasta que la Juventus desembolsó 35 millones de pesetas al Madrid, con el que se despidió ganando la final de la Copa de 1962 al Sevilla. Con ese dinero, el Madrid pagó los terrenos para albergar su antigua ciudad deportiva. En el Madrid jugó 96 partidos, haciendo 32 goles, y es reconocido como uno de los grandes de su historia.
Del Sol aterrizó en la Juventus y se adaptó a la perfección a la gran entidad italiana, presidida por Gianni Agnelli, que quedó prendado de él en una eliminatoria de la Copa de Europa con el Madrid, con desempate incluido en París. En la Juventus jugó ocho temporadas, ganando una Liga italiana y una Copa. Del Sol fue un prodigio de regularidad en un fútbol tan complicado como el italiano, jugando junto a otros mitos de la historia del club juventino como el meta Sarti, Sivori o Charles. Del Sol aparece en el salón de la fama del cuadro italiano y es uno de los futbolistas más admirados por la afición turinesa. Sus viajes a Turín eran continuos para participar en homenajes de la Juventus. Historia viva del fútbol, Del Sol se marchó a la Roma en el verano de 1970, donde fue entrenado por Helenio Herrera.
Hablar de Luis del Sol es hacerlo de la historia del fútbol en el siglo XX, de su relación con Di Stéfano y Puskas, del gol que le hizo al Sevilla en el primer derbi que se jugó en Primera entre Betis y Sevilla después de que los verdiblancos jugaran siete años en Tercera, ganando 2-4 el día de la inauguración oficial del Sánchez Pizjuán. También de su estancia en Italia en la mítica Juventus y sus vacaciones en Sevilla, donde regresaba cada verano en coche para jugar partidos con sus amigos del barrio de San Jerónino. Del Sol se quiso despedir de su equipo del alma en 1972, jugando en el Betis con 37 años y casi gratis. No pudo evitar el descenso a Segunda del conjunto verdiblanco, pero fueron muchos más los béticos que pudieron decir que vieron a Del Sol jugando en el Benito Villamarín. Persona de una gran bondad y rectitud, Del Sol fue entrenador del Betis en las temporadas 85-86 y 86-87, además de la 2000-2001. En esta última logró el ascenso a Primera con el Betis, para luego asumir su dirección deportiva durante dos años más con Manuel Ruiz de Lopera de presidente. El fallecimiento de Del Sol ha causado un gran impacto en el Betis, cuya ciudad deportiva tiene su nombre desde 2010. Del Sol era considerado el futbolista más importante de la historia del club andaluz.
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