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DeChambeau asombra con un cañonazo antológico

El golfista estadounidense logra un golpe imposible de 370 yardas gracias a su enorme potencia

Juan Morenilla
DeChambeau, en el Arnold Palmer Invitational, este sábado.
DeChambeau, en el Arnold Palmer Invitational, este sábado.SAM GREENWOOD (AFP)

Venía avisando Bryson DeChambeau, el golfista estadounidense de 27 años que en los últimos tiempos ha revolucionado su deporte con una descomunal pegada. Iba a atreverse, sí, a utilizar el driver en el hoyo 6 de Bay Hill, sede estos días del Arnold Palmer Invitational, un par cinco de unos 500 metros en el que un inmenso lago separa el tee de salida del green. Los mortales bordean el agua con el primer golpe para pasar al ataque a la bandera con el segundo. Demasiado previsible para el cañonero DeChambeau, que esperaba las condiciones ideales (fuerza y dirección del viento) para intentar lo imposible, sobrevolar el agua con el primer golpe. Lo probó el golfista forrado de músculos en las rondas de prácticas, pero ni el jueves ni el viernes la calculadora le dio el visto bueno. Hasta este sábado, cuando sacó de la funda el fusil y mandó la bola a 370 yardas (unos 338 metros) con el primer golpe. Fue el driver más largo en ese hoyo desde 2003, y lo celebró con los brazos abiertos en medio de una algarabía. “Ha sido increíble tener a los aficionados ahí y lo que he hecho. Espero volver a hacerlo”, dijo.

Aunque la machada solo le sirvió para cazar el birdie, DeChambeau demostró una vez más que no va de farol. El golfista de la boina se ha propuesto hacer entrar al golf en una nueva dimensión, la de un pegador superlativo capaz de dar golpes a los que muy pocos (o nadie) se atreve. Ya lo demostró en el pasado Masters de Augusta, aunque le faltó control para domar toda esa salvajada de potencia.

DeChambeau

Los efectos de su apuesta por la fuerza bruta han llevado incluso a los organismos rectores del golf, la USGA y el Royal and Ancient, a plantear la prohibición de los palos de 48 pulgadas, como el que ha probado DeChambeau, y que la longitud máxima sea de 46 pulgadas. El debate sobre la distancia, y los efectos que el aumento de metros ganados al campo tiene sobre la esencia del golf, sigue muy presente. Golpe a golpe, DeChambeau sigue haciendo que todo el mundo hable de él.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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