Caruana y Niepómniachi salen triunfantes del ataúd
Ding y Vachier-Lagrave pierden la ‘muerte súbita’ tras dominar sus respectivos duelos por 2-1
La fortaleza psicológica siempre ha sido muy importante en ajedrez, pero es probable que cada vez lo sea más, por la aceleración del ritmo de juego y el progreso técnico, que origina defensas muy resilientes. Fabiano Caruana e Ian Niepómniachi parecían derrotados en la cuarta jornada (2ª ronda) del torneo rápido Magnus Carlsen International, que se disputa en el club virtual Chess24, pero remontaron y triunfaron en el desempate. Caruana comparte el liderazgo con Carlsen, a quien se enfrenta este miércoles.
Fueron tres horas y media trepidantes. Si en lugar de ajedrez hubiera sido un torneo de gladiadores, el ruedo habría quedado lleno de sangre. El duelo entre el 2º (Caruana) y el 3º (Ding) del mundo empezó con el chino permitiendo que le comieran una torre a cambio de una peligrosa iniciativa. El ítalo-estadounidense no se arredró, y jugó también a ganar hasta que se firmó un empate no apto para cardiacos, con ambos reyes bordeando una red de mate.
Tras un largo y muy luchado empate en la segunda partida, Ding rechazó las tablas por repetición de jugadas en la tercera, se lanzó, provocó una imprecisión de Caruana y ganó de manera impecable. Pero fue él quien no vio una manera muy sibilina de asegurarse el empate en la cuarta, muy emocionante, que terminó perdiendo. Entonces tuvo que jugar con blancas el Armagedón (cinco minutos para las blancas, obligadas a ganar, y cuatro para las negras), pero la posición de Caruana tras la apertura era poco menos que inexpugnable. A Ding solo le quedaba una actitud kamikaze, y perdió.
El otro duelo fue incluso más vibrante. Niepómniachi, quien había dado la sensación de no estar fino durante la primera ronda (frente a Caruana), tiró la casa por la ventana en el asalto inicial con un tempranero sacrificio de pieza a largo plazo. Pronto se vio que el alto riesgo estaba justificado porque su ataque era fuerte y consistente en una posición muy difícil de jugar; por eso ambos cometieron errores, y el ruso no supo encontrar el camino preciso en su ofensiva, lo que le llevó a la derrota.
En el segundo asalto fue Vachier-Lagrave quien sacrificó una pieza a largo plazo, pero el ruso aguantó la presión y logró un empate balsámico. Todo indicaba que el francés no iba a tener problemas para forzar otro en el tercero con negras, pero una imprecisión dio una oportunidad de ganar al ruso, que no la vio. El nuevo empate dejaba a Vachier-Lagrave al borde del triunfo, porque además jugaba con blancas la cuarta partida. Y la posición tras 20 movimientos era muy sosa, sin damas. Pero Niepómniachi se las arregló para llegar a un final de piezas menores favorable, e impuso su ventaja.
Lo más sorprendente fue la muerte súbita, porque Vachier-Lagrave, obligado a ganar con blancas, cayó en un truco táctico nada más salir de la apertura, y quedó perdido de inmediato. La inconsistencia que siempre ha definido a Niepómniachi se sigue viendo en este torneo, pero su calidad técnica está fuera de toda duda, como demostró hace solo un mes en el Torneo de Candidatos. Por tanto, sus aspiraciones de ocupar una de las cuatro primeras plazas, que dan billete para las semifinales, siguen siendo razonables.
Clasificación (las victorias sin desempate dan tres puntos; con desempate, dos): 1º-2º Carlsen y Caruana 5 puntos; 3º-5º Nakamura, Ding y Vachier-Lagrave 4; 6º Niepómniachi 3; 7º-8º Firouzja y Giri, 0. Las partidas se juegan cada día a las 16.00 en Madrid, 11.00 en Buenos Aires, 09.00 en Bogotá y Ciudad de México.
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