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Rudy Fernández: “La hipnosis me ayudó a desbloquearme”

El alero internacional del Real Madrid repasa su biografía, su evolución como jugador y el presente del equipo blanco antes de afrontar la Copa del Rey

Faustino Sáez
Rudy Fernández, en el pabellón de Valdebebas.
Rudy Fernández, en el pabellón de Valdebebas.Luis Sevillano

Hace nueve meses fue padre por segunda vez; hace cinco conquistó su segundo Mundial con la selección; y hace uno renovó con el Real Madrid hasta 2022. Una madurez plagada de hitos para Rudy Fernández (34 años, Palma de Mallorca), que en la pista ejerce de multiusos de Pablo Laso y fuera de padrazo de Alan y Aura. “Me sé de memoria todos los diálogos de Cars. Desde aquí hago un llamamiento a Disney para que, por favor, saquen la cuarta entrega, porque los tres primeros dvd’s los tengo ya desgastados”, cuenta entre risas antes de viajar a Málaga para disputar la Copa, su torneo fetiche (cinco títulos y tres MVP, más que nadie). Por un lado del cuadro, Barça-Valencia y Real Madrid-Bilbao Basket (jueves, 19.00 y 21.30, respectivamente). Por el otro, Tenerife-Andorra y Unicaja-Zaragoza, el viernes. Esta vez no habrá clásico en la final como ocurrió en siete de las últimas 10 ediciones.

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Pregunta. ¿Cómo se vive la conquista de un Mundial a los 21 años y a los 34?

Respuesta. Son épocas y momentos muy diferentes. Ha sido un viaje muy enriquecedor entre uno y otro. En 2006 no sabíamos ni cómo celebrarlo, no sabíamos qué se hacía cuando ganabas un Mundial. Y, esta vez, lo celebramos menos de lo debido porque fue un campeonato muy exigente y acabamos fundidos. No podía imaginar que volvería a ser campeón del mundo. Y, encima, sin ningún jugador de la generación del 80. Nos merecimos esa felicidad porque muchos no confiaban en esta selección, los rivales no pensaban que podíamos volver a estar ahí. Fue un Mundial muy complicado y lo sacamos adelante estando todos unidos, como siempre hemos hecho en la selección. Lo recordaremos toda la vida.

P. ¿Siente que su papel de capitán y la historia humana que vivió durante el campeonato [su abuelo murió en verano y su hermana perdió al bebé que esperaba días antes de que él partiera a China con la selección] cambió la imagen que la gente tenía de usted?

R. Siempre he intentado separar la imagen que muestro en la pista, la agresividad al competir, con lo que soy en realidad. Los que me conocen lo saben. Pero es verdad que, con todo lo que me pasó, noté más que nunca el apoyo de la gente. Lo agradezco porque pasar por ese trance es muy duro. Mis compañeros y mi familia me sujetaron en los momentos difíciles y por eso decidí quedarme. Seguí por ellos.

P. Los cimientos de la familia.

R. Salí de casa con 12 años y, a esa edad, no eres consciente de la aventura que emprendes. Era un niño echao p’alante y amante del baloncesto y me fui de Mallorca a Barcelona. Primero pierdes parte de tu infancia y después renuncias a compartir los planes con tus amigos para centrarte en tu carrera. Pero, con los años, te das cuenta de que el mayor sacrificio y acto de generosidad fue el de mis padres dejando marchar a su hijo en busca de sus sueños cuando aún le están educando. Siempre les estaré agradecido por ello.

P. ¿Quiénes son sus ídolos y qué entrenador le ha enseñado más?

R. Están muy recientes las emociones vividas por Kobe Bryant, que fue una gran inspiración para muchos. Pero mi gran ídolo de vida es mi hermana [la exinternacional Marta Fernández], por la experiencia de superación que ha vivido, por no haber perdido nunca la sonrisa y porque su ejemplo me ha guiado para ser la persona que soy ahora. Después, con los entrenadores he tenido mucha suerte. Aíto [García Reneses] me formó como jugador; Pepu [Hernández] me enseñó a dar el paso que me faltaba, a asumir más responsabilidad. Y, después, Pablo [Laso] y Sergio [Scariolo] me han ayudado mucho en la pista y también mucho a nivel de cabeza.

Rudy Fernández en Valdebebas
Rudy Fernández en ValdebebasLuis Sevillano

P. De aquel joven que se formó en la cantera del Joventut al Rudy actual ha habido una mutación constante en su juego para adaptarse a todas las circunstancias propias y ajenas.

R. La experiencia y la madurez son eso. Cuando creces aprendes a prepararte mejor físicamente para cada temporada, a ejercitar la cabeza. Las lesiones, las operaciones y los años te hacen ser consciente de como tienes que adaptarte a tu cuerpo. El físico ya no es el de antes, pero siempre me he intentado adaptar al juego, y a lo que me piden los entrenadores. Me he ido adaptando a todo.

P. ¿Cómo ejercita la mente?

R. Hace años que recurro a la hipnosis como proceso de relajación, para limpiar la cabeza, dejar la mente en blanco y visualizar el camino correcto. En el deporte hay momentos en los que estás mentalmente bloqueado. Se llega a esa situación cuando piensas constantemente en los fallos, en los dolores, en lo que te molesta. La hipnosis me ayudó a desbloquearme. La imagen del deportista de élite es la de un tipo metido en una burbuja, pero no estamos libres de problemas y momentos difíciles, dentro y fuera de la pista, y la ayuda psicológica es necesaria.

P. ¿Encuentra paralelismos entre su bloqueo en la temporada 2016-17 y la situación que está atravesando Llull ahora?

R. Sergi [Llull] es absolutamente maduro como para identificar la situación que está viviendo. Para nosotros es un jugador muy importante, indiscutible. Es, junto a Felipe, nuestro capitán, el que ejerce de líder fuera y dentro del campo y él sabe que estas cosas pasan. Seguro que en esta Copa veremos su mejor versión porque ha trabajado duro para ello.

P. En mitad de la racha de cinco derrotas en siete partidos en enero salió a decir aquello de: “no estamos tan mal” ¿Cómo está el Madrid?

R. El Madrid y la selección son parecidos en eso. En la presentación del Mundial todos, periodistas y aficionados, estaban preocupados porque no había ningún jugador del 80, porque se acababa otra vez el ciclo y, al final, fuimos campeones. No damos valor a la trayectoria, a todo lo conseguido, y eso es un gran valor. Este equipo lleva muchos años a un grandísimo nivel. Cuando se pierde algún partido o algún título aparece el runrún pero es muy difícil lo que estamos consiguiendo. La historia pesa más que el runrún. En estos años hemos perdido a piezas clave como Doncic, Chacho, Mirotic, Ayón... y aquí seguimos, en una dinámica positiva.

P. También habló de “desconexiones puntuales” del equipo ¿Son fruto de la presión del calendario?

R. Cada vez hay más partidos y más exigencia. Los internacionales podemos llegar a los ciento y pico partidos esta temporada. Es algo exagerado. Tenemos la suerte de que somos 16 jugadores a las órdenes de un entrenador que sabe gestionar a la perfección el vestuario y gracias a eso estamos donde estamos y no estamos tan mal. Hay partidos en los que no hemos estado al nivel pero es algo normal. El cansancio mental cuenta. Pero la afición del Madrid sabe que este equipo lucha y compite hasta el final.

P. Cinco títulos, tres galardones de MVP... Se le da bien la Copa.

R. Es una competición especial. Ha enganchado a la gente, por el formato y la mezcla de aficiones, y a los jugadores nos motiva mucho jugarla y ganarla. Es el primer gran título del año y marca. Lo del MVP es secundario. Es un premio que llega al final si el equipo ha competido bien y eso se consigue yendo día a día.

P. ¿El Madrid llega a Málaga con ganas de desquite después de las dos últimas finales perdidas?

R. Los recuerdos están ahí. La última Copa sobre todo nos dolió mucho, pero la ambición te exige centrarte solo en esta. Será difícil por todos los rivales que hay. El Barça llega como un superequipo, pero nosotros tenemos nuestras opciones. Málaga también nos trae buenos recuerdos de aquel 2014 con la canasta de Sergi [Llull] que decidió la final y ojalá se repita.

P. Acaba de renovar hasta 2022, ¿se pone horizonte?

R. Llegué en el momento justo y es una suerte poder seguir dos años más en el club. Apostar por este proyecto fue la mejor decisión de mi carrera. No creo que aguante tanto como Felipe, pero no miro tan lejos. Cuando llegue el momento veré que es lo que me llena de verdad. La clave es seguir disfrutando de mis compañeros, de mi profesión, y seguir consiguiendo títulos.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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