El Valladolid deja escapar al Levante (1-1)
Marcos André y un penalti anotado por Campaña ponen las tablas en Zorrilla
Valladolid y Levante saltaron a Zorrilla a jugar al fútbol, a ir arriba y dejarse de especulaciones en noviembre. Ya habrá tiempo para calculadoras. Los números cantan: la Liga se ha convertido en tacaña en ataque y pobre en calidad, por eso se agradece que los de abajo animen a buscar los tres puntos. Blanquivioletas y granotas regalaron unos primeros 45 minutos entretenidos, con constantes aunque imprecisas llegadas. Los visitantes presentaban a Cárdenas como portero visitante, así que los de Sergio dijeron: veamos si sabe parar. Y supo, y supo, para despejar las acometidas de Guardiola, que marró un franco cabezazo, y Marcos André.
La tercera repetición consecutiva de once, en busca de engrosar la racha de dos triunfos pucelanos seguidos, chocaba con las siete citas consecutivas sin victoria para los de Paco López. Morales se empeñó, bien asistido por los incisivos Campaña, Roger y Son, en inquietar a Masip, pero Joaquín, su sombra, amargó cualquier amago de estrenar el marcador. El medio del campo parecía un solar, pues ante el insuperable Mansa y las dudas de la zaga levantinista el conjunto de Ronaldo, escaso de creatividad pero voluntarioso, optó por los balones largos. Misma escena en dirección contraria, pues el Levante disfruta mirando hacia adelante y sufre cuando toca retroceder.
Y así se vio en el minuto 56, cuando un contraataque conducido por el renacido Plano lo cabeceó el estupendo Marcos André, nombre propio en la resurrección del Pucela. Tercer gol en tres jornadas. El brasileño permite vaticinar muchas alegrías tanto en el campo como en la caja registradora vallisoletana. Los visitantes, apremiados, no lograban traducir en ocasiones su dominio y Alcaraz falló lo infallable en una contra clarísima. Al poco de ese regalo apareció un penalti absurdo de Joaquín, espléndido hasta el 82, sobre Dani Gómez. Transformó Campaña para reabrir la contienda y penalizar al Valladolid, que sin encerrarse atrás como en anteriores citas sí dejó la iniciativa a los visitantes. Hasta que llegó el castigo y la tensión de no perder en cinco minutos lo conseguido el resto del choque. Campaña, con un córner olímpico, rondó el alegrón final para los mediterráneos. Jota, que marcó la semana pasada contra el Granada, casi logra el gol definitivo con una vaselina frustrada por Cárdenas. La igualada supone el quinto 1-1 consecutivo para el Levante, que suma pero no convence, y apaga el ritmo de los locales, con sensaciones mucho mejores que el horrible rendimiento servido en las primeras jornadas.
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