El Alavés hunde a un inoperante Valladolid (0-2)
El equipo vasco, que falló un penalti, aprovecha la inferioridad numérica de un Pucela de nuevo sin ideas en ataque
El viejo y el nuevo fútbol se abrazan a la hora de mostrar cautela en las celebraciones. El clásico, el de festejar el penalti y expulsión del defensa vallisoletano Nacho pero luego sufrir que el disparo de Lucas Pérez se estrelle en el larguero. El moderno, que el mismo delantero del Alavés empale de maravilla un envío lateral de Jota Peleteiro pero que el VAR revele que había fuera de juego en el inicio de la jugada. El triste Lucas Pérez no daba crédito. Cero goles ante un Real Valladolid que salió animoso, con cambios en el once pero lastrado por la temprana inferioridad numérica; y un equipo vasco que se encontró el regalo de la pena máxima. El Pucela llevaba 108 partidos sin expulsiones. Los de Machín marraron ese premio tras merendarse El Yamiq un centro desde la izquierda y que su compañero Nacho tuviera que empujar al atacante, cuyo disparo desequilibrado había despejado Roberto.
Los dos conjuntos llegaban a esta cita desde lo bajo de la tabla, tras un inicio de temporada plagado de dudas, errores groseros y un saldo de puntos que siembra de dudas proyectos que año tras año intentan sufrir, aunque sea, un poco menos. Los ánimos iniciales de los vallisoletanos se apagaron en una tarde fría, lluviosa y ventosa en Zorrilla. Una vez más los de Sergio, sin respuestas desde el banquillo y sin imaginación para mover el sistema con sus cambios, se vieron incapaces de crear alguna ocasión, algo que espante las pésimas sensaciones del inicio de campaña. Al otro lado, las diabluras de Lucas Pérez, Joselu y Peleteiro una tripleta que ya quisieran sus rivales por la permanencia.
Fue este último el que, tras pasar por vestuarios, dibujó una jugada combinada por banda para romper los esquemas del Valladolid y que Tomás Pina colocara en la escuadra el pase desde línea de fondo. Gol y dolor para los locales, a quienes ya les cuesta bastante crear ocasiones normalmente como para hacerlo con diez. El Yamiq sacó bajo palos el que iba camino de duplicar la ventaja visitante ante la inoperancia blanquivioleta. La última pala de tierra sobre un Valladolid sin respuestas ante demasiadas preguntas, con Sergio más que cuestionado, la echó el recién ingresado Sáinz tras una nueva incursión alavesa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.