La revelación tiene 63 años

El plato principal fueron fajitas. De postre, unos pequeños churros con chocolate. El menú corría a cargo de Tiger Woods en la cena de los campeones celebrada el pasado martes. La tradición no se toca a pesar de que la pandemia dejara algunas sillas vacías. El club de las chaquetas verdes volvió a reunirse. Ausente Sergio García por covid, José María Olazabal llevó la banderita española mientras alrededor del mantel los más viejos contaban historias. Al frente Jack Nicklaus, 80 años y seis de esas prendas en el armario. Cinco colecciona Tiger. Olazabal hizo doblete (1994 y 1999), igual que Bernhard Langer (1985 y 1993).

El Masters es agradecido con quien vence en Augusta y todos sus ganadores tienen el derecho eterno a jugar el torneo cada año. Ese lujo se da Olazabal, aunque a los 54 años no disfruta de pasar el corte desde 2014 (se despidió con +14). El tiempo no pasa igual para todos aunque haya quien parece haber bebido de la fuente de la eterna juventud. Es Langer, el alemán que a los 63 años no solo conserva algo de su melena adolescente, sino un juego de manos de maestro. Langer cerró la primera vuelta con -4 (la mejor en su palmarés desde 1993, y ese año ganó), cargó rápidamente las pilas de su vieja carrocería y saltó de nuevo al césped para entregar +1 en la segunda y con -3 en total convertirse en el golfista más veterano en pasar el corte en la historia del Masters: con 63 años y un mes superó por unas semanas a Tommy Aaron y su registro de abril de 2000 —el récord en un grande es de Sam Snead, 67 años en el PGA 79—.

Langer tiene 37 Masters y 126 rondas en Augusta a sus espaldas. Olazabal, 31 y 98. El incombustible alemán es la figura del Champions Tour, el circuito sénior, en el que amasa 41 victorias y en 2020 ha sido el jugador con más ganancias por delante de Ernie Els, Kevin Sutherland y Miguel Ángel Jiménez.

Nicklaus es el ganador de más edad del Masters, con 46 años en 1986. Julius Boros, el más veterano vencedor en un grande. Tenía 48 cuando logró el PGA de 1968. Tom Watson estuvo a un dedo de la historia cuando casi gana el Open de 2009 con 59 en el carnet. Langer, con 63, es 45 años mayor que el más joven en este Masters, el argentino Abel Gallegos. El alemán casi dobla la edad media de quien conquista Augusta (32,2). En un circuito en el que siete de los 10 mejores del mundo son veinteañeros, el teutón aún reivindica lo que valen las arrugas.

Clasificación completa tras la segunda jornada.