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El Castellón, más socios que varios ‘Primeras’

El equipo albinegro, hundido incluso en Tercera, regresa al fútbol profesional

Los jugadores del Castellón celebran el ascenso en La Rosaleda de Málaga.
Los jugadores del Castellón celebran el ascenso en La Rosaleda de Málaga.EL PAÍS

Si el camino es agónico los éxitos se disfrutan más. Tal sufrida máxima parece ser el motivo de vida del CD Castellón, un club histórico venido a menos en la última década, caído en desgracia por arribistas gestores llegados al fútbol por puro negocio. En la noche del domingo, en Málaga, en el estadio de la Rosaleda, el Castellón resurgió de sus cenizas, regresando al fútbol profesional diez años después, ascendiendo a Segunda División tras vencer al Cornellà (1-0) en el tercer partido del playoff exprés, victorioso final después de sumar la decepción de su derrota ante el Logroñés ocho días atrás, vencer a la Peña Deportiva en el último minuto de la prórroga y culminar con un solitario gol de Ortuño un ascenso liberatorio y que le da la vida.

Un retorno al fútbol profesional se ha hecho esperar para un clásico de 98 años de vida, con once temporadas en Primera, alcanzando su mayor éxito en la 1972-73 con la disputa de la final de Copa perdida ante el Athletic de Bilbao en el Manzanares, contando en sus filas con ilustres como Del Bosque, Cela y Planelles, siempre presentes en la memoria de los aficionados orelluts. La Segunda ha sido la categoría a la que ha pertenecido el Castellón en 37 temporadas. Un club que ha estado al borde de la desaparición tras un descenso administrativo por impagos a Tercera en el curso 2010/2011.

Nada hizo cambiar el arraigo y sentimiento albinegro de una afición orgullosa hasta en tiempos de miseria. Mientras, a escasos ocho kilómetros, el Villarreal ocupaba posiciones nobles en Primera y viajaba por Europa, enfrentándose los castellonenses al segundo filial amarillo.

En junio de 2017 llegaron al Castellón unos nuevos gestores —Capital Albinegro—, con el empresario local Vicente Montesinos a la cabeza. Montesinos llegó respaldado por dos exjugadores de la casa y del Valencia, Ángel Dealbert y Pablo Hernández —a sus 35 años, todavía referente en el ascenso a la Premier del Leeds de Bielsa— y devolvió la esperanza a los orelluts.

El Castellón contó con 12.700 socios en su última temporada en Tercera después de siete años de pertenencia en la categoría autonómica, logrando el ascenso a Segunda B dos años atrás y disparando la ilusión de la capital de La Plana. En el presente, el club cuenta con 14.000 abonados que, hasta el confinamiento, abarrotaban el estadio Castalia. Más socios que clubes de Primera como el Leganés, Getafe o Eibar.

Óscar Cano (Granada, 47 años), ha sido el encargado de dirigir al Castellón al ascenso. Tras una dilatada experiencia en banquillos de Segunda B y una temporada a los mandos del Salamanca en la división de plata, Cano llegó a Castalia en diciembre de 2018 con el curso empezado y con el modesto propósito de mantener al equipo en Segunda B, empresa que consiguió en la última jornada. Los rectores del Castellón mantuvieron la confianza en el técnico, un líder para el vestuario tanto a nivel profesional como humano.

Con un presupuesto de 2,5 millones de euros y una deuda a largo plazo estimada en unos dos millones, el Castellón resurge de nuevo. El fútbol profesional abre los brazos a un histórico casi centenario.

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