La controvertida reaparición de Djokovic
El serbio peloteó el lunes con otro jugador sobre la pista de un club marbellí, cuando la normativa todavía impide hacerlo, por un error de interpretación que también obliga a frenar a Nadal
El pasado 11 de marzo, cuando la tormenta ya arreciaba y las informaciones ya indicaban que se iba a cancelar el Masters 1000 de Miami, tras anunciarse la de Indian Wells apenas dos días antes, Novak Djokovic cogió un vuelo de regreso a Europa junto a su equipo y se dirigió a Marbella. El serbio, ganador de 17 grandes y residente en Montecarlo, decidió instalarse en la Costa del Sol para entrenarse allí durante las (entonces) seis semanas de suspensión y preparar el desembarco en la gira de tierra que también acabaría saltando por los aires. Se desplazó junto a su esposa e hijos, y se reunió con sus hermanos Marko y Djordje.
No es raro ver a ambos pelotear en la arena del Club de Tenis de Puente Romano, foco ahora de la controvertida reaparición del número uno. El lunes, Nole reemprendió la marcha y publicó en su Instagram un vídeo en el que se le veía entrenarse junto a Carlos Gómez-Herrera, el 428º del ranking mundial, que hacía de sparring y correteaba tras la pelota en la pista principal del complejo. La sorna de Djokovic (“¿Te gusta correr, Carlos?”) vino acompañada del citado vídeo y, posteriormente, de la polémica. ¿Jugar en un club privado y frente a otro jugador? No es legal. No por ahora, atendiendo a la normativa en torno al regreso a la actividad de los deportistas en la fase 0.
“Ante las dudas que en algunos aspectos ofrece la Orden Ministerial, y tras haber formulado las oportunas consultas al CSD, la apertura de los centros de entrenamiento y clubes se producirá a partir del lunes 11 de mayo. A partir de esa fecha, cada entidad, con los protocolos y las debidas medidas de higiene y seguridad, podrán abrir sus instalaciones para jugadores DAN [Deportista de Alto Nivel] / Profesionales y federados para facilitar su entrenamiento”, emitió la Real Federación Española de Tenis (RFET) a través de un comunicado, con el objetivo de despejar la confusión que suscita la norma entre los tenistas. Porque no ha sido Djokovic el único infractor, sino varios los profesionales despistados en España.
“En cada momento deberán seguirse las directrices que marque la normativa sobre apertura de instalaciones deportivas que nos irá comunicando el Gobierno”, proseguía la nota federativa, anticipando que esta semana publicará un documento informativo con las pautas a seguir en la preparación durante la fase 1 [a partir del día 11], a expensas de las modificaciones que el Gobierno y las autoridades sanitarias puedan promulgar y de obligado cumplimiento para todos.
Con permiso del centro
Las imágenes de Nole, raqueta en mano e intercambiando bolas con otro jugador, levantaron este martes una buena polvareda que obligó a interceder al Club de Puente Romano. “Recibimos la solicitud del Sr. Djokovic (…), entendiendo que a partir del 4 de mayo los deportistas profesionales estaban autorizados a entrenarse, y se le autorizó a utilizar nuestras instalaciones”, expuso el centro en un escrito; “una consulta posterior a la Federación (…) nos aclaró que habrá que esperar hasta el 11 de mayo para hacer uso del club de tenis. Esta aclaración ha sido compartida con el Sr. Djokovic y ambas partes hemos convenido que se reanuden los entrenamientos a partir de esa fecha”.
“Lamentamos que nuestra interpretación de la norma pueda haber sido equivocada y que esto pudiera haber causado algún inconveniente tanto al Sr. Djokovic como a cualquier otro ciudadano de buena fe”, concluían desde el lujoso resort, donde han veraneado personalidades del fútbol como Zinedine Zidane, David Beckham o Gareth Bale. Un espacio que frecuenta Djokovic, el rey actual del circuito. Cada vez que el calendario le ofrece una tregua, el de Belgrado suele a escaparse a Marbella, donde vive su hermano Marko y acostumbra a escaparse para relajarse practicando yoga en la playa y completar la pretemporada.
CSD y Federación, versiones opuestas
El sol y el salitre le inspiran, al igual que a Rafael Nadal. El mallorquín, que en una entrevista con EL PAÍS confesaba que tiene muy pocas esperanzas de que se reanude la competición este año, también arrancó el lunes con los entrenamientos, pero al no poder hacerlo en su academia de Manacor, el búnker habitual –ahora cerrado y con alumnos de 42 nacionalidades en su interior–, apostó por desplazarse a la casa de un amigo y ejercitarse allí por la mañana, sobre una pista de cemento y bajo la supervisión de su técnico, Carlos Moyà.
“En este caso, la forma de proceder ha sido correcta”, trasladan a este periódico desde el Consejo Superior de Deportes (CSD). “Las pistas públicas no tienen programada su apertura hasta la fase 1, pero Rafa ha recurrido a una privada y se admitía la presencia de otra persona [el preparador], con arreglo a la norma”, agregan desde el organismo. Sin embargo, esta versión choca con lo señalado por la Federación en su nota vespertina del lunes, en la que se hacía constar que durante la fase 0 “no está autorizado el entrenamiento de ningún colectivo (DAN, profesional o federado) dentro de una pista de tenis”.
Tanto Djokovic como Nadal, al igual que otros tenistas de élite españoles, interpretaron que podían reanudar la actividad en su hábitat natural, pero la irrupción del texto de la Federación les obligará a postergar su retorno a las pistas hasta el próximo lunes. La ilusión les duró apenas un día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.