Nirmal Purja, ‘el rey de los ochomiles’: “La montaña no pertenece a nadie, no hay un juez”
EL PAÍS entrevista al polémico alpinista nepalí que subió las 14 grandes cumbres en seis meses, hizo la famosa foto de las colas en el Everest y desplegó una bandera kuwaití de 100 metros en otra cima
Nirmal Purja (Myagdi, Nepal; 30 años) representa ese alpinismo mediático que hoy inquieta a quienes siempre han defendido una ética en la montaña más allá de los récords. El nepalí, un antiguo soldado gurja (pueblo combatiente), no deja de ser noticia por sus polémicas expediciones. Completar los 14 ochomiles del planeta en seis meses levantó tanto asombro como suspicacias por la cantidad de ayudas que empleó. Desplegar una bandera kuwaití de 100 metros en la cima del Ama Dablam (6.816m) volvió a llenarle de críticas. Purja se rebela y defiende el valor de su “misión”.
Pregunta. Subir los 14 ochomiles en seis meses. ¿Siempre creyó que era posible?
Respuesta. Sí, siempre creí que lo conseguiría. Si no hubiese tenido confianza, no habría dicho que lo haría. Sobre todo porque represento a los gurjas, que son conocidos por ser los más valientes de las fuerzas especiales británicas. Son gente que está a otro nivel. Y, por supuesto, a los sherpas y la comunidad de escaladores nepalíes, que son una referencia en los ochomiles.
P. ¿Por qué es importante ese récord, qué significa?
R. Es muy importante porque he querido establecer una percepción del potencial humano. Y también porque creo que los escaladores nepalíes no recibimos, como comunidad, el reconocimiento que merecemos. Paralelamente, la Tierra es nuestra casa, el efecto del calentamiento global es inmenso y tenemos que hacer algo al respecto. Quería aumentar la sensibilización sobre nuestro planeta. Estas son las causas principales por las que era tan importante para mí.
P. Ha recibido muchas críticas de alpinistas que no consideran ética su actividad, por las ayudas que ha recibido. ¿Qué opina?
R. Sí, la gente siempre dirá eso. Yo escalo todas esas montañas exactamente como lo han hecho otros. He colocado las cuerdas fijas yo mismo con mi equipo, y hemos ascendido una ruta inédita en el Annapurna desde 1970. Mientras batía el récord, también he guiado a otros y he hecho múltiples rescates, concretamente en el Kanchenjunga, donde no dormí durante cuatro días mientras escalaba directamente desde el campamento base a la cumbre. Rescatamos a tres escaladores dándoles nuestro oxígeno a 8.430 metros. Si te paras un momento y observas la magnitud de la misión que hicimos en el Kanchenjunga, es enorme, es incomparable. Y en el K2, el 90% de los montañeros abandonan. Estuvieron en esa montaña también y todos abandonaron, y fui con mi equipo y abrí una ruta para todos los demás. En el Shisha Pangma hemos abierto otra nueva ruta. Así que, ¿quién define qué es el alpinismo? ¿Quién es el juez? No hay juez en la montaña. Es un deporte libre, o solía ser así. Establecí el récord siguiendo mi propio estilo. Y no me afecta lo que dice la gente. Tengo mis propias opiniones y mis propias razones por las que he hecho esto. Vale si la gente hace comentarios negativos. Los puede hacer porque no puedo obligar a nadie a decir cosas buenas sobre mí. Pero dentro de mi corazón, sé que mis intenciones eran buenas. Sé cómo he escalado. La gente solo conoce el 5% de la historia real, y espero que se haga justicia cuando se estrene una película y se publique un libro sobre este proyecto.
P. Escaló Everest y Lhotse en el mismo día, el 22 de mayo. Dos días después, el Makalu. Enlazó cinco ochomiles en 12 días. ¿Eso es disfrutar del alpinismo o solo subir por subir?
R. Por supuesto que he disfrutado. He escalado tres picos en 48 horas y no me afectaba la altitud. A la gente normalmente le afecta al subir un pico de 8.000 metros. A mí no me pasó. Me encanta lo que hago. Y cuando no te perjudica la altitud, claro que disfrutas del esfuerzo.
P. ¿Qué es el alpinismo para usted?
R. Mire, yo serví en las fuerzas especiales. Y cuando vas a las fuerzas especiales, entre tantos candidatos solo una minoría muy pequeña supera la barrera. Yo lo hice y serví en todo el mundo durante 10 años, y las cosas que hice… Si contase alguna de las historias que viví, la gente diría: "¿Qué demonios...?" Sí. Cuando haces todo esto crees que eres invencible. Ser un gurja te hace sentirte superior. Y la razón por la que amo la montaña es que siempre pone las cosas en perspectiva para mí. Y eso me encanta. Yo me creía invencible, pero eso no sirve mucho en la montaña porque ahí arriba te das cuenta de lo pequeño que eres.
P. ¿Cree que ha conseguido transmitir el mensaje que quería?
R. Creo que sí. Yo era un tipo que nació en los valles y que no tenía ni chanclas. De ahí pasé a entrar en los gurjas, a ser el primer gurja en superar la selección para las fuerzas especiales del Reino Unido, el SBS, el Special Boat Service, y de ahí a batir todos esos récords en la montaña cuando no tenía financiación, cuando la gente no creía en mí, cuando todo era una locura. Pero resistí y resurgí. No necesitas a nadie, no tienes que tener toda la logística y el apoyo si crees realmente en ti y das el 100% con una actitud positiva. Entonces puedes hacer posible lo imposible. Ese es el mensaje.
P. ¿Había también un componente nacional en su aventura? ¿Quería demostrar que los alpinistas asiáticos pueden escalar como los europeos y los estadounidenses?
R. Bueno… este proyecto nunca estuvo relacionado con ninguna casta o raza, ni con el dinero. No había codicia ni fama, no había nada egoísta en el proyecto. Todo estaba relacionado con la humanidad, con los seres humanos, con el establecimiento de una percepción del potencial de las personas. Y esa es la razón por la que gente de todo el mundo se unió para hacer que esto sucediese. Incluso cuando China dijo que no al Shisha Pangma, ocurrió. Y eso es porque no hay egoísmo o interés propio. Cuando suceden las cosas más grandes es cuando no hay codicia, es cuando la gente se une por una razón mayor.
P. Usted hizo la famosa foto de las colas de 200 alpinistas en la cima del Everest. Murieron varias personas debido a la aglomeración en el techo del mundo. ¿No cree que el alpinismo tiene hoy en ocasiones un aspecto mediático y de imagen que antes no tenía, y que eso aumenta los peligros?
R. Sí. Yo pasé miedo el día del gran atasco en el Everest. Pudo morir más gente si las condiciones hubieran sido peores. Todos querían subir y bajar. Pero la montaña es para todos, y todos tienen derecho a intentar subir.
P. ¿Por qué subió una enorme bandera de Kuwait a la cima del Ama Dablam?
R. En lo referente a la bandera, también me he dado cuenta de que hay algunos comentarios negativos. Todo el mundo lleva banderas a la cumbre. La mía era más grande, de acuerdo. Pero no llevamos ninguna bandera de McDonald's, ni ninguna bandera publicitaria. El día nacional de los kuwaitíes se aproximaba y querían que llevase la bandera, y les ayudé a realizar esa misión. Además, en el proyecto se empleó a 17 escaladores nepalíes, incluido yo mismo, y las cuatro personas del personal de cocina. Eso trajo economía al país y ayudó a la promoción turística de Nepal. No veo nada negativo en eso. Si la gente aterriza con helicópteros en la cumbre del Everest, ¿qué pasaría? La gente hace cosas descabelladas en la montaña.
P. ¿No cree que eso puede molestar a alguien?
R. No. La montaña no pertenece a nadie, es la naturaleza. Solo fuimos allí, desplegamos esa bandera y trajimos de vuelta cada parte, la bajamos a Katmandú. No dejamos ninguna huella. ¿Qué hay de malo en eso? La gente tiene sus propias opiniones. Y la gente dice que es una montaña sagrada, una montaña espiritual. Si las montañas son sagradas, ¿por qué las escalas? Es suelo sagrado, ¿por qué pones el pie en ellas? Todo consiste en cómo lo ve la gente. Para mí, no había intenciones negativas. Solo he visto el aspecto positivo de este proyecto y por eso, naturalmente, lo acepté. No tengo más comentarios que hacer sobre esto. La gente dice que era una carga pesada. Pero por eso éramos 17 personas transportando la carga. Estuve yo mismo en la cumbre. Lo hicimos como un equipo.
P. ¿Su siguiente reto?
R. La gente tendrá que esperar para saberlo.
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