Garbiñe Muguruza: “A veces soy cruel conmigo misma”
La tenista, de 26 años, habla sobre su unión con Conchita Martínez de cara a la próxima temporada y de cómo gestiona los buenos y los malos momentos: “Ahí está mi lucha, en no pasarme de exigente...”
Dispuesta a darle la vuelta a la tortilla y recuperar su mejor versión, Garbiñe Muguruza mira con optimismo hacia 2020, una temporada que arranca con novedad: Conchita Martínez ocupará su banquillo. Antes del cierre de año, la bicampeona de Grand Slam charló en Madrid sobre sus planes a corto plazo y algunas experiencias recientes como su ascensión a los 5.895 metros del Kilimanjaro, en un viaje a Tanzania.
“Es lo más duro que he hecho en mi vida”, expresó. “Conseguí subir, pero lo pasé muy mal. He pasado un frío de muerte, he dormido en un saco a temperaturas bajo cero preguntándome: ¿quién me mandaría ir? Quería probar mi límite en un reto completamente fuera del tenis y lo recordaré toda mi vida”, amplió la tenista, de 26 años y que actualmente es la número 35 en el ranking de la WTA.
Respecto a la decisión de contratar a Conchita, con la que ya conquistó Wimbledon y que también la dirigió durante un mes y medio el año pasado, en cuatro torneos de febrero a marzo, señaló: “Ha sido una decisión muy bonita. Nos llevamos genial desde hace muchísimos años. La conozco desde que tenía 14. No está nada garantizado, pero estoy muy cómoda y me hace mucha ilusión empezar el nuevo año con ella”.
Durante el acto, organizado en la sede madrileña de la aseguradora Caser y en el que también participó el exjugador y comentarista Àlex Corretja, la exnúmero uno adelantó que volverá a completar la pretemporada en Estados Unidos. “Por el clima”, quiso puntualizar mientras abordaba el concepto del éxito: “Tiene cosas buenas y malas. Todo el mundo tiene una opinión de ti, todo depende del momento. Los que hoy me quieren mañana me odian, siempre es así. Intento evadirme de todo eso y ser buena conmigo misma, porque a veces soy cruel, soy bastante exigente. Ahí está mi lucha, en no pasarme de exigente...”.
En este sentido, apuntó a la fugacidad de los buenos momentos. “Cuando pienso en esos torneos [Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017] me sale una sonrisa. Se pasan muy rápido y luego, cuando los recuerdas, piensas que tenías que haber disfrutado más de ellos porque estás en shock. Pasan enseguida. Cuando lo consigues, no te queda otra que al día siguiente empezar de cero otra vez. Siempre te acuerdas de lo bueno cuando las cosas no van bien”, afirmó.
Además, se refirió a la temporada que acaba y abrió la puerta a la venidera. “Vengo de un año difícil. No fue malo, pero a nivel de resultados ha sido peor y he sufrido problemas físicos”, indicó. “Pero simplemente es un año, en enero empezamos todas de cero. Hay que tener objetivos grandes y el mío es ser la mejor e intentar ganar trofeos muy grandes, pero si pienso así se me hace muy montaña. Empiezo día a día, me reúno con Conchi, pensamos qué vamos a hacer hoy... Poco a poco. He aprendido a tener otra perspectiva”, cerró la hispanovenezolana.
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