Kroos abandona la cueva

El pasado mes de mayo, Toni Kroos (Greifswald, Alemania, 29 años) ofreció su primera rueda de prensa en castellano, tras haber recurrido al inglés en sus anteriores intervenciones. Cinco años después de fichar por el Real Madrid, en 2014, el alemán celebró su renovación hasta 2023 —“La última”, dijo—, atreviéndose a responder en un idioma con el que se sentía por fin relativamente cómodo. “No lo hablo bien, pero se me entiende”, bromeó.

Aquella renovación encajó mal con la anhelada revolución que envolvía el ambiente del club, y que no contemplaba en Kroos un valor de futuro después de haber completado su peor temporada en el Madrid. Medio año después, el medio alemán recibe, además de los reiterados elogios de su técnico —“Es un jugador que no pierde el balón casi nunca y nos da fluidez en el juego”—, el de una afición que ha observado una transformación total en un jugador que ha mejorado en todos sus registros, y que esta tarde ante el Eibar en Ipurua (18.30, Movistar LaLiga) puede seguir mejorándolos.

“Toni es fútbol y tiene una intuición muy clara en esta profesión”, aseguran desde el club. “El año pasado él sabía en tiempo real que estaba mal. No era él, así que decidió prepararse por su cuenta con un preparador físico dos semanas antes de comenzar la pretemporada. Ahora sí se siente bien”, reconocen.

Ese plus de preparación le ha permitido completar con brío los 1.168 minutos que acumula esta temporada en los 14 partidos que ha disputado (es el 5º jugador más empleado por Zidane), y en los que ha marcado tres goles (el curso pasado firmó uno en 43 encuentros), y ha dado tres asistencias (seis en la 2018-2019).

Mas remates y kilómetros

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Con el refuerzo de Valverde en el centro del campo, y la custodia perenne de Casemiro, Kroos ha aumentado su radio de actuación, que ahora refleja una mayor presencia en el área contraria. Las tablas estadísticas muestran que en solo un tercio de tiempo lleva más de la mitad de acciones en ese espacio que en todo el curso pasado: 19 a 32. También remata más en promedio, 30 a 49; y lo hace con más certeza a portería 13 a 16. Solo Benzema mejora sus números en ataque en Liga: 40 disparos a 21.

Cuestionado también por su poca implicación solidaria en defensa, la reconfiguración del alemán ha dado un vuelco a las tablas. Según recoge la muestra de la UEFA, Kroos acredita 43 kilómetros y medio recorridos en los cuatro partidos de Champions que ha disputado (casi 11 de media), más que ningún otro jugador del Madrid. Los siguientes en la lista son Carvajal (39,9), Varane (39,5) y Casemiro (38,9).

Lector curioso, apasionado de la NBA y de Roger Federer, Kroos, bromista y buen encajador, disfruta también conversando con Sergio Ramos sobre cómo mejorar el juego del equipo. “Le gusta hablar de fútbol pero para buscar soluciones a problemas tácticos, no tiene alma de entrenador ni mucho menos, es un hombre muy práctico. Con Sergio coordina los equilibrios entre el centro del campo y la defensa”, amplían desde el club, donde se muestran encantados con un jugador que mantiene costumbres de futbolistas de otro tiempo. “Lleva sin cambiar de modelo de botas años. No quiere modernidades, solo botas sencillas, de cuero y sin cosas raras”, amplían.

En el Madrid recuerdan también que en los primeros entrenamientos con el equipo que entonces dirigía Carlo Ancelotti —“Kroos nunca está preocupado, juega muy fácil siempre”, promulgaba por aquella época el italiano—, pedía ponerse con los españoles para familiarizarse con el idioma y con las bromas que le hacían. “En este sentido es un español más”, describen.

Desde aquel estreno castellano hasta hoy han mediado varias intervenciones en el mismo idioma, que no han hecho más que reforzar la idea de que en su sexta temporada en el Madrid, Kroos se siente más cómodo que nunca.