Agapito Iglesias dice que el pago a los jugadores del Zaragoza fue una prima y no dinero para amañar
El expresidente del club aragonés declara en el juicio por el supuesto arreglo del partido de 2011 contra el Levante
Agapito Iglesias, presidente del Zaragoza en la temporada 2010-2011, en cuya última jornada el club presuntamente compró a los jugadores del Levante para que se dejaran ganar y evitar así el descenso, ha mantenido este miércoles en el juicio que se celebra en Valencia que el sospechoso pago de un millón de euros realizado días antes del trascendental partido por la entidad aragonesa fue, en realidad, el abono de una prima a los miembros de su equipo por conseguir la permanencia. El fiscal le ha preguntado por la circunstancia extraña de que el pago de la prima se hiciera pocos días antes del encuentro disputado en el estadio del Ciutat de València, en el que se decidió la permanencia, y no después de la victoria, como hubiera sido lógico. Iglesias ha justificado la anomalía de pagar por adelantado afirmando que en el Zaragoza existía en aquel momento una total falta de confianza debido a una situación económica calamitosa: “Los jugadores no se fiaban de que les íbamos a pagar. Para entonces ya habíamos dicho que nos íbamos a declarar en concurso de acreedores”, ha declarado.
Iglesias, empresario de la construcción y la obra pública, fue presidente del Real Zaragoza entre 2010 y 2014 y es uno de los 42 acusados en el primer juicio que se celebra desde el martes en España por el supuesto amaño de un partido de Primera.
Está acreditado que entre el 18 y el 20 de mayo –el partido se disputó el 21 de mayo-, el club dio a nueve de sus jugadores, al entrenador, Javier Aguirre, y al director deportivo, Antonio Prieto, todos ellos sentados ahora en el banquillo, 965.000 euros. Casi todo el dinero fue entregado mediante transferencias bancarias y los destinatarios retiraron las cantidades de forma inmediata. Según la Fiscalía Anticorrupción, LaLiga y el Deportivo de la Coruña, que ejercen la acusación, sacaron el dinero y se lo dieron a los 18 jugadores del Levante convocados aquella jornada (y ahora también acusados) para comprarlos. Repartir una cantidad importante entre varias personas con el objetivo de diluirla es un mecanismo habitual en las operaciones de blanqueo de capitales, señalan fuentes de la acusación. Y la súbita falta de movimientos que registraron las cuentas de los jugadores del Levante en las semanas siguientes al encuentro apunta a que a partir de esa fecha contaron con relevantes sumas en efectivo, lo que constituye un indicio de que el amaño se produjo.
Contradicciones
Iglesias, el representante legal del Real Zaragoza (la entidad está acusada como persona jurídica), y los otros dos directivos que han declarado también este miércoles, Francisco Javier Porquera y Francisco José Checa, han negado el delito de corrupción deportiva y el de falsedad documental que se les atribuyen. Pero el asunto genera contradicciones entre los acusados. Varios jugadores que recibieron las transferencias antes del partido sostuvieron en la fase de investigación que sacaron el dinero de sus cuentas y se lo devolvieron al club en efectivo. Un extremo que Iglesias y el resto de antiguos dirigentes del Zaragoza han rechazado.
¿Por qué solo recibieron la supuesta prima por permanencia anticipada los jugadores Ander Herrera, Maurizio Lanzaro, Toni Doblas, Paulo César Da Silva, Braulio, Leonardo Ponzio, Gabi, Jorge López Montaña y Carlos Diogo?, ha preguntado a los acusados el fiscal. El exdirectivo Francisco Javier Porquera ha sostenido que no resultaba igual de importante “extramotivar” a todos los integrantes de la plantilla. Y que también se pagó al entrenador y al director deportivo porque eran piezas clave de la estructura deportiva. “En otros clubes se dan primas o al utillero o al masajista. Y usted dirá: ‘pero si no le dan al balón’. Pero sucede”, ha dicho Porquera.
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