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La trama, a un jugador de Tercera que falló en un amaño: “Te vas a arrepentir”

La red de corrupción deportiva amenazó en 2017 a un jugador del CD Sariñena tras fracasar el arreglo de un partido por el que había pagado 15.000 euros

El jugador del Deportivo Iñigo López tras ser puesto en libertad con cargos
El jugador del Deportivo Iñigo López tras ser puesto en libertad con cargosJavier Blasco (EFE)

El 13 de abril de 2017, la trama de corrupción deportiva presuntamente encabezada por los exfutbolistas Raúl Bravo y Carlos Aranda fracasó en el intento de amañar un encuentro de Tercera división entre dos equipos aragoneses, el Sariñena y el Cariñena. El partido acabó 1-0 a favor del primero, un resultado distinto al que la trama esperaba y por el que habían pagado por adelantado 15.000 euros, según se desprende de los mensajes intercambiados por una aplicación de mensajería instantánea que la policía ha podido recuperar de los teléfonos móviles de varios de los imputados y que aparecen recogidos en los informes policiales incorporados al sumario de la Operación Oikos.

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La policía concluye que en el supuesto amaño frustrado de aquel partido tuvieron un papel destacado tres de los jugadores en activo actualmente imputados en la causa. Íñigo López, actual jugador del Deportivo, y Samu Sáiz, del Getafe, fueron los presuntos intermediarios con la plantilla del equipo local, en el que el contacto era Carlos Martín Briones, entonces jugador de Sariñena y también investigado en la causa, quien tenía una relación de amistad de Sáiz. En los mensajes se recoge que la trama supuestamente sobornó a seis jugadores del equipo local. Tres de ellos, los que tenían mayor peso de la plantilla, supuestamente se iban a embolsar 3.500 euros cada uno. A los otros tres, calificados por la propia red de amaños como “novatos”, les correspondían 1.500.

Sin embargo, la misma tarde del partido, y al ver que no se producía el resultado pactado, los mensajes que cruzan Aranda con Íñigo López y este con Samu Sáiz revelan el malestar y nerviosismo por el fracaso. “Pero es que no me jodas. Estoy flipando, tío”, se queja Aranda. Mientras, Íñigo López contacta con Samu Sáiz y se lamenta: “Son bobos. Ya se lo dije… Pero son principiantes. Va y no sale”. Al día siguiente ambos organizan un viaje a Madrid para supuestamente rendir cuentas ante Bravo y Aranda, además de ver el modo de cobrar el dinero adelantado a los futbolistas del Sariñena.

Durante meses, Íñigo López y Samu Sáiz presionaron a Martín Briones, el jugador del equipo aragonés que había sido el contacto con la plantilla, para que los jugadores que habían recibido dinero por adelantado lo devolvieran con intereses por lo perdido por la trama en las apuestas. Sin éxito. El argumento del jugador del Sariñena es que ni él y ni otros tres futbolistas podían hacer frente en ese momento a la deuda que les reclamaba la trama, y que era de 2.500 euros por cabeza (2.000 del adelanto más 500 por las apuestas perdidas). En septiembre, cinco meses después del amaño fallido, Íñigo López —que admite su temor a que su esposa se entere— sube el tono de los mensajes que envía por el móvil al jugador del Sariñena, al que se refiere con el alias de El Mulato: “Te vas a arrepentir”.

“Íñigo, te voy a decir una cosa muy clara y me arrepiento de lo que hice porque la cagué igual. (...) Espero que no le pase nada a los chavales”, se defiende Martín Briones. “Que me pagues algo ya, tío”, le responde el futbolista del Deportivo antes de amenazarle con cobrar “de una manera u otra”, ya que está dispuesto a cobrar “sí o sí”. Incluso le propone que pague “de 500 en 500 o lo que sea, pero ya”.

En enero de 2018, con Martín Briones fuera de la plantilla del Sariñena, las amenazas siguen. López advierte que iba a vender la deuda a un tercero para que estos se encargasen de cobrarla: “Tengo los datos de los chavales y sé dónde les localizan. Si quieres arreglarlo, está en tu mano, tío”, le espeta a Martín Briones. La policía recoge en el informe que este, lejos de amedrentarse, “le comenta que dirá su nombre a la policía si le pasa algo a alguno de sus compañeros de equipo”.

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