Márquez logra la ‘pole’ y martillea el ánimo de Ducati
El piloto de Honda saldrá desde la posición preferente para romper su sequía en Austria
El legendario Ángel Nieto contaba que conocía tan bien cada rincón del circuito del Jarama que era capaz de encadenar sus curvas "casi con los ojos cerrados". El 12+1 -recientemente se han cumplido dos años de su muerte- destacaba que se sentía tan cómodo rodando por la pista madrileña que la consideraba como una extensión de su propia casa. No es nada raro que los pilotos tengan circuitos fetiches, trazados que se les dan especialmente bien y donde consiguen buenos resultados, ya sea por que casan con su estilo de pilotaje o por que se adaptan a las especificaciones de su moto.
Si se atiende a su currículum, a Marc Márquez le entusiasma la totalidad de los circuitos del Mundial. Acumula victorias en 18 de ellos o, lo que es lo mismo, en todos menos en uno. Le falta el Red Bull Ring, pero tiene las bases puestas para completar la colección. Márquez saldrá el primero de la parrilla en el Gran Premio de Austria. Una vuelta rápida que destrozaba el récord del circuito, 1'23"0, le sirvió este sábado para alejar a Fabio Quartararo y a Andrea Dovizioso a cuatro décimas. Una grieta amplia en un circuito tan corto como el austriaco.
Es la séptima pole que se adjudica esta temporada, once carreras disputadas hasta ahora, y la 96 que atrapa en MotoGP, lo que le permite rebasar a Mick Doohan y ser el mejor poleman en la historia de la categoría reina. Récords a parte, la hazaña tiene un significado especial porque la logra en una pista que parece ser coto privado de Ducati. Las motos de Borgo Panigale han copado todas las victorias desde que el mundial regresara a Spielberg en 2016. Si bien el trazado austriaco carece de rectas largas que estimulen puntas de vértigo, sus 4,3 kilómetros de cuerda posibilitan una velocidad media en carrera de 182 kilómetros por hora, un privielgio para los motores más vigorosos.
Las poderosas Ducati se sienten cómodas en semejante escenario, y atisban un terreno propicio para recortar el abismo, 63 puntos, que hay entre Márquez y Dovizioso en la clasificación provisional para el título. "Tenemos un ritmo bastante fuerte, veremos quien dice la última palabra en la carrera", apuntaba Andrea Dovizioso, al concluir la sesión clasificatoria con el tercer mejor tiempo. "Será una carrera dura para nosotros", avanzaba Quartararo, deslizando que, pese a la buena posición para arrancar, las Yamaha sufren para ser regulares. "Márquez y Dovi están un paso por delante de los demás", abundó Rossi, que saldrá el décimo.
Márquez mostró un ritmo muy compacto durante todos los entrenos y lo rubricó con la pole. "He intentado ser lo más constante posible, será un factor determinante para la carrera", valoró el líder del mundial tras lograr la vuelta rápida. El de Cervera quiere rematar su colección de trofeos. Justo antes de saltar a la pista para cazar la pole, a Márquez le buscaron las cosquillas. Fue en la cuarta sesión de entrenos libres, los FP4, el ensayo que, dicen los pilotos, más se parece a lo que será la carrera, porque están programados en la misma franja horaria. Se rueda pensando en que, veinticuatro horas después, cuando se active el semáforo verde, la pista tendrá esa misma temperatura y las cualidades del agarre serán muy similares.
En ese entreno con rasgos de carrera Maverick Viñales y Andrea Dovizioso clavaron una vuelta en 1'23''9, un suspiro por delante del mejor crono que había fijado el líder del mundial. Márquez suele repetir un mantra que lleva la patente del jefe del director deportivo de HRC, Alberto Puig: "Lo importante es lo que pasa el domingo". Pero tan pronto como pisó el asfalto para disputar la pole, Márquez demostró que iba encendido. La rueda delantera de su Honda rebotaba a la salida de la curva 7, señal visual de que rodaba buscando los límites. A la segunda vuelta Márquez ya clavó un 1'23''3.
El asfalto ardía, 52 grados, convertido en un voraz devorador de gomas. Pero la pole es una vuelta a todo o nada, donde no es menester ir de reservón ni guardarse nada en el bolsillo pensando en el "por si acaso". Y Dovizioso, Viñales y Quartararo apretaron el crono. Márquez rodó entonces en 1'23''0. Vuelta rápida y nuevo récord de la pista. Desde hacía tres años estaba en posesión de Andrea Iannone, que lo logró al manillar de una Ducati. Márquez clavó en la calificación el primer envite a la escudería italiana, en la carrera buscará el jaque mate.
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