Chaparrón de Marc Márquez en Brno
El piloto de Honda gana una carrera condicionada por la lluvia y amplía su ventaja en la clasificación del Mundial
Si las vacaciones le sirvieron a Marc Márquez para relajarse, en su espíritu ya no queda ni una gota de distensión. El piloto de Honda se apuntó en Brno otra victoria, la sexta sobre un total de diez carreras esta temporada, y sigue afianzando su liderato del mundial de MotoGP. Acumula una ventaja de 63 puntos y su sexto título de la categoría reina cada vez parece estar mas cerca. Tras el implacable Márquez, entraron Andrea Dovizioso y la Ducati satélite de Jack Miller, que le ganó la partida en el tramo final a Alex Rins.
La lluvia retrasó el desenlace de la carrera checa. Un chaparrón cuando los pilotos se preparaban para salir a la parrilla trastocó la agenda del día. Dirección de carrera decidió aplazar más de media hora la activación del semáforo verde, confiando en que se enjuagaran los charcos que había en varias partes del circuito. La curva 1 y la chicane en subida previa a la recta de meta eran los tramos más delicados. La espera sirvió de poco o nada, porque la carrera fue declarada sobre mojado y los pilotos tuvieron que extremar el tacto para no deslizar sobre algunas de las ronchas acuosas que escondía el asfalto.
La sideral pole position lograda el sábado por Marc Márquez, 2,5 segundos de ventaja sobre Miller, dibujaba un preámbulo aparentemente engañoso para la carrera. El propio Márquez, dominador del Mundial con puño de hierro, había avisado de que el triunfo en Brno se pagaría caro. Las Ducati y las Yamaha habían demostrado tener buen ritmo en este circuito. Además, en los boxes de todos los equipos se trabajaba con la premisa de que los neumáticos iban a tener la clave del gran premio. La lluvia que también cayó el sábado limpió de goma vieja el asfalto checo y la adherencia se convirtió en un tema espinoso. Mal asunto para las Yamaha, que sufren cuando el agarre decae. Antes de completar la primera vuelta, Franco Morbidelli, Yamaha-Petronas, se fue al suelo y arrastró a Joan Mir. “La elección del neumático posterior es difícil”, había admitido Rossi. Maverick Viñales se consolaba de una discreta calificación que lo mandó muy atrás en la parrilla alegando que, al menos, había aprendido qué tipo de gomas no debía calzar a su montura. Sacó poco rédito a la lección porque, finalmente, terminaría el décimo.
La diferencia entre montar goma blanda o dura era de casi un segundo por vuelta, pero elegir la opción más tierna suponía exponerse a hacer el último tercio de carrera con los neumáticos muy degradados. El chaparrón previo a la salida terminó de añadir incertidumbre al dilema neumático. La parrilla se convirtió en un correcalles. Nervios, dudas, prisas y un ir y venir de mecánicos cargados con ruedas y cajas de herramientas para ajustar las motos a las exigencias desiguales de la pista, empapada en algunas curvas y seca en otros tramos. Delicada elección. Solo las dos Ducati optaron por el neumático medio en las ruedas traseras, llevando la contraria a la mayoría de los favoritos, que saltaron a la pista equipados con el blando.
Pronto Márquez impuso ritmo de crucero para escaparse, a imagen y semejanza de la estrategia usada un rato antes por su hermano Alex para ganar en Moto2. Dovizioso, sabedor que el circuito de Brno era un todo o nada para conservar las pocas opciones que tiene en la general, trató de echar el lazo al colín de la Honda. También Alex Rins y Jack Miller se apuntaron a seguir la rueda de Márquez. Detrás de ellos un largo agujero, al fondo del cual asomaba Valentino Rossi: en siete vueltas el cuarteto de cabeza ya le sacaba más de cinco segundos.
El ecuador de la carrera supuso un punto de inflexión. Márquez le sacaba medio segundo a Dovizioso cuando, en la curva 10, un ángulo a derechas, tuvo una sacudida que casi le descabalga de la moto. “He tenido un aviso porque es cuando estaba apretando más”, confesó luego. Poco amigo de amainar el ritmo, el pentacampeón del mundo de MotoGP siguió enroscando el puño y en un abrir y cerrar de ojos metió un segundo entre él y la Ducati. Dovizioso lamentó problemas en la frenada que le impidieron rematar el asedio a Márquez y tratar de revalidar el triunfo que alcanzó aquí en 2018.
Márquez voló en solitario hacia su victoria número 76. El sábado igualó a Mick Doohan en el número de poles y, para cerrar el fin de semana, atrapó en número de victorias a Mike Hailwood.
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