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La muerte del Tour

El 13 de abril de 1940, la organización anunció que no se correría la siguiente edición a causa de la guerra

Jon Rivas
Henri Desgrange, en su despacho.
Henri Desgrange, en su despacho.

Le llamaban la guerra falsa. La vida en Francia transcurría con normalidad entre 1939 y 1940, después de la solemne declaración de guerra a Alemania tras la invasión de Polonia. Los soldados estaban movilizados, pero esperaban. Todo cambió muy rápido. En abril de 1940 ya era una desgraciada realidad. Unos meses antes, en octubre, la organización del Tour tenía preparado el recorrido y terminado el reglamento de la siguiente edición, y en marzo parecía que podría celebrarse. Sin embargo, la ofensiva alemana comenzó a recrudecerse y en abril los organizadores del Tour ya habían decidido suspenderlo. Era la segunda muerte de la carrera, de nuevo por una guerra.

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El día 13, el periódico organizador, L’Auto, publicó un artículo que ocupaba la mitad de la parte superior de la portada, explicando las razones. La otra mitad se dedicaba a la resistencia de Noruega, invadida por los nazis, y a la espera de los soldados aliados.

El artículo lo firmaba Henri Desgrange, de 75 años, fundador y director del periódico. El hombre que con mano firme había manejado el Tour durante tres décadas. Con dolor de su corazón, pero con esa fina ironía con la que afrontaba sus artículos, Desgrange apuntaba por qué se había tomado la decisión: “Como todos los lectores de este periódico tienen una mínima inteligencia, al leer el título de este artículo han notado que no se indicó la fecha de la 33ª edición del Tour. El cariz que toma la contienda, las necesidades que conlleva; la zona exclusiva para los ejércitos, las formalidades de la circulación, la congestión de las ciudades —hemos tenido problemas estos días, por falta de hoteles, que casi nos hacen renunciar a Le Mans-París— nos ha llevado a que en el reciente Congreso de la Unión Ciclista Internacional ni siquiera hayamos podido reservar fechas. Así que la idea que teníamos se ha hecho realidad. El Tour de Francia en 1940 es absolutamente imposible, inalcanzable. Cerramos todos nuestros trabajos y decidimos no volver a empezarlos hasta que la guerra termine o permita un Tour de Francia que sea un Tour de verdad”.

En 1941 tampoco hubo Tour, pero Desgrange no pudo saberlo. Poco después de tener que anunciar su suspensión, el fundador falleció. Fue en agosto de 1940. Su último artículo lo publicó el 9 de junio. Se titulaba Sueño, imaginación, quimera. No tenía nada que ver con el ciclismo, sino con el interés que había tenido siempre, de concienciar a los poderes públicos de lo importante que es la educación física. Dos días después, Mussolini declaraba la guerra a Francia e Inglaterra, y L’Auto lo anunciaba a toda plana. Era el último día en el que el periódico se iba a imprimir en París. Dos días después, en su cabecera, anunciaba que su redacción se trasladaba a Lyon. París estaba a punto de caer ante el avance alemán.

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