Los Warriors asombran al superar el colmo de las desgracias en Toronto
Golden State iguala la final tras remontar 12 puntos (104-109) pese a la baja de Durant, la lesión de Klay Thompson y los problemas físicos de Curry
Golden State refrendó su aureola y su candidatura a un tercer título seguido al salir victorioso de Toronto en un partido en que las condiciones le resultaron adversas a más no poder. Un triple de Iguodala, a falta de seis segundos para el final, dio la puntilla a los Raptors (104-109) e igualó la final a uno.
TORONTO, 104; GOLDEN STATE, 109 (1-1)
Toronto: Lowry (13), Danny Green (8), Leonard (34), Siakam (12), Marc Gasol (6) –equipo inicial-; Powell (7), Ibaka (7) y VanVleet (17).
Golden State: Stephen Curry (23), Thompson (25), Iguodala (8), Draymond Green (17), Cousins (11) –equipo inicial-; Jerebko (2), McKinnie (2), Bogut (6), Looney (0), Cook (9) y Livingston (6).
Parciales: 27-26, 32-28, 21-34 y 24-21.
Scotiabank de Toronto. 19.800 espectadores. 1-1 en la serie al mejor de siete.
Tercer partido. Día 6, en Oakland (3.00, #Vamos y Movistar Deportes).
El ejercicio de supervivencia de los Warriors resultó admirable. Cuando todo invitaba a que adoptaran una actitud de resignación frente a la pila de calamidades con las que tuvo que lidiar en el segundo encuentro de la final en Toronto, el equipo de Steve Kerr sacó a relucir su espíritu indomable. No importó su mal inicio de partido, ni se escudó en la baja de un jugador tan importante como Kevin Durant, lesionado desde el 8 de mayo. Tampoco importó que Stephen Curry tuviera que abandonar la cancha temporalmente tras el primer cuarto a causa de una indisposición. Ni que Klay Thompson, su jugador más efectivo en el partido, tuviera que retirarse debido a una lesión en la pierna izquierda cuando faltaban ocho minutos y todo estaba por decidir. Incluso Iguodala, que finalmente decidió con su triple, también tuvo un problema tras un choque con Marc Gasol que le hizo retirarse temporalmente al vestuario poco antes del descanso. Incluso el pívot suplente, Kevin Looney, sufrió otra lesión en un hombro. Fue el colmo de las desgracias.
Los Warriors se sobrepusieron a todo con una fulminante reacción en el tercer cuarto. El parcial fue abrumador. El 0-18 dejó tiesos a los Raptors y provocó el vuelco en el marcador, que pasó del 59-54 al descanso a un 59-72. Stephen Curry, que no anotó durante los 20 primeros minutos, acabó encontrando su mejor versión para aliarse una vez más con Klay Thompson, que fue quien mantuvo a su equipo en los momentos de mayor dificultad en la primera parte.
Los Raptors empezaron a notar el desgaste de las faltas personales que acumularon muy pronto Kyle Lowry y Marc Gasol. El base fue eliminado cuando faltaban casi cuatro minutos para el final y su equipo se afanaba por alcanzar el último tramo con opciones. Llegó a tenerlas.
A poco más de un minuto para la conclusión, una falta de Cousins y una técnica a Curry, permitieron a Leonard anotar tres tiros libres y poner el 101-106 en el marcador. En la acción siguiente, Draymond Green acabó perdiendo el balón ante Marc Gasol. Los árbitros tuvieron que revisar los árbitros para determinar quién había sido el último en tocar. Dieron balón para los Raptors, y Danny Green anotó un triple que puso el 104-106 con 23 segundos todavía por disputar.
Iguodala se encargó de solventar la última papeleta para los Warriors y anotó un triple a falta de seis segundos que puso el punto final a la contienda. Golden State logró su objetivo primordial, ganar al menos uno de los dos primeros en Toronto, para afrontar con más garantías los dos próximos en Oakland. Esa ha sido una de las claves de sus éxitos, de su comparecencia en su quinta final consecutiva y su aspiración a sumar su tercer título seguido y el cuarto en el último lustro. En Toronto estableció un nuevo récord al sumar 23 series consecutivas sumando al menos una victoria en cancha contraria.
Klay Thompson fue el más efectivo con 25 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, a pesar de esa lesión que le hizo perderse los últimos ocho minutos y que va a provocar una honda preocupación en el seno de su equipo ya que podría suponer su ausencia en el próximo partido, que se juega el miércoles, madrugada del jueves en España. Stephen Curry se rehízo de su mal inicio y de sus problemas físicos y concluyó con 23 puntos. Draymond Green mantuvo el tono de excelencia en casi todos los apartados del juego y rozó el triple doble con 17 puntos, 10 rebotes, nueve asistencias, dos robos y un tapón. Steve Kerr situó a DeMarcus Cousins en el quinteto titular. El pívot había reaparecido en el primer partido de la serie después de haber estado lesionado desde el 18 de abril. La actuación de Cousins fue otra de las claves del triunfo de los Warriors, por su labor de intimidación en defensa y su aportación con 11 puntos, 10 rebotes y seis asistencias.
Kawhi Leonard sacó los mejores números, con 34 puntos, 14 rebotes y tres asistencias, aunque sus porcentajes en tiros de campo no fue bueno: 8 de 20, y eso sí, anotó los 16 tiros libres que lanzó. Pero VanVleet fue el único que le acompañó con números destacados en ataque: 17 puntos. Siakam estuvo muy lejos de su extraordinaria actuación del primer partido y acabó con 12 puntos y 0 de 3 en triples. Marc Gasol, con un 2 de 7 en tiros de campo, sumó seis puntos y otros tantos rebotes. Kyle Lowry se quedó en 13 puntos y Serge Ibaka añadió siete puntos, 10 rebotes y dos robos de balón en tan solo 16 minutos en la cancha. Los Raptors perdieron una excelente ocasión para hacer valer su ventaja de campo en la serie y ahora será vital para ellos ganar al menos uno de los dos próximos partidos que se disputarán en Oakland.
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