Antetokounmpo y Middleton fulminan a los Celtics

Milwaukee y Giannis Antetokounmpo recuperaron su mejor versión, arrollaron a los Celtics (123-102) e igualaron a uno la semifinal del Este. Los Bucks se rehicieron con rapidez del varapalo de su derrota en el primer partido. La paliza que recibieron los Celtics en el segundo asalto fue abrumadora y tuvo dos protagonistas: Khris Midleton y Giannis Antetokounmpo.

Los Celtics mandaron al principio y resistieron hasta mediado el tercer cuarto. Su desplome fue vertiginoso a partir de entonces especialmente en diez minutos en los que recibieron un parcial de 31-4 que abrió una brecha de 30 puntos (105-75). El partido quedó decidido y los reservas de ambos equipos acabaron copando más de la mitad del último cuarto. Los Bucks anotaron 20 triples, con un 42% de acierto, y pulverizaron el récord de la franquicia en la historia de los ‘playoffs’, establecido en 17.

Middleton fue quien marcó la línea con siete triples, 28 puntos y siete rebotes. Antetokounmpo, que en el primer encuentro fue muy bien controlado por Al Horford, fue de menos a más y acabó reencontrándose con sus mejores sensaciones. El fenómeno griego acabó con 29 puntos, 10 rebotes, cuatro asistencias y dos robos. Nikola Mirotic, que apareció en el quinteto titular en el puesto de Sterling Brown, no empezó bien, pero fue mejorando y acabó con nueve puntos y ocho rebotes. Pau Gasol continúa lesionado.

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Los Celtics acusaron el flojo rendimiento de Kyrie Irving, con nueve puntos y una serie de 4 de 18 en tiros de campo, y de Jayson Tatum, con cinco puntos y una serie de 2 de 10. Los jugadores que salieron del banquillo tampoco aportaron como otras veces, con cinco puntos de Hayward y nueve de Rozier. Los Bucks se quitaron el mal regusto que dejaron en el primer encuentro, todo lo contrario que los Celtics, desdibujados, hundidos, deseosos de que acabara el suplicio cuanto antes para pensar en los dos próximos encuentros que se jugarán en Boston.

Los Warriors ganaron de nuevo a los Rockets (115-109) en otro duelo polémico que puso el 2-0 en la semifinal. La polémica arbitral se originó ya en el primer partido. Los Rockets enviaron vídeos y quejas a la NBA por las faltas que no se señalaron en el primer partido. El informe que hace público la NBA después de cada partido considera que la actuación de los árbitros fue correcta.

Durante el primer cuarto del segundo partido Stephen Curry, con un golpe en la mano izquierda, y James Harden, con una herida en el rostro, tuvieron que dejar la cancha durante unos minutos. Curry regresó enseguida. Harden tardó algo más. Su herida la produjo un manotazo de Draymond Green que los árbitros no vieron. Cuando volvió a la cancha lo hizo con ambos ojos enrojecidos y aun así fue el máximo anotador de su equipo con 29 puntos y siete rebotes, seguido por Chris Paul con 18 puntos y siete rebotes y Eric Gordon, con 15 puntos.

Los Rockets empezaron muy mal, perdieron nueve balones en el primer cuarto y llegaron a ir con 14 puntos de desventaja (22-8). Pero Chris Paul asumió la responsabilidad en ataque en ausencia de Harden y, junto a Rivers y Capela, recuperaron terreno. Pero los Warriors dominaron casi siempre con un margen de ocho o diez puntos. Los árbitros castigaron con faltas técnicas una enganchada entre Nene Hilario y Draymond Green. Los Rockets llegaron a situarse a tres puntos (92-89) a falta de siete minutos y medio. Kevin Durant, con 29 puntos, Klay Thompson, con 21, y Stephen Curry, con 20, llevaron el peso en el ataque de los Warriors. Draymond Green también destacó con 15 puntos, 12 rebotes y siete asistencias.