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Thiem abre la puerta del Godó

El austríaco aniquila a Medvedev y se proclama sucesor de Nadal

Thiem, ganador del Open Banc Sabadell.
Thiem, ganador del Open Banc Sabadell.Felipe Dana (AP)

No fue una gran final. No fue la que esperaba todo el mundo en las gradas de la central del Real Club Tenis de Barcelona, ni la que deseaban el ganador y el finalista. Porque, tras analizar la trayectoria de los dos jugadores, nadie podía imaginar que su duelo pudiera concluir en una hora y 13 minutos y con un resultado de 6-4, 6-0. La superioridad de Dominic Thiem, quinto jugador mundial, sobre Daniil Medvedev, el 14º, quedó al descubierto ya en la primera manga y se concretó más todavía en la segunda, en la que Medvedev bajó su listón aquejado por unas molestias en el hombro, que le obligaron a pedir asistencia médica en el penúltimo juego del set inicial.

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Para Thiem, sin embargo, fue un gran triunfo, que adquiere más valor por su victoria sobre Rafael Nadal en las semifinales que por su triunfo en la final. El gran reto del austriaco en este Open Banc Sabadell era superar a Nadal. Y lo hizo a lo grande. La final acabó siendo un apéndice que le permitirá figurar en el palmarés de uno de los torneos de tierra batida con más historia del circuito profesional. Thiem había perdido su primera final en Barcelona frente a Nadal en 2017. Era su segunda oportunidad y la aprovechó para proclamarse como el sucesor de un Rafael Nadal que no tira la toalla y con el que, probablemente, se encontrará en las grandes citas de esta superficie.

Thiem es el primer austriaco que gana en Barcelona desde que lo hiciera el legendario Thomas Muster en 1995 y 1996. Y se está convirtiendo en uno de los mejores jugadores del mundo en tierra batida. Él mismo se confiesa como un amante de esta superficie y en su historial figuran algunos datos muy determinantes: fue finalista junior de Roland Garros en 2011, perdió la final de París el año pasado ante Rafael Nadal, y de los 13 títulos que posee, nueve los logró en tierra batida. La mejor victoria de su carrera la logró este año en el Masters 1000 de Indian Wells, donde superó a Roger Federer en la final.

Frente a Medvedev, el austriaco utilizó una táctica distinta de la de su semifinal contra Nadal. Con su entrenador, Guntar Bresnik, analizaron el juego del ruso y decidieron utilizar el revés cortado para bajar la bola y obligar a Medvedev a flexionar constantemente sus piernas y a imprimir más fuerza en sus golpes. “Creo que esa fue una decisión determinante para poder ganar el partido”, confesó luego Thiem. En la pista, el austriaco demostró un nivel de disciplina extraordinario porque apenas se le vio utilizar aquel revés eléctrico que tantos puntos le concedió frente a Nadal.

Sin embargo, el resultado táctico fue excelente. Porque, a pesar de los titubeos iniciales –Medvedev se colocó con 2-0- , la confianza del ruso fue cayendo hasta el punto de perder dos veces consecutivas su saque y ceder la primera manga en 51 minutos. La segunda fue simplemente un trámite. Medvedev había solicitado al fisioterapeuta tras el noveno juego del primer set. Y sus molestias se proyectaron decisivamente en la segunda manga, en la que ganó solamente cinco puntos y fue incapaz de dar réplica al exigente juego de un Thiem que iba lanzado ya hacia la victoria.

Dominic Thiem, en la final ante Medvedev.
Dominic Thiem, en la final ante Medvedev.PAU BARRENA (AFP)

“Siento no haber podido ofrecer lo mejor de mi juego”, comentó el ruso. “Thiem ha sido demasiado bueno. Pero estoy contento con la evolución de mi juego en este tipo de superficies”. Medvedev, de 23 años, estaba convencido de que su estilo de juego no le permitía jugar bien en tierra batida. Pero esta temporada decidió fichar a un veterano compatriota, Igor Andreev, para que le asesorara en los torneos de tierra. “Le dije que no había razón para que no hiciera buenos resultados, que era solo una cuestión de detalles y de confianza”, explicó Andreev. Y su colaboración llevó al ruso a ganar ocho victorias en las dos últimas semanas, tras llegar a semifinales de Montecarlo y a la final de Barcelona.

“Es un honor para mí haber ganado este torneo, porque muchos grandes jugadores figuran en su palmarés. Soy el segundo austriaco campeón y me siento orgulloso de unir mi nombre al de Thomas Muster”, indicó Thiem. Su objetivo ahora se centra en los próximos torneos de Madrid, Roma y, especialmente, en Roland Garros, donde es de esperar que Nadal haya alcanzado su mejor nivel.

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