El Betis, de la ilusión al desplome
El equipo de Setién, con victorias históricas en el Camp Nou y San Siro, solo ha sumado cuatro de los últimos 21 puntos
Tenemos que hacer las cosas bien porque este club cada vez que juega en Europa pasa por problemas”. Las palabras de Enrique Setién en el mes de agosto han cobrado una evidente actualidad cuando restan cuatro jornadas para el final de LaLiga y el Betis es décimo. Se encuentra a seis puntos de la séptima plaza, que da derecho a disputar las previas de la Liga Europa, después de protagonizar un desplome en 2019 y caer vapuleado (4-0) por un Levante que no había ganado en los últimos nueve encuentros. Ha pasado de la sexta a la décima plaza, ha caído en los dieciseisavos de la Liga Europa ante el Rennes y, además, perdió las semifinales de una Copa muy especial para el club ante el Valencia. La final se jugará en el Villamarín el 25 de mayo. La situación es delicada, tanto, que los dirigentes béticos, con el presidente Ángel Haro a la cabeza, mantuvieron ayer una reunión para tratar la continuidad de Setién o su destitución.
En el verano, el cántabro había sido el hombre que había llevado al Betis a Europa después de años de tinieblas. Era el momento, también, en el que Lorenzo Serra Ferrer, vicepresidente, dibujaba un proyecto europeo con nombres como William Carvalho, por el que pagó 20 millones de euros al Sporting de Lisboa, Canales, Lo Celso, Sidnei y el meta Pau López. El Betis regresaba a Europa, y con un estilo que tenía encandilada a la afición.
El Betis de Setién cumplió una magnífica primera vuelta, acabando 2018 en la sexta posición, a cuatro puntos de la cuarta posición y a seis de la tercera. Había pasado la fase de grupos de la Liga Europa como líder, eliminando al Milan, y había ofrecido partidos de altísimo nivel como el triunfo ante el Barcelona en el Camp Nou (3-4). Pero 2019 empezó a sentarle mal a un Betis que perdió en el primer partido de enero ante el Huesca. El equipo siguió dando la cara en la Copa, donde llegó a las semifinales tras derrotar a la Real Sociedad y el Espanyol. Desde el día de la eliminación ante el Valencia, el 28 de febrero, empezó a dar síntomas de fatiga.
El Betis ha ganado dos de los últimos 16 partidos, acumula tres derrotas seguidas y solo ha sonreído en uno de los últimos siete partidos (4 de 21 puntos como resultado). Unas cifras muy pobres que han hecho prácticamente imposible volver a pelear por un puesto europeo. En sus últimos 26 partidos, el Betis ha logrado solo seis victorias, con ocho empates y 12 derrotas. Tras caer ante el Valencia, el pasado domingo, la grada pidió en masa la destitución del técnico.
Falta de pegada
Al mismo tiempo que el equipo se caía en lo deportivo, la figura de Setién fue chocando con una gran parte de la afición, que comenzó a cuestionar sus métodos. En todo este 2019, la figura del entrenador ha sido sostenida por los dirigentes, incluso en contra de la masa social. Es más, a la conclusión de la primera vuelta, los rectores béticos sopesaron ofrecerle la renovación.
El desgaste que conlleva disputar tres competiciones, la ausencia de gol y la falta de frescura de sus mejores elementos han provocado el declive de un equipo que padece un mal endémico: resulta casi imposible que encadene dos ejercicios a un alto nivel competitivo. De hecho, solo en una ocasión a lo largo de su historia el Betis ha participado de manera consecutiva en Europa: fue en la Recopa de 1997-98 y en la Copa de la UEFA 1998-99.
La ausencia de pegada es probablemente el gran defecto de este Betis que en muchas ocasiones fue más bonito que efectivo. Basta en este aspecto con analizar los números de los delanteros. Loren, Sergio Leon, Jesé, Sanabria (salió en enero hacia el Génova) y Lainez han logrado solo ocho goles entre todos. Con una inversión total en fichajes de 42,5 millones de euros, llama la atención la ausencia de un goleador en la plantilla verdiblanca.
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