El ‘buu’ antirracismo del Inter
El club italiano, sancionado por los cánticos de sus hinchas, lanza una campaña para luchar contra esta lacra y enfrentarse a los comportamientos ofensivos
“Cuando mi madre me preguntó qué había pasado, me avergoncé. El racismo duele, duele mucho. Me costó decirle que, una vez más, miles de personas me habían ofendido, insultado y humillado”. Así resumió el viernes Kalidou Koulibaly, defensa del Nápoles nacido en Senegal, al tribunal de apelación de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) lo que había sentido en San Siro el pasado 26 de diciembre. Aquella noche, durante el Inter-Nápoles, fue víctima de los gritos de buuuuu racistas de parte de la hinchada neroazzurra durante todo el partido. Nervioso, fue expulsado por doble amarilla en el minuto 80; por una falta y por aplaudir al árbitro.
El Nápoles recurrió los dos partidos de sanción; la Federación rechazó el recurso. Dos partidos a puerta cerrada y un tercero cerrado al fondo de los ultras es el castigo que se le impuso al Inter. El primero de esos dos partidos, este sábado contra al Sassuolo. El club milanés no recurrió la sanción; optó por hacer dos cosas. Una, pedir a la Federación que dejara acceder al estadio a 11.000 niños de las escuelas de fútbol y de los colegios de la región de Lombardia porque son los que pueden dar el ejemplo. Segundo, lanzar una campaña para condenar el racismo y luchar contra él.
Media House, el departamento que, desde septiembre de 2017, se ocupa de crear vídeos y contenidos multimedia para las redes sociales del club neroazzurro, lo grabó la semana pasada. Buu, Brothers Universally United [hermanos universalmente unidos], se llama. “Intentamos cambiar lo negativo [el buu racista] por lo positivo utilizando la misma arma. Es el objetivo de esta campaña”, explicó Steven Zhang, presidente del Inter y uno de los protagonistas del vídeo.
Es el primero que sale y enseña el buu que lleva escrito en la palma de la mano. Mauro Icardi lo lleva escrito en un balón, Javier Zanetti, histórico capitán y ahora vicepresidente, lo lleva en la funda del móvil. Luis Figo, que sigue vinculado al club como embajador, lo lleva escrito en una camiseta y Samuel Eto’o en una bufanda. Eto’o, que vistió la camiseta neroazzurra entre 2009 y 2011, fue víctima de insultos racistas no sólo en España, sino también en su etapa en la Serie A. En un Cagliari-Inter de octubre de 2010, el árbitro suspendió el partido durante tres minutos para que cesaran los cánticos contra el delantero. No ocurrió eso el día del Inter-Nápoles, pese a que Carlo Ancelotti se lo pidiera al colegiado en más de una ocasión.
“Hemos elegido a esos futbolistas porque pensamos que son los más adecuados para que el mensaje llegue también fuera de Italia”, cuenta en conversación telefónica Alessandro Antonello, administrador delegado del club. La decisión de poner en marcha la campaña se tomó después de los incidentes del 26 de diciembre en San Siro. “Lo primero fue el silencio y la reflexión. Después decidimos que había que hacer algo, lanzar un mensaje claro y fuerte. No podíamos abstenernos, no podíamos no tomar una posición en un problema social como este. Hicimos lo único que había que hacer. La decisión era arriesgada, por el mensaje, porque podía no entenderse bien ese ‘buu’ y porque no estaba claro que la gente la acogiera bien. Nos están apoyando todos”, añade Antonello.
Il Milan è al fianco dell'Inter nella lotta contro il razzismo. Perché ci sono sfide in cui non esistono colori e che vanno oltre ogni rivalità.#ACMilan stands by @Inter in the fight against racism. Because there are challenges which go well beyond colours and rivalries. https://t.co/cSZAEO6ZI6
— AC Milan (@acmilan) January 18, 2019
El Nápoles fue, precisamente, uno de los clubes que retuiteó en redes el vídeo del club milanés. También lo ha hecho la Fiorentina –“buu to racism, estamos con el Inter en este mensajes de unidad contra el racismo”- y el Milan –“estamos al lado del Inter en la lucha contra el racismo porque hay desafíos que van más allá que los colores y las rivalidades”-, entre otros.
“La única manera de involucrar a todos es ir directos al problema posicionándose de manera fuerte y clara. Esta campaña quiere ser un instrumento para luchar contra cualquier forma de discriminación y confirma los valores en los que el Inter se identifica desde hace 111 años”, explicó Zhang. Los padres fundadores del club neroazzurro se llamaban, de hecho, fratelli del mondo [hermanos del mundo] y siempre reivindicaron la internacionalidad y la bienvenida a los de fuera. Esos padres fundadores decidieron, en 1908, desmarcarse del Milan, el único club de la ciudad, porque se oponía a tener jugadores extranjeros. Fundaron así el FC Internazionale, en el que los foráneos sí tenían cabida.
“Esta campaña es la manera que ha elegido el club para transformar un episodio feo de racismo en una oportunidad para alejarse definitivamente y tomar distancia de ciertos comportamientos en el estadio”, es el llamamiento del mandamás del club. Contra el Sassuolo se preparó una pancarta enorme en el centro del campo con el lema de la nueva campaña neroazzurra; también en todo el anillo que rodea el primer anfiteatro, el lugar de los 11.000 niños.
“La presencia de los niños es otra señal, queríamos que estuvieran, porque son los que nos permiten mirar el futuro con esperanza”, cuenta Antonello. La campaña del club neroazzurro es un órdago importante y necesario en un campeonato en el que una hinchada –la de la Lazio- llegó a mofarse, entre otros, de Ana Frank y en el que, según un estudio de 2017, el 36% de las acciones intimidatorias, amenazas y violencia que sufren los futbolistas son de tipo racista.
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