El Valencia gana por fin en Mestalla en Liga

Mestalla, por fin, cató una victoria en Liga. Por primera vez en este curso el Valencia ganó en su feudo en el campeonato. La victoria llegó ante un Rayo Vallecano menor y condenado a penar en su retorno a la Primera división, con Míchel, su técnico, en una posición muy débil. Tercer triunfo seguido del discontinuo grupo de Marcelino que ha ganado en su último duelo en Champions y en las dos últimas jornadas domésticas. El equipo del murciélago trata de levantarse después de un inicio desesperante. Por delante le espera una semana de órdago con visitas a la Juve en Turín y al Real Madrid en el Bernabéu. Dos bocados de un hambriento Santi Mina y otro gol de Gameiro ajusticiaron a un Rayo tan valiente como inocente.

El Valencia le imprimió de salida un ritmo muy alto al partido para morderle temprano al modesto Rayo, que juega valiente muy en la línea del fútbol que desplegaba su entrenador. En menos de tres minutos Parejo y Rodrigo dispararon a puerta desde la frontal, pero Dimitrievski voló para desviar ambos tiros. El meta macedonio detuvo minutos más tarde otro tiro de Guedes y acto seguido tuvo que emplearse a fondo para sacar en la línea una peligrosa cesión de Gálvez que llevaba camino de convertirse en un autogol.

Con las líneas muy arriba y una presión muy agresiva, el Valencia acorralaba al Rayo. No se arrugó la formación de Míchel que, como es costumbre, acumuló más posesión que su rival y achuchó al Valencia en una par de salidas. Un error de Gayà que no aprovechó Trejo y un tirazo seco de Advíncula al palo espantaron al graderío local, acostumbrado a coleccionar decepciones en el año de su centenario.

El Rayo, contestón y jugón, fue reducido por el Valencia en una rápida acción combinativa. Santi Mina bajó al centro del campo a recibir y tocó de espaldas sobre Parejo, que abrió a la izquierda; apareció Gayà, que centró sobre Rodrigo, quien de cabeza dejó de cara sobre la entrada de Santi Mina, que llegaba como un tiro. El giro de cuello en el cabeceo de Rodrigo dejó solo al gallego. Luego el hambre del punta hizo el resto. Su golpeo con el interior delante de Dimitrievski se convirtió en gol. Era el quinto tanto del delantero de Vigo, que luego haría el sexto. Mina lleva dos dianas en Champions, dos en Copa y dos en liga. Desde que volvió de la lesión que sufrió en La Cerámica, que lo apartó un mes del equipo, el gallego ha disputado los últimos cinco partidos y ha hecho seis goles. El curso pasado marcó 15 tantos.

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Sujetado en defensa por el brasileño Gabriel Paulista, el Valencia, más fluido que en anteriores jornadas, sometió al Rayo. La segunda parte la abrió Santi Mina con un remate que se marchó por encima de la portería madrileña. Luego, Rodrigo, con un primer control de espaldas magnífico, giró y se quedó delante de Dimitrievski, pero Advincula rebañó la pelota y la envió a córner. Sigue reñido con el gol el delantero internacional que no moja desde la primera jornada de liga. Rodrigo trabajó y se movió bien arriba. La asistencia del primer gol fue suya y la del tercero también. En la jugada del segundo forzó un córner peleando un balón perdido con mucha fe hasta la línea de fondo. Parejo ejecutó el saque de esquina, remató Gabriel tras un control con el pecho y el rechace con el pie del portero del Rayo lo cazó Santi Mina, que enchufó su segundo gol.

El Rayo siguió a lo suyo, jugando al ataque sin red, y el Valencia salivó por primera vez en el campeonato. Estaba delante del rival idóneo si quería empezar a dar señales de vida en el campeonato, y no falló. Gayà cogió una pelota en la izquierda y lanzó sobre Gameiro que en carrera combinó con Rodrigo; al hispano brasileño, le quedó el balón largo tras el control y en lugar de chutar, con Dimitrievski ya encima, tocó sobre Gameiro. El francés, que acababa de entrar en el campo, para sustituir a Mina, hizo el tercero. El Valencia convertía tres goles en Mestalla. Lo nunca visto esta temporada.