El renacimiento como 10 de Marco Reus
La estrella del Dortmund, tras un calvario de lesiones, deslumbra en la mediapunta
Una fina manta de agua recibió a los futbolistas del Borussia Dortmund cuando pisaron la blanda hierba del Metropolitano. La salida al campo del equipo que hace dos semanas propició la mayor derrota al Atlético en la era Simeone (4-0) dejó dos detalles que describen algunas de las interioridades del líder de la Bundesliga. Uno de los balones preparados por la sesión se lo agenció Marco Reus (Dortmund, 29 años) y no lo compartió. Ninguno de sus compañeros se atrevió a reclamárselo. Situado en la cola del pelotón que inició un trote suave alrededor del terreno de juego, Reus conducía indistintamente el cuero con el exterior de las piernas derecha e izquierda mientras conversaba con Lucien Favre. El resto del grupo compartía a la carrera los balones sobrantes mientras el capitán del Dortmund, el jugador a secar por el Atlético este martes (21.00, Movistar Liga de Campeones), charlaba con el entrenador que ha propiciado el renacimiento de uno de los grandes talentos que ha dado el fútbol alemán en los últimos años.
Favre es el padre deportivo de Reus. Si ahora le ha revitalizado tras una tormenta de lesiones en ambos tobillos y una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha, antes lo rescató para el fútbol profesional cuando el Dortmund le rechazó por enclenque siendo juvenil. Favre lanzó al estrellato a Reus en el Borussia Moenchengladbach hasta provocar que el Dortmund lo recomprara siete años después por 17 millones. Reus suele contar para explicar su fidelidad a Favre el detalle que este tuvo con él tras un grave error en un partido contra el Bayern de Múnich en abril de 2011. Con 0-0, perdió una pelota que entre Robben y Ribery convirtieron en gol. Al término del partido, Favre hizo una defensa táctico-técnica ante la prensa de la decisión de Reus de no pasar ese balón que supuso la derrota.
“Aquella defensa que hizo de mí, es lo que todo jugador joven necesita”, dijo Reus. Su resurgimiento bajo esta nueva dirección de Favre tiene que ver con su posición. La única reminiscencia que queda del Reus extremo que terminó por explotar con Jürgen Klopp en el Dortmund es el dorsal número once que luce a su espalda. Favre le ha situado como mediapunta. Una posición que ya le intuyó en el M’Gladbchad. “Conozco a Marco desde hace tiempo, desde 2011. Jugaba por la banda derecha, pero posteriormente ya decidimos que debería jugar descolgado por detrás de sus delanteros. Es su posición actual, puede jugar en banda, pero prefiero que esté descolgado en la mediapunta”, subraya Favre. El técnico suizo no ha sido el único que ha centrado a Reus. Joachim Löw también lo ha probado como diez e incluso como falso nueve en su desesperada por atajar la crisis de la selección alemana.
“Estamos ante el mejor Marco Reus que hemos visto nunca”, exhortó eufórico el domingo Hans-Joachim Watze, director general del Borussia Dortmund. Reus acababa de rubricar con un certero cabezazo el triunfo en Wolfsburgo (0-1), su noveno gol en el curso, en el que también suma siete asistencias. La intermediación de Reus para que Watze impulsara la contratación de Favre fue decisiva. Si el capitán, como jugador franquicia y símbolo del club, era la pieza sobre la que construir el proyecto, tenía lógica satisfacer sus demandas.
En la tunda de hace dos semanas, los movimientos interiores de Reus fueron indetectables para el sistema defensivo de Simeone. “Sabemos que es un gran jugador y que se mueve bien entre líneas. Trataremos de frenarlo con nuestros mediocentros para evitar que no reciba tantos balones”, analizó Lucas Hernández.
El problema es que uno de los defectos del Atlético esta temporada es que cuando los mediocentros no logran anticiparse al mediapunta rival, el espacio a su espalda no lo achican los centrales. Y ahí, Reus es letal.
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