Ceballos: “Con cuatro centrocampistas estamos más rearmados”
El volante sevillano del Madrid aprovecha la salida de Bale en el descanso para darle aire a su equipo. Simeone y Godín atribuyen los problemas del Atlético a su entrada
Las lesiones de Gareth Bale, siempre frecuentes y generalmente difíciles de determinar, provocan consternación en el cuartel del Atlético. Lo han reconocido los ayudantes y los jugadores que dirige Simeone desde 2015: el entrenador lo lamentó cada vez que el galés no formó parte de la alineación del Madrid porque considera que su presencia es perjudicial para el rival. Los datos respaldan la convicción de Simeone. Bale ha metido un solo gol en los 18 partidos que ha disputado contra el Atlético. La extraña lesión que sufrió este sábado, su 11ª sustitución por problemas físicos, resultó inadvertida para los asistentes durante los primeros 45 minutos y anunciada por el conducto oficial cuando el Madrid estaba metido en el vestuario en el descanso. Como sucedió en los derbis de Champions de 2015 y 2017, el presunto infortunio contribuyó a desahogar al equipo una vez más. La notable mejoría del Madrid con Ceballos en lugar de El Expreso de Cardiff fue reconocida por Simeone y Godín, los líderes del Atlético, y también por Lopetegui, el entrenador de casa.
“Bale tenía molestias y por precaución lo he sustituido”, dijo Lopetegui, “mañana le haremos pruebas y veremos qué tiene”. Según la versión oficial del club el jugador sufre “molestias en los abductores”. Su sustituto, Dani Ceballos, no tiene tanto caché ni goza del mismo reconocimiento entre la directiva, pero posee facultades que su colega no es capaz de ofrecer: se asocia entre líneas con precisión, tiene criterio para analizar y decidir la jugada en una fracción de segundo, y posee instinto defensivo.
“Es cierto que Dani ha estado bien, es verdad”, observó Lopetegui, algo incómodo, cuando le preguntaron por la reacción que provocó el sevillano. “Pero el equipo le ha acompañado mejor, ha estado más equilibrado, ha presionado mejor y fruto de ello Dani ha crecido... Tiene mucha personalidad, carácter y despliegue físico... Decidimos que era lo que el partido necesitaba”.
Quizá porque no se expresó bien, o tal vez porque no se coordinó con el departamento de comunicación, Lopetegui declaró que la entrada de Ceballos fue su decisión y no una fatalidad, producto de la lesión de Bale. El código tácito del fútbol indica que los cambios en el descanso, cuando los equipos están jugando mal, señalan un culpable. No sería la primera vez que un club protege al sustituido argumentando la decisión del entrenador en razones médicas. Bale para el Madrid no es cualquier futbolista. Es el estandarte llamado a ocupar el lugar que deja Cristiano y así se transmite en el protocolo de imágenes reflejadas en las pantallas gigantes que adornan los minutos previos a la salida de los equipos en el Bernabéu.
En cualquier caso, Ceballos habló con su habitual alegría cuando le preguntaron por los cambios tácticos que desencadenó con su entrada. “Se ha visto que con cuatro centrocampistas estábamos más rearmados en el campo y que el equipo se ha sentido más cómodo”, dijo.
El Madrid, que remató una sola vez entre los tres palos hasta el descanso —un tiro de Bale desde 30 metros—, comenzó la segunda parte con un disparo de Asensio en el arranque, a las manos de Oblak. Fue el primero de los cuatro remates que hizo a puerta.
“Con Ceballos”, observó Godín, “ellos tuvieron un volante más para generar juego. Así nos llevaron más atrás. Giraban el balón de un lado a otro y nos costó salir de esa presión”.
Simeone meneó la cabeza cuando le preguntaron por el efecto positivo de la sustitución de Bale por Ceballos en el Madrid. “¡Normal!”, dijo; “porque así tuvieron más jugadores entre líneas. Antes con Bale, Asensio y Benzema montaban una estructura más desde lo posicional. En cambio, con Asensio y Ceballos empezaban a sacarnos gente de la zona moviéndose bien entre líneas y generaban sensación de peligro".
"Sensación", dijo Simeone, no por casualidad. "Sensación de peligro" no es lo mismo que peligro a secas. El Madrid obligó a Oblak a hacer cuatro paradas en la segunda mitad. Pero en ninguna tuvo que despeinarse el portero esloveno.
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