El Sevilla se dispara y somete al Eibar

Los buenos equipos son aquellos que dan a cada encuentro lo que demandan. El Sevilla supo hacerlo en un feudo tan complicado como Ipurua, creciendo desde un buen sistema defensivo para aplastar al Eibar con un gran segundo tiempo. Dos argentinos, Vázquez y Banega, fueron la mejor muestra de este estupendo Sevilla. Lo mismo jugaron que corrieron, ofreciendo un recital de compromiso y toque. Así, liderado por su dupla de argentinos y con André Silva (siete goles) en plan estelar, el Sevilla demostró que es el equipo más en forma de la Liga, completando una semana estelar. Ha logrado tres victorias, con 12 goles a favor y tres en contra. En un campo donde los grandes del fútbol español suelen sufrir, el Sevilla ofreció una lección de eficacia y seguridad defensiva. Además, los de Machín (gran planteamiento) actuaron con inteligencia, porque golpearon en los momentos decisivos del choque para penalizar los errores de un rival con poca pegada, pero siempre competitivo. El gol de André Silva, a los dos minutos de la segunda mitad, acabó con el Eibar y mostró una buena pincelada del amplio repertorio que ofrece este equipo. Banega y Vázquez sacaron el balón rompiendo las líneas del Eibar. André Silva la abrió a la banda a Navas y el extremo, incansable, centró al área, donde Silva, máximo goleador de LaLiga, la coló con un sutil toque de balón.

Escenarios como los de Ipurua trasladan al fútbol a otro tiempo. El Eibar se sabe de memoria lo que tiene que hacer. Y más ante rivales como el Sevilla, que viven del balón. Los de Mendilibar presionan muy fuerte, meten pelotas de forma continua en el área y saben jugar los segundos balones. El teatro de operaciones no era el más propicio, a priori, para un equipo comandado por Banega en el centro del campo, escoltado por Vázquez, un futbolista que juega siempre con mucha elegancia y dos delanteros de los que se asocian, Ben Yedder y André Silva. Sin embargo, el Sevilla tiene un buen entrenador y eso significa, entre otras cosas, que tiene información suficiente como para plantear un partido en Ipurua incluso jugando con tantos futbolistas de toque. Lógicamente, la sinfonía de pases exhibida ante el Madrid no se podía repetir.

Cada partido es un mundo y ante el Eibar el Sevilla se puso el conocido como traje de faena. O se aplicaba o perdía. Así de simple.

El Sevilla se defendió bien ante la intensidad del Eibar y gozó de una clarísima ocasión a los 11 minutos. Parada de las grandes de Dmitrovic ante Sarabia, al que dejó solo un preciso pase de André Silva, que lo mismo golea que juega. El Sevilla se metía atrás para impedir el juego en largo del Eibar y se defendía ante un rival que merodeó mucho el área como consecuencia de su intensidad y buena utilización del balón parado, pero que apenas tuvo ocasiones salvo en un buen disparo de Orellana que salió fuera por poco. El Sevilla volvió a disponer de otra buena opción en una volea de Sarabia que sacó de nuevo Dmitrovic. Incluso un centro de Banega con mucha intención pudo acabar en gol. Sometido a cierta presión del Eibar y expuesto por lo tanto a un tanto en una jugada aislada, el Sevilla aguantó muy bien en Ipurua y gozó de las mejores ocasiones de gol en un primer tiempo bastante igualado.

El magnífico contragolpe del primer gol con el taconazo de Silva de postre sometió al Eibar, sin apenas respuestas ya ante el buen planteamiento del Sevilla. Seguros en defensa desde su portero, una maniobra de ensueño de Vázquez habilitó a Navas, que centró al área para que el balón diera en la mano de Cote. Marcó Banega de penalti y en la celebración cedió la valla de la grada visitante. El susto fue lo único malo para el Sevilla en la tarde eibarresa. Varios contusionados y siete minutos de parón enfriaron de manera definitiva el encuentro, muy decantado para el Sevilla después de un disparo de Banega que sorprendió a Dmitrovic. Así, con inteligencia y pegada, el Sevilla culminó una semana estupenda. Los tres triunfos le disparan en la tabla y confirmar el buen trabajo de Machín y sus futbolistas.