Un caso extremo de ‘fair play’

El Mundial de piragüismo terminó el domingo en Portugal con la prueba del K1-5000. El podio dice que ganó Fernando Pimenta, que el segundo clasificado fue René Poulsen y el tercero el noruego Eivind Vold. El español Javier Hernanz quedó cuarto. Hubo diez minutos en los que fue tercero porque la Federación española presentó un recurso a los jueces alegando que el noruego le había tocado y que se había saltado una boya en la última vuelta. Hernanz volvió a quedar cuarto después de que la Federación noruega apelara la decisión de los jueces. Alegó que los toques en el 5.000 están permitidos y que su piragüista no se había saltado ninguna boya.

48 horas después, la Federación noruega ha enviado un escrito a la internacional en la que pide descalificar a su piragüista. Asimismo pide disculpas a Javier Hernanz por "no darle el placer de estar en el podio y recibir la medalla de bronce enfrente del público español". Así lo recoge, en un acto extremo e insólito de honradez y fair play, la carta firmada por el presidente de la Federación noruega Geir Kvillum; el jefe de equipo, Eirik Veras Larsen, y el palista Eivind Vold. Los destinatarios son el secretario general de la ICF (Federación Internacional), Simon Toulson; el juez jefe Miroslav Havier; el responsable de Competición, Charles Lukman. En copia figuran Javier Hernanz; al presidente de la Federación Española, Juan José Román Mangas, y al jefe de equipo español, Ekaitz Saies.

El documento, que concluye con la frase "por un juego limpio y justo", relata que Vold "nunca vio la sexta boya y que fue derecho desde la quinta hasta el final de línea". Y añade: "Si Vold o Larsen hubieran sabido que la sexta boya fue pasada incorrectamente, hubiésemos aceptado la descalificación [el mismo día de la competición]".

Los noruegos explican que Vold, primero fue descalificado porque había pasado una de las seis boyas en el lado incorrecto en el último giro. Veras Larsen habló con Vold después de la carrera y este estaba seguro de que la boya a la que le había dado en la última vuelta había rebotado en el lado izquierdo de su kayak y que la había pasado por el lado correcto.

Larsen no aceptó la descalificación porque la quinta boya había sido pasada correctamente, y le pidió al juez ver el vídeo del incidente. Este, sin embargo, hizo una consulta que concluyó que Vold pasó la boya correctamente. Abundan los noruegos en el escrito que, tras la ceremonia de medallas Vold y Larsen "fueran informados por otros miembros del equipo de Noruega de que había sido la sexta y última boya la que no pasó correctamente". Les remitían al vídeo para confirmarlo.

"Me ha informado la Federación Internacional de que la carta está bien, que aceptan las disculpas, pero que la decisión está cerrada y que la única opción de que yo consiga la medalla es que el piragüista noruego lo reconozca a través de una declaración-renuncia jurada y que tiene que hacerlo entre hoy y mañana", cuenta a este periódico Javier Hernanz. Elvind Vold ha enviado esta misma tarde una declaración personal de renuncia en la que reconoce al piragüista español como "legítimo" ganador del tercer puesto.

“Yo, Eivind Vold, renuncio a mi medalla y posición" del k-1 5.000 en el Campeonato del Mundo 2018, ha escrito el noruego. Reconozco a Javier Hernanz como legítimo ganador del tercer puesto, ya que nadie se dio cuenta del error que cometí cuando no pasé por la sexta boya en el último giro correctamente", escribió el noruego en la carta que ha recibido en copia la Federación española. 

Tras una consultas a sus órganos directivos, la ICF ha hecho oficial la descalificación del noruego y el tercer puesto de Javi Hernanz. "Mandarán la medalla la semana que viene", cuenta el piragüista español agradecido con la "honestidad" del equipo noruego. El bronce de Hernanz se convierte en la sexta medalla de la expedición española después del oro de Garrote en el K1-200, la plata de Craviotto y Toro en el K2-200, el bronce del K4-1000, la plata del K4-500 y la plata del K2-1000.