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El Sevilla de Machín se presenta a lo grande

El equipo andaluz, aupado por Navas y André Silva, autor de tres goles, destroza a un Rayo débil y en construcción

Rafael Pineda
Los jugadores del Sevilla felicitan a André Silva tras su primer gol.
Los jugadores del Sevilla felicitan a André Silva tras su primer gol.J.P.Gandul (EFE)

Estupenda presentación del Sevilla en LaLiga. El conjunto andaluz se aprovechó de la debilidad del Rayo para salir de Vallecas como líder provisional, jugando un buen partido y mostrando virtudes que invitan al optimismo. Mucho más rodado que su rival, en plena construcción, el Sevilla creció a partir del fútbol eterno de Navas y la eficacia de su delantero, André Silva, que hizo tres goles, uno más en la competición de la regularidad que en todo un curso pasado con el Milan. Un partido donde el VAR sirvió para validar el cuarto gol del Sevilla y para habilitar el tanto de penalti del Rayo, pues se demostró que la falta de Roque Mesa fue dentro del área. El equipo que dirige Machín fue superior a un Rayo que necesita refuerzos y mostró una tremenda debilidad en ambas áreas, que es donde se cuece el fútbol. Su estilo es agradable, pero necesita mucho más para moverse con garantías de supervivencia en una competición tan exigente como LaLiga. El Sevilla se estrenó a lo grande, sin duda, aunque también es cierto que presenta todavía algunos problemas en su sistema defensivo, puesto que el Rayo, con poca cosa, le creó demasiadas dificultades. También es verdad que su producción ofensiva fue muy alta, llegando una y otra vez al área del Rayo. El primer tiempo del Sevilla, con Banega y Vázquez ofreciendo una gran calidad, fue de un magnífico nivel. En ese periodo, además, con un 0-3, quedó definido el partido.

Casi todo fueron buenas noticias para el Sevilla en su estreno liguero. Casi todo porque a los dos minutos Embarba marcó un gol que fue anulado por fuera de juego y que destapó uno de los problemas que Machín debe subsanar en el rendimiento de su equipo. No es otro que cierta fragilidad defensiva del Sevilla, derivada en parte de la tremenda apuesta ofensiva de su entrenador (dos carrileros y tres delanteros en el once) y en otra por la ausencia de un medio centro defensivo que facilite la labor de los tres defensas con los que juega el conjunto andaluz. Pero ante un Rayo por construir, sin pegada a pesar de su animosidad, el Sevilla ofreció una lección de eficacia y de una magnífica salida al contragolpe. En el atinado ejercicio realizado por el Sevilla, brillaron especialmente sus bandas, Navas y Escudero. Ambos desempeñan un papel fundamental en el esquema de Machín y ambos, en especial Navas, ofrecieron una lección de cómo tienen que jugar dos carrileros. Navas, un huracán, dio el primer gol a Vázquez, que marcó con un taconazo de mucha calidad. Luego, Escudero asistió a André Silva, que hizo el segundo después de una gran jugada colectiva del Sevilla.

Con fuerza y velocidad en las bandas, el Sevilla se sostuvo también gracias al buen juego de su doble pivote, con Roque Mesa y Banega haciendo el fútbol muy fácil. La jerarquía del equipo andaluz fue absoluta ante un Rayo de buen toque y cierta rapidez, pero con una ausencia de pegada muy peligrosa en Primera División. El Sevilla se hartó una y otra vez de llegar al área del Rayo, sorprendido por la velocidad de un rival muy seguro de su idea, capaz de hacer el tercero al filo del descanso. Fue André Silva el que marcó en una jugada donde mostró su condición de delantero. En 45 minutos, el delantero internacional portugués había hecho los mismos goles en LaLiga que en todo un curso con el Milan.

El choque había quedado prácticamente resuelto, pero llamaba la atención la facilidad con la que el Sevilla se plantaba cerca de Alberto. A Navas le sacó un balón bajo palos Ba y Sarabia, en buen momento, gozó de dos ocasiones clarísimas para hacer el cuarto. Los locales, sin confianza ni fuerzas, fueron un juguete en manos del Sevilla. El choque, ya decidido, fue animado por la intervención del VAR, que ayudó a los árbitros a corregir dos de sus decisiones. La primera fue el tercer gol de André Silva, cuarto del Sevilla, que aprovechó un gran pase de Vázquez, incansable en su fútbol de calidad. Ahora con una acción que recordó a Laudrup, exfutbolista del Barcelona y el Madrid entre otros. La segunda acción donde intervino el VAR fue en el tanto de penalti del Rayo, que convirtió en gol una falta de Roque pitada primero fuera del área. Lo lanzó muy bien Embarba, como bien jugó el Sevilla en Vallecas para comenzar de forma brillante una competición en la que queda un mundo por delante. También para el Rayo y su necesaria construcción.

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