El Huesca quiere ser el ‘Villarreal’ de los Pirineos
El equipo aragonés debuta este domingo en Primera con el conjunto castellonense como uno de sus modelos
En Huesca hacen bien en no mirar mucho las apuestas. El conjunto aragonés aparece como favorito número uno al descenso al final de temporada. “¡Eso los jugadores se lo creen!”, exclama José María Martín Otín, mucho más conocido como Petón,el mediático consejero del nuevo equipo de Primera. El principal problema que está teniendo la Sociedad Deportiva Huesca, que hoy debuta en Primera en Eibar (18.15, beIN LaLiga), son las dificultades que está teniendo para fichar, tanto por su limitada capacidad financiera como por el recelo de algunos futbolistas a alistarse en Huesca. “Es que se piensan que vamos a descender en octubre, pero nosotros tenemos las espaldas anchas”, añade Petón.
En el Alto Aragón, al pie de los Pirineos, no se asustan por las dudas ajenas. Ya el curso pasado, en Segunda, contaban con el cuarto presupuesto más bajo de la categoría, menos de ocho millones. Había un plan para crecer encabezado por el presidente, Agustín Lasaosa, pero no esperaban llegar a Primera tan pronto. De repente, una ciudad de poco más de 50.000 habitantes y con un estadio de 5.000 asientos —se ampliará hasta los 7.500— se iba a mezclar con la élite del fútbol español.
“Queremos ser como el Auxerre de Guy Roux. Un club que en una ciudad de 38.000 habitantes creció, formó futbolistas como Cantona, Drogba, Blanc... e incluso ganó la Liga francesa”, contesta Petón cuando se le pregunta a quién quiere parecerse este Huesca. Aunque el directivo no pasa por alto otro ejemplo: “Queremos ser un Villarreal pequeñito en Aragón, aunque nosotros no tenemos una familia que apoye económicamente”.
Lo que es seguro es que militar en LaLiga Santander pondrá en el mapa la ciudad para buena parte del globo. "Es tremendo que millones de personas en el mundo oigan la palabra Huesca cuando nos vean jugar contra el Barça, el Madrid o el Atlético", comenta Petón. Y es que la ilusión por el fútbol se ha multiplicado en una zona donde triunfan los deportes de invierno y donde el mayor ejemplo de un equipo en la élite fue aquel Magia que tanta guerra dio a los grandes del baloncesto en los ochenta. "Queremos ser el equipo de toda la provincia y pelearle las lealtades al Zaragoza en Aragón. De hecho, nuestro filial es el Teruel. Norte y sur de la comunidad representados aquí".
Pero el Huesca solo está dando sus primeros pasos en un mundo de gigantes. Crecer es el concepto, y hacerlo con cabeza es la prioridad de la directiva. "Lo primero no fue fichar, fue consolidar un estadio. Luego hacer una ciudad deportiva. Para todo eso tenemos la promesa del Gobierno de Aragón. Esperamos su apoyo", señala Petón.
Para echar a andar en Primera el entrenador elegido fue Leo Franco —exportero de Mallorca, Atlético y del propio Huesca— después de que Rubi, el artífice del ascenso, se marchase al Espanyol. Un técnico novato para un equipo novato. “Era muy difícil soportar la comparación con Rubi. Por eso creímos que una figura como Leo, que lleva años con nosotros y tiene ascendencia sobre el vestuario, era la más indicada”, apunta Petón.
En el césped, la base será la del curso pasado, con Gonzalo Melero, excanterano del Madrid, a los mandos. “Hay pocos centrocampistas que hagan 16 goles en Segunda. Un medio total tiene que hacer daño arriba y currar abajo, Gonzalo lo hace”, analiza Petón al jugador. En la defensa se cuenta con Rubén Semedo, al que se quiere reinsertar en el fútbol tras sus problemas con la justicia. “Tenemos esa misión”, dicen en Huesca, donde ya manda el fútbol.
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