Una final para el Atlético y el Metropolitano
Simeone invoca a la hinchada y a la pasión para eliminar al Arsenal
Consciente de la falta de solera y la mística del nuevo estadio del Atlético, la rueda de prensa de Diego Pablo Simeone posterior al partido de ida fue todo un llamamiento a la hinchada del Atlético. “Ojalá el hincha reviente el estadio Wanda Metropolitano, que explote”, deseó el técnico argentino. Ayer, Simeone volvió a incidir en ello: “Necesitamos un estadio que explote, que esté con ilusión y transmita pasión porque eso somos nosotros. El que quiera venir bienvenido sea. Necesitamos gran comunión entre el equipo y la gente. Nos enfrentamos a un rival peligroso y será un partido bonito”.
La semifinal de esta noche (21.05, beIN Sports) mide la capacidad de intimidación del nuevo coliseo rojiblanco. Hasta ahora, las impresiones apuntan a las de un recinto que no logra generar un clima que traslade el fervor de la grada al equipo. La ocasión para fusionar a la hinchada con su nueva casa es ideal. En juego está una final, con un buen resultado (1-1) logrado en la ida y ante un club histórico como el Arsenal.
En Londres, y sin su presencia en la banda, Simeone sintió que sus jugadores corrigieron las consecuencias de su comportamiento en el Emirates Stadium. La defensa racial de la eliminatoria durante más de una hora en inferioridad numérica provocó un discurso que trascendió a lo futbolístico. El Cholo hizo una elegía a la testosterona de sus futbolistas. Emergió su convencimiento de que por encima del juego están el trabajo y el esfuerzo. Su oratoria de ayer también mantuvo esa línea cuando se refirió a la rápida recuperación de Filipe Luis: “Está claro que lleva dos meses parado y no está para jugar 90 minutos. Pero ha hecho un esfuerzo tremendo para estar a disposición. Estoy seguro de que, si lo llamo, responderá porque muchos partidos, como este, se juegan con el corazón además de con las piernas”.
El adiós de Wenger
Eliminado de la Copa de Europa en la fase grupos, de la Copa en cuartos y con el Barça ya campeón de Liga, la cita de esta noche es también una final para el Atlético y su entrenador, aunque tenga que contemplarla desde un palco por su expulsión. “Estará Germán [el Mono Burgos] y está capacitado para dirigir al equipo. Nos conocemos casi de memoria, así que estoy tranquilo con su presencia mañana en el banquillo. Está claro que estoy triste por esta situación. Tendré que mejorar como dije. Mejor, me callo”.
Enfrente, el estilo ofensivo del Arsenal es el arma con el que Arsène Wenger pretende culminar sus 22 años en el club londinense con una final europea. “Quiero que esta historia de amor acabe bien”.
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