Higuaín, contra su pasado y su presente
El delantero afronta el reto de la Champions y el Madrid con el eterno debate sobre su categoría de fondo. “Es más eficaz sin tiempo para pensar”, dice Valdano
La carrera futbolística de Gonzalo Higuaín a los 30 años refleja 582 partidos oficiales disputados y 303 goles anotados. El argentino promedia un gol cada 133 minutos y en su particular vitrina de trofeos lucen tres Ligas españolas, una italiana y seis Copas y Supercopas de su paso por Real Madrid, Nápoles y Juventus, club en el que juega actualmente después de un traspaso de 90 millones en 2016. Sus registros, conquistas y recorrido en la élite invitan a pensar en Higuaín como un delantero exitoso. Sin embargo, la trayectoria del Pipa se ve empañada por una sombra que le persigue desde su etapa en Chamartín: la de fallón. Goleador innato, su categoría se ve cuestionada por un puñado de errores en partidos de alto voltaje y situaciones críticas. Entre ellos, los octavos de final de Champions en 2010 o las semifinales de 2013 y la final del Mundial 2014. Él, consciente, reconoce en privado que es injusto que unas cuantas acciones puntuales empañen su carrera.
"Ocurre por la fuerza del impacto. Hoy, equivocada e injustamente, en lugar de valorar a un jugador por su rendimiento en los 90 minutos se le mide por un fallo. Eso le ocurre a Higuaín", dice Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en 1986 y director deportivo del Madrid durante una parte de la etapa de Higuaín en el club blanco. Con Valdano coincide Pedja Mijatovic, héroe de la Séptima y hombre que fichó a Higuaín en diciembre de 2006. "El trato que recibe es injusto porque la estadística lo avala", apunta el montenegrino 11 años después de arriesgar 13 millones de euros en la contratación de un joven argentino de solo 19 años que despuntaba en River Plate. "Era un chico con proyección. Un amigo mío argentino que trabaja como representante allí me habló de él. Le vi en el derbi frente a Boca y me convenció la personalidad y el carácter que demostró. Siendo tan joven, en un partido así y con el campo lleno, no se arrugó lo más mínimo", desvela Mijatovic.
Poco queda de aquel adolescente imberbe y enclenque que aterrizó en España. Disputó 264 partidos y anotó 122 goles en seis años y medio en Chamartín. "Es un jugador diferente al del Madrid. Su cuerpo ha ensanchado y ha ganado en potencia, pero también en número de intervenciones. Ahora es capaz de tirarse hacia atrás para distraer o tocar y después finalizar, porque en él sigue intacto ese instinto de atacar los espacios", le describe Valdano. "Si hubiese que definirle sería como un jugador que busca el espacio y dispara". Todo lo contrario que Benzema, su compañero durante cuatro años y delantero rival esta noche. "Son polos opuestos. Uno vive para el gol y el otro para el juego; uno es la pausa y el otro el vértigo; uno prioriza frenarse y el otro la carrera", valora el hoy analista.
La Champions, su asignatura pendiente
Casi un lustro después de su salida al Nápoles por 40 millones, Higuaín se cruza en el camino del Madrid por segunda vez, unos meses después del primer reencuentro en la final de Cardiff. La semana que viene el argentino regresará por primera vez al Bernabéu, un estadio que aclamaba su brega y pasión y murmuraba sus errores. Volverá con el mismo debate sobre su figura. "Su paradoja es que es más eficaz cuando menos tiempo tiene para pensar", considera Valdano, quien lo ejemplifica comparando su gol de primeras ante Bélgica en los cuartos del Mundial 2014 y el posterior fallo ante Neuer en la final de aquel torneo: "Como diría Butragueño, tiene la habilidad de pensar antes que el portero", bromea.
El escenario de la cita es uno de los más comprometidos para Higuaín: la Champions. La permanente deuda del delantero parece aumentar aún más en la competición europea, en la que registra 23 tantos en 73 partidos. "Es un goleador top que tiene la capacidad de marcar juegue donde juegue. Marcó en España, lo hace en Italia y también en la selección", le defiende Mijatovic. Pero lo cierto es que el Pipa solo ha anotado tres tantos entre el Mundial y la Copa América y siete en eliminatorias de Champions. Si bien, tres de los últimos los logró en los octavos ante el Tottenham, un cruce en el que por fin resultó decisivo. Una condición, que, todavía, no ha alcanzado con Argentina, desde donde las críticas y el acoso han sido asfixiantes tras el último parón. "Su problema es que juega en una selección que está obligada a ganar siempre, en la Copa América, el Mundial... Pero a él fallar no le influye. Tiene la capacidad de que aunque falle, siempre está ahí. No le afecta para volver a intentarlo. Falla una, dos y tres y te genera la cuarta", cuenta el exjugador balcánico
Ante el Madrid, por el bien de la Juventus y el de su caché, es aconsejable que atine cuanto antes. Los motivos, mantenerse en la Champions y no devaluar más su prestigio como goleador.
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