Rakitic siempre está
El centrocampista, que ha participado en el 90% de los partidos desde que llegó al Barcelona, podría suplir a Busquets de mediocentro ante el Sevilla
No importa la pizarra, el entrenador o el ecosistema de futbolistas que lo envuelva. Carece de importancia el estadio, la propuesta del rival o incluso la posible mutación filosófica del Barça, que pasó del fútbol directo y sin fronteras para exprimir al tridente de atacantes que completaba Neymar a un ataque más pausado y en estático, siempre con Messi como la palanca que mueve al mundo. Y tanto dan las órdenes, quién esté delante o la capitalidad del duelo. Iván Rakitic (Möhlin, Suiza, aunque nacionalizado croata; 30 años) siempre está. Por lo que su presencia ante el Sevilla —su exequipo— se da por descontada, sobre todo porque no puede jugar Busquets (fractura en el dedo meñique del pie) y no hay otro futbolista que encaje tan bien como mediocentro de repuesto. Y si lo hubiera, tampoco desistiría en el intento. “Representa a ese perfil de jugador de la antigua Yugoslavia, con el gen competitivo, con una gran capacidad de adaptación y profesional como la copa de un pino”, le ensalzan desde el club.
Su tenacidad se explica con sus actos. En la vida cotidiana —conoció a su mujer Raquel en una cafetería la noche que firmó por el Sevilla y volvió cada día hasta lograr una cita— y en el fútbol. Como, por ejemplo, que apenas tres días después de caer en la pasada Eurocopa, llamó a los preparadores físicos del Barça para que le hicieran un plan específico de trabajo porque entendía que necesitaba bajar unos kilos. “Luis Enrique pedía que fuéramos centrocampistas de área a área”, desvela; “por lo que si bajaba un poco de peso podría cubrir más metros y tener más fondo”. Así, trabajó de lo lindo y se quitó cuatro kilos. “En su exceso de profesionalidad, quizá hasta se pasó de frenada porque al principio le costó adaptarse”, recuerda quien bien le conoce; “pero pronto cogió el tono porque se cuida una barbaridad. Alimentación, recuperación, descanso…”. Algo posible también a su principal apoyo, a Raquel. “Es muy positiva y le ayuda en todo, le da equilibrio y comprende las exigencias de su trabajo. Es un entorno sensacional”, aclaran desde el círculo próximo del futbolista.
Un fijo en las alineaciones
Bien que le va porque desde que llegó al Barcelona hace cuatro cursos ha disputado 204 encuentros por los 228 del equipo. Así, ha participado en el 89,5% de los duelos. Con Luis Enrique fue el segundo que más encuentros jugó (159), solo por detrás de Messi (162). Circunstancia que no varía con Valverde porque no hay nadie que se haya vestido tantas veces de corto, hasta el punto de que suma 45 duelos por los 43 de Leo, Paulinho y Busques. Guarismos que según el modelo de renovaciones del Barça le tildan de titular, toda vez que en los contratos se paga un fijo y la principal variable (más allá de la clasificación para la Champions y los títulos) viene dada por superar el 60% de los partidos posibles.
Frente al Sevilla, parece que volverá a ser titular porque en los cuatro partidos que faltó Busquets, Rakitic y Paulinho actuaron en el medio bajo el 4-4-2. “Por dentro se siente más cómodo que cuando debía ocupar la banda derecha para cubrir los espacios de Messi”, explican desde el club, en referencia a la antigua táctica de Luis Enrique; “pero da igual dónde juegue porque siempre te va a dar buen rendimiento y eso se puede decir de muy pocos”.
Puede que cuando se le agote el tiempo de azulgrana regrese al Sevilla —es una de sus ilusiones—, pero aún no ha llegado la hora. “No piensa en escuchar otras ofertas que no sean las del Barça”, señalan desde su entorno. Desde el club lo celebran: “Además de un gran tipo, es un jugador de equipo que antepone las necesidades del colectivo a las suyas propias”. Quién sabe, quizá por eso también siempre está sobre el tapete.
Valverde: “No vamos a especular”
Con 11 puntos de ventaja sobre el Atlético, el segundo clasificado en la Liga, el Barça deshoja los partidos con la ilusión de cantar el alirón lo antes posible. “Uno quiere ganar cuanto antes”, explicó el técnico azulgrana Ernesto Valverde; “lo que no te planteas es dejarlo todo para más adelante. No vamos a especular con los 11 puntos. Tenemos que ir a por el partido, que es lo que venimos haciendo”.
Enfrente tendrán al Sevilla, que eliminó recientemente al Manchester United en los octavos de la Champions y que ahora se batirán con el Bayern. “No espero que hagan muchas rotaciones”, dijo el preparador; “para ellos es un partido importante, porque a pesar de perder con el Valencia, tienen otros equipos cerca como el Girona y el Betis”.
Aunque también quiso resaltar la capitalidad que tiene el duelo para el Barça, por más que en la semana entrante jugarán la ida de los cuartos europeos ante la Roma: “Es clave porque ganar aquí supondría muchísimo de cara a conseguir el título”. Pero agregó: “Es un campo muy difícil y muy pocos han ganado ahí porque el Sevilla tiene números de equipo grande en el Pizjuán. Y eso da una idea de la dificultad del encuentro”.
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