Morales: “En el baloncesto, sin un mecenas no compites”
El presidente de la Penya explica la crisis económica y deportiva que amenaza al emblemático badalonés
El jueves santo 21 de abril de 1994 Juanan Morales fue uno de los protagonistas en la cancha de Tel Aviv del triunfo más grande en la historia del Joventut de Badalona al vencer en la final de la Copa de Europa al Olympiakos. El jueves de la pasada semana, como presidente del club, tuvo que exponer ante la Junta General de Accionistas un trascendental punto del orden del día: la disolución de la sociedad. El 99,97% de los accionistas presentes respaldaron la continuidad de la Penya a pesar de las serias dificultades económicas que atraviesa, combinadas además con su peor crisis deportiva, instalada en la última plaza de la Liga Endesa y la amenaza de un descenso inédito en su historia.
Pregunta. ¿Cómo han llegado hasta una situación tan crítica en su tesorería que no les permitió pagar los salarios de los dos últimos meses?
Respuesta. La situación ya era delicada y no mejoraba, pero desde la celebración de la junta general han pasado cosas: el Ayuntamiento de Badalona ha pagado dos facturas que estaban pendientes por el patrocinio y parece que desbloquearemos el tema del aval para cobrar la subvención por el baloncesto base, eso, junto a la posibilidad de anticipar el resto de vencimientos de contrato de patrocinio hasta junio. Si todo se materializa nos dará un cierto respiro de tesorería y, digámoslo así, el tema deportivo pasará de ser el segundo problema a ser el primero. No sé si resume la situación: incluso yendo últimos, ése era el segundo problema, había otro más urgente.
P. ¿Y en lo deportivo?
R. Se resume rápido vamos últimos. Estamos compitiendo bien todos los partidos, pero se nos escapan todos por distancias muy cortas. El problema es la dinámica de falta de confianza en la que te mete. Si ves jugar a nuestros jugadores están haciéndolo con gran actitud, pero demasiado responsabilizados por la situación.
P. Informaron de que tienen un plan de contingencia, así lo llamaron, por si se consuma el descenso ¿Sería un drama?
R. Sería un drama que este equipo, que siempre ha estado en la máxima categoría, la pierda, solo por eso ya sería un drama. En cuanto al tema económico sería una dificultad muy importante añadida a todas las dificultades con las que nos estamos encontrando. Nuestra obligación es luchar con uñas y dientes para que eso no ocurra.
P. ¿Los ingresos por contrato de patrocinio y otros derechos están ligados a la permanencia?
R. La práctica totalidad contemplan cláusulas de salida en caso de pérdida de categoría. Es nuestra obligación tenerlo previsto y anticipado. El mayor problema de perder la categoría, más allá de no haberla perdido nunca, que ya sería grave, es que hay una serie de compromisos que tenemos adquiridos para los próximos años, que no parecen fáciles de renegociar: el plan de pagos con Hacienda Tributaria, la deuda del IBI con el ayuntamiento que está sujetada por este contrato de patrocinio y los gastos de mantenimiento del pabellón que al final es donde hacemos nuestra actividad no solo del primer equipo sino de todo el baloncesto base. Estas tres partidas no dependen de nosotros ajustarlas. Si se nos caen los ingresos tendremos que hacer lo posible porque caigan los gastos, pero a día de hoy no tenemos solución para estas tres partidas.
P. Explicó que tres grupos financieros se han interesado por la propiedad de la Penya. ¿Han sido ellos los que han acudido a ustedes o ustedes a ellos?
R. Las dos cosas, Hay inversores que en una situación que es pública de extrema necesidad de la Penya ven una posibilidad y se dirigen a nosotros. También nosotros nos dirigimos a un perfil de inversor que puede tener interés por cómo es la Penya. Pero son operaciones que están sujetas cláusula de confidencialidad hasta que se vaya materializando más allá de intercambio de información y propuestas y contrapropuestas.
P. Usted mismo puso el ejemplo de lo que sucedió con el Espanyol, controlado ahora por un empresario chino.
R. No nos podemos olvidar que la Penya SAD es una sociedad de capital. Los grupos con los que hemos hablado, la única manera en la que estarían dispuestos a inyectar capital en la sociedad es mediante la toma del control total. Esto no tiene porqué ser negativo. Puede ser una solución para la supervivencia, e incluso para la potenciación del primer equipo. Pero hay que ser conscientes de lo que implica. La Penya dejaría de ser un poco lo que conocemos ahora y sino propiedad, a efectos prácticos el control lo tendría un solo grupo.
P. ¿Pero es una operación factible?
R. Es factible. Pero no inmediata. Hay muchos flecos.
P. ¿Tendrían que comprar un paquete de acciones mayoritario?
R. Si quieren tener el 51% de la sociedad es muy difícil porque el capital está terriblemente atomizado. Hay muchísimas personas, tenemos 11.000 accionistas, que tienen una acción que vale 60 euros, y por 60 euros no se la venden. La otra opción que en cualquier caso también tendría que estar aprobada por los accionistas sería una ampliación de capital suscrita por este inversor que tomara el control. Sería más operativo.
P. Presumen del modelo Penya, pero ¿no se está demostrando que es inviable? ¿Han tenido que cambiar de entrenador y fichar al argentino Laprovittola en enero y al estadounidense Conger en marzo.
P. No puedo estar muy de acuerdo. Si ve nuestro primer equipo no se puede decir que sea como cualquier otro modelo. Lo que sí es cierto es que, al menos en el baloncesto profesional, yo diría que en el fútbol también, todos, todos, todos los clubes de ACB tienen un mecenas llámese club de fútbol, entidad financiera, diputación foral… llámese como se llame. Si no tienes un mecenas, es muy difícil competir. Sin él, a sufrir. Un ejemplo para ver que nuestro modelo podría funcionar en otras circunstancias: cómo sería la situación deportiva de la Penya si hubiese podido mantener en la primera plantilla durante dos años más a Guillem Vives, Alberto Abalde y Suárez, por hablar solo de los tres últimos que han salido, junto con dos o tres buenos jugadores externos yo creo que tendríamos una plantilla para entrar en playoff. No solo eso, sino que estos jugadores, que son de equipo nacional, y que acabarían saliendo al final dejarían todavía un retorno mayor en las arcas del club. Este es el círculo virtuoso en el que no conseguimos entrar porque las urgencias de tesorería lo domina todo.
P. Su principal socio o partner es el Ayuntamiento y solicita un aval líquido por el 120% de la mitad de la subvención ¿Cómo se explica?
P. Había subvención solicitada. Subvención es para el apoyo a un modelo de éxito como es el del baloncesto de base de la Penya. Eventos con fiscalía que hace que todo el mundo absolutamente temeroso y lo que parecía que iba a ser sencillo se convierte en un camino de obstáculos hasta un momento en que las subvenciones se conceden y es normal otorgar 50 o hasta 80% del importe en muchos casos, hay un momento que se limita este anticipo al 50% y como la ley de subvenciones lo permite, no es que lo obligue, el Ayuntamiento solicitar un aval líquido exigible.
P. ¿Han sido muy duros?
R. Sí. No conozco ninguna otra entidad deportiva de Badalona en la historia en la que se le haya solicitado un aval para un anticipo de subvención. Pero no me corresponde a mí juzgar la dureza con la que el Ayuntamiento sus técnicos o quien sea me consta. Pero la realidad es que legalmente se puede solicitar, pero están yendo muchísimo más allá de lo habitual y lo que sí tengo que decir es que la Penya siempre ha justificado las subvenciones, más allá de la percepción que haya...
P. Eso le indignó.
Si pudiéramos retener un poco a los jugadores ACB que sacamos, este equipo sería de ‘playoff’
R. Sí se me notó un poco ¿no? Hay una percepción que no refleja la realidad, pero al final estamos pagando un peaje por esa percepción alimentada, en mi opinión, injustamente.
P. ¿La situación tiene arreglo para que no se haga crónica?
R. El modelo funciona un poco así. Necesitas un mecenas, sino a sufrir. Yo ya juego a todas las loterías a ver si toca alguna. Pero como no suele pasar, a mí no me pasa nunca, solo conozco una solución que es trabajar: optimizar los ingresos al máximo, controlar aún más los gastos, mejorar la gestión hasta donde seamos capaces. Son los retos que tenemos si no encontramos socios o mecenas en el camino que creo que tendrían un retorno, no tanto económico, pero sí de reputación eso es evidente, y en ello estamos. La Junta también reflejó que no podemos rendirnos.
P. Si salen un par de rickys...
R. Ja, ja, ja. El problema es que si nos salen un par de rickys, bueno Ricky y Rudy son irrepetibles... Pero cada temporada sacamos jugadores de nivel ACB. Eso es un hecho. El problema es que todos esos jugadores al final muchas veces se traspasan. Porque el jugador tiene unas expectativas lógicas de mejora y porque el club tiene una necesidad de tesorería. Si estos traspasos se pudieran retrasar en el tiempo, seguramente el retorno para el club sería mayor y deportivamente estaríamos mejor y los jóvenes que subieran tendrían más referentes y se verían más arropados. Serían todo ventajas. Ése es el deseo vamos a intentar convertirlo en realidad.
P. Y de qué plazos habla. Muchos años.
Hay un legado que preservar. La Penya es muy especial para mucha gente en toda España
R. No. Estamos hablando de jugadores que han hecho una temporada: Vives, una temporada; Abalde, una teniendo peso en el primer equipo; y Suárez ni siquiera una temporada en el primer equipo. Y no olvidemos que el programa de base de la Penya es muy caro. Creemos en ello por el retorno, pero sobre todo porque nuestra filosofía es esa. No olvidemos que cito casos de éxito. Pero es un modelo piramidal. La base es mucho más ancha que el vértice y a todos estos jugadores, para poder aspirar a obtener un retorno, tienes que firmarles contratos cuando están en edad junior. Bajos es verdad, pero al final se lo firmas a todos y no de todos tienes un retorno. Como los ponemos a jugar los ponemos en el escaparate. El negocio está así. No me quejo. Solo lo enuncio.
P. Ustedes, por ingresos, están en la media de los clubes de la ACB.
R. Nuestros ingresos recurrentes están más o menos en la media (patrocinio, publicidad, abonos, derechos de televisión, venta de entradas), pero luego viene lo que decía: el mecenazgo. Igual no tenemos un mecenas porque no hemos tenido la habilidad de camelarnos a uno. Esta temporada creo que la cerraremos. El problema es que al final parte de los ingresos tenemos que destinarlos a pagar ese dinero ya comprometido.
P. No le envidian.
R. Me ha llamado un exentrenador mío en el Paok de Salónica y me dice: ‘Ostras, no sabía que eras presidente. Enhorabuena, bueno, enhorabuena o lo siento’. Bueno, le contesté: ‘elige lo que quieras’. En serio. Yo sabía que venía a sufrir, aunque no tanto. Pero estoy muy agradecido a la Penya porque, en su día, hubo gente que se preocupó de poner los medios para que chavales, entre ellos yo que vine de Bilbao, tuviéramos nuestra oportunidad. Me parece que es un legado que hay que preservar y que cuando yo no esté, otro coja el relevo para que esto siga siendo así. Sé que suena naif, pero lo veo así. Hay legados que hay que preservar. La Penya es muy especial para mucha gente en toda España.
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