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El Leganés baja de la nube al Sevilla

Triunfo justo del conjunto madrileño ante un rival sin intensidad física y mental

Rafael Pineda
Eraso celebra su gol ante la desolación de Kjaer y Rico.
Eraso celebra su gol ante la desolación de Kjaer y Rico.JuanJo Martin (EFE)

El Leganés bajó de la nube al Sevilla, que venía de clasificarse para los cuartos de final de la Champions y vivió la realidad y la dureza de la Liga, donde debe pelear para asegurar su presencia europea la próxima temporada por esta vía. El conjunto madrileño hizo su partido a la perfección, defendiendo con orden, asfixiando a un equipo sin la intensidad física y, sobre todo, mental que exigían el pleito en Butarque. No se le pueden poner muchos peros al Sevilla, en la final de Copa, vivo en la Liga de Campeones. La exigencia de pelear en todos los frentes es demasiada para un grupo de jugadores a los que no se puede acusar de negligencia. Simplemente no pueden. El lujo de competir a un intensísimo nivel miércoles y domingo solo parece reservado a Barcelona y Madrid. El Leganés interpretó a la perfección lo que requería el encuentro y logró un triunfo que le certifica la salvación. Siempre incómodo en el partido, el Sevilla le cogió cierto asco al mismo desde el primer minuto, con su centro del campo asfixiado, sin capacidad para enlazar con el héroe de Old Trafford, Ben Yedder, que apenas tocó el balón. El Leganés se permitió el lujo de hacer un gran segundo gol, mientras que al Sevilla hay que reconocerle un tirón final con agallas, donde Layún recortó distancias incluso en inferioridad por la expulsión de Sarabia.

Debe ser difícil pasar del Teatro de los Sueños a Butarque. Tanta adrenalina gastada, tanta emoción después de lograr un resultado histórico contra el United convierte luego en plomo las piernas de los futbolistas y les nublan la mente. El Sevilla no fue el equipo eléctrico e intenso de la Liga de Campeones. El Leganés lo sometió en unos 10 primeros minutos en los que Lenglet salvó bajo palos un remate de Amrabat. El conjunto madrileño no tiene la pegada de los grandes y viendo que no marcó decidió meterse atrás en espera de su oportunidad. El Leganés es un equipo de gran intensidad, que se impuso en todos los balones decididos a un Sevilla de escaso ritmo competitivo. No hubo manera de que los andaluces pudieran imponerse a un rival muy concentrado, que taponó bien a Banega y Vázquez, a gran nivel en Mánchester, sin pulso en Butarque.

Solo en el minuto 24 tuvo que intervenir Cuéllar a un disparo de Sarabia. Muy poco para el Sevilla, que sobaba y sobaba el balón frente a un Leganés que supo esperar su oportunidad. En el minuto 41, Nolito no defendió bien un centro de Amrabat. Bustinza emergió para sorprender a Rico de cabeza. Otra vez falló Rico en Leganés. Un estadio difícil para el meta del Sevilla.

No se puede decir que el Sevilla no lo intentara, pero el segundo tiempo se jugó bajo unos parámetros similares a los de la primera mitad. Toque inocuo del Sevilla, sin profundidad ni mordiente, y orden en un Leganés siempre atento en su campo. Con anticipación y una presión muy intensa, el equipo madrileño logró aburrir a las fuentes de fútbol del conjunto andaluz. Alguna de ellas, como Banega, reaccionó con escasa deportividad ante la fogosidad de Bustinza. El defensa le presionó con dureza en la banda y el argentino, impotente, acabó por pisar a su contrincante. Una fea acción impropia de un futbolista tan brillante como Banega.

Los minutos fueron pasando con una sensación de tedio que se rompió a los 69 minutos. El Sevilla solo lanzó a puerta en un disparo de Layún que detuvo bien Cuéllar. Entonces, Omar se hizo con un balón en el centro del campo y abrió a la perfección a Rico. El lateral centro al área, donde Eraso irrumpió al espacio para hacer el segundo. Una magnífica jugada que retrató, también, la lentitud del central Kjaer. El partido estaba prácticamente resuelto. Ni Sandro ni Muriel activaron el ataque de un Sevilla que, sin embargo, tuvo una reacción de orgullo en el tramo final incluso en inferioridad numérica por la expulsión de Sarabia. Marcó Layún y hubo cierta emoción en los tramos finales del encuentro. Se la cargó el colegiado Alberola Rojas, incapaz de ampliar el tiempo de alargue después de un cambio en el descuento del Leganés. El Leganés festejó su triunfo y el Sevilla deberá apretar en la Liga para no quedarse fuera de Europa en el camino de la competición de la regularidad. En la final de la Copa y en cuartos de la Liga de Campeones, su sueño se mantiene vivo.

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