El mundo es esférico
El fútbol es una de las pasiones globales de la actualidad y algún día se estudiará su papel en la Historia
Antes de Internet, los viajeros regresaban a casa contando historias de lugares recónditos, de pueblos desconocidos y de gentes singulares. Hoy, con la globalización bien asentada, rara es la vez en la que tras volver de un viaje por el desierto o por una cordillera no relatan haberse encontrado, en medio de la nada, con un niño que vestía una camiseta del Real Madrid, del Barcelona o del Manchester United. El fútbol es una de las pasiones globales de la actualidad y algún día, con la perspectiva adecuada, se estudiará su papel en la Historia.
Eso mismo busca el periodista e historiador Toni Padilla en Atlas de una pasión esférica (geoPlaneta), un compendio de historias en torno al balompié en los cinco continentes. Unas historias que entroncan con la Historia y que cuenta con las magníficas ilustraciones de Pep Boatella.
En Sierra Leona encontramos a Bonor, un chico al que una mina antipersona dejó sin una pierna. Él soñaba con ser futbolista. Y lo logró: en 2007, cinco años después de la guerra, alzó la copa de África de fútbol para amputados. Lo hizo ante más de 25.000 personas.
En Sudáfrica aparece Ghandi fundando tres equipos con el mismo nombre: Club de Fútbol de los Resistentes Pasivos. Buscaba demostrar que se puede compartir equipo con personas de diferente etnia. Y aprovechar la fuerza del fútbol para lograr avances sociales.
En Estados Unidos está Carla Werden, que para empezar a jugar al fútbol tuvo que solicitar un certificado que asegurara que sus órganos reproductores no serían dañados por la práctica deportiva. Y se retiró a los 31 años ganando el Mundial femenino ante 90.000 espectadores.
En Corea encontramos a Kim Yong-Sik, futbolista dos veces bautizado y que refiere a una época en la que se disputaban derbis entre los equipos de Seúl y Pyongyang.
En Inglaterra están las invencibles de Preston. Un equipo de mujeres que, a principios del siglo XX, atraía a miles de espectadores y que fue pionero en el marketing: la gente quería comprar el gorro con borla con el que saltaban al césped antes de cada partido.
Y en la Antártida surge una expedición liderada por Shackleton, en 1914. Estuvieron atrapados en el hielo durante dos años. Jugaron más de 20 partidos sobre el hielo. Existe una foto del primero de ellos. Todos los expedicionarios sobrevivieron.
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